Jaguar Land Rover ha optado finalmente por posponer la llegada al mercado de su primer Range Rover eléctrico. Un SUV eléctrico premium que había generado mucha expectación, acumulando ya más de 60.000 clientes interesados antes siquiera de su debut oficial. Aunque la fecha prevista inicialmente apuntaba a finales de este año, la casa británica ha informado a los futuros propietarios que las entregas del Range Rover Electric no comenzarán hasta 2026. Extendiendo un proceso que ya había sufrido varios meses de retraso.
Esta decisión, comunicada directamente a los clientes por escrito y reflejada en la web oficial de Jaguar Land Rover, responde a una necesidad de prolongar las pruebas de calidad y validación técnica del vehículo. Así como evaluar de una forma más precisa la demanda real del segmento de lujo eléctrico en un entorno global cambiante. Al igual que otros modelos eléctricos de la marca, como el Jaguar Type 00, el Range Rover Electric se ha visto afectado por una combinación de factores industriales y de mercado.
Factores geopolíticos y económicos detrás del aplazamiento…
El contexto internacional también ha jugado un papel importante en esta demora. La incertidumbre por los aranceles estadounidenses y políticas menos favorables a los coches eléctricos en ese país, uno de los mercados clave para JLR, ha contribuido a frenar la hoja de ruta original. Además, el fabricante británico se enfrenta a una caída de las ventas del 15%, recortes de hasta 500 puestos de dirección y una coyuntura de mercado menos previsible, tanto en Europa como en otras regiones.
La marca sostiene que este retraso les «beneficia», al permitirles adecuar el lanzamiento a «el momento oportuno para sus clientes, la empresa y los mercados individuales». Esta estrategia flexible, confirmada por portavoces de JLR, implica que la compañía mantiene su apuesta por convertirse en una marca totalmente eléctrica de aquí a 2030, pero adaptando los calendarios de lanzamiento en función de la situación global y las necesidades de los consumidores.
Características técnicas y estrategia de producto
El Range Rover Electric se perfila como el primer eléctrico desarrollado de forma íntegra por JLR, diferencia importante respecto al Jaguar i-Pace (fabricado previamente en Austria). La nueva plataforma modular contará con una batería de 117 kWh y arquitectura eléctrica de 800V, lo que apunta a una autonomía teórica cercana a los 500 km, si bien aún no hay cifras oficiales sobre prestaciones o potencia. El peso final será superior al de las versiones híbridas debido al paquete de baterías pero se mantiene el enfoque en el confort de marcha, el lujo tradicional y la capacidad todoterreno característica de la marca.
Land Rover también ha aprovechado este periodo de transición para actualizar su imagen corporativa. Para ello presenta un nuevo logo más minimalista para la gama Range Rover, el primero en más de tres décadas, en línea con el proceso de renovación estética iniciado por Jaguar. El cambio de imagen pretende atraer a un público más joven y adinerado, reafirmando la ambición de la compañía británica de reposicionarse en el segmento premium eléctrico.
Impacto en el resto de la gama y otros modelos afectados
El retraso del Range Rover Electric no es un caso aislado dentro del catálogo de JLR. La producción del Range Rover Velar eléctrico se pospone, al menos, hasta abril de 2026. Y ocurre lo mismo con los nuevos modelos eléctricos de Jaguar, como el Type 00, que se fabricará a partir de agosto de 2026. Incluso la futura versión eléctrica del Defender carece por ahora de una fecha de lanzamiento definitiva.
Desde la compañía se insiste en que los planes son flexibles y se adaptarán a las circunstancias, dando prioridad a la calidad y la seguridad de sus nuevos modelos antes que a la velocidad en el lanzamiento. Todo ello con el objetivo de ofrecer, a partir de 2030, versiones eléctricas de todos sus modelos de lujo, sin renunciar al ADN que ha convertido a Range Rover en un referente dentro del segmento SUV de alta gama.
Mientras tanto, quienes esperan su Range Rover Electric tendrán que armarse de paciencia. JLR asegura que la espera se traducirá en un producto más completo, mejor testado y con mayor alineación con las verdaderas necesidades del mercado de vehículos eléctricos de lujo. La marca británica sigue adelante con su plan de electrificación, pero sin perder de vista los retos industriales y las exigencias de un sector en plena transformación.
Fuente – The Guardian
Imágenes | Land Rover