La salida definitiva de Mitsubishi Motors del mercado automovilístico chino supone el cierre de un capítulo histórico para la firma japonesa, que durante décadas mantuvo presencia local a través de diferentes alianzas y empresas conjuntas. El fabricante ha comunicado la disolución de su último gran vínculo en el país, dando por terminada su etapa en uno de los mercados más importantes y dinámicos del mundo.
Esta decisión responde principalmente a la drástica transformación del sector automovilístico en China, que en los últimos años ha virado con fuerza hacia la movilidad eléctrica e híbrida, desplazando a marcas extranjeras clásicas que no han logrado adaptarse al nuevo entorno competitivo. Mitsubishi no ha sido la excepción, sufriendo un descenso continuado en ventas y viendo cómo la competencia local, cada vez más innovadora, le superaba con holgura.
Tras iniciar su actividad en China a finales de los años 70 con la exportación de camiones y establecerse con fuerza en los 90 como proveedor de motores, Mitsubishi selló su apuesta por el gigante asiático en 2012 mediante una empresa conjunta con Guangzhou Automobile Group (GAC), produciendo vehículos de pasajeros como el popular Outlander. La marca llegó a alcanzar cifras récord de hasta 144.000 unidades vendidas en 2018, pero pronto la tendencia cambió radicalmente, desplomándose las ventas a apenas 33.600 en 2022.
El progresivo distanciamiento de Mitsubishi respecto al ritmo de electrificación del mercado chino resultó decisivo para su declive. Mientras empresas como BYD o Tesla acaparaban el interés de los consumidores chinos con propuestas 100% eléctricas y precios competitivos, Mitsubishi apenas logró renovar su oferta de híbridos enchufables, quedando fuera de juego en un entorno de creciente exigencia en innovación y eficiencia energética.
Razones detrás del adiós: electrificación y presión competitiva
El contexto que ha motivado la retirada de Mitsubishi es el mismo que afecta a otros fabricantes internacionales en China: la velocidad a la que el país ha abrazado los vehículos de nueva energía (NEV), hasta el punto de que ya constituyen más de la mitad de las ventas de automóviles. La fuerte apuesta institucional y la pujanza de empresas locales como BYD, NIO o Aion han desplazado a los fabricantes tradicionales, que han visto cómo sus productos perdían atractivo y viabilidad financiera.
La compañía japonesa, tras varios años de caídas de ventas y márgenes cada vez más ajustados, ha visto cómo era imposible mantener la rentabilidad en el país. Los pasivos superaron los activos de sus filiales chinas en más de 1.400 millones de yuanes y la falta de modelos adaptados a las demandas del consumidor local aceleró el proceso de salida. Ni siquiera iniciativas puntuales como el lanzamiento del eléctrico Mitsubishi Airtrek lograron revertir la situación.
Impacto y consecuencias para Mitsubishi
La retirada de Mitsubishi de China simboliza el cambio de paradigma del sector automóvil global. El mayor mercado mundial para turismos ha demostrado su capacidad de innovar y desplazar a nombres históricos que no han sabido evolucionar al ritmo necesario. El futuro para la marca japonesa pasa ahora por replantear su presencia en otras regiones prioritarias, como el sudeste asiático, donde todavía conserva cuota de mercado, o Europa, aunque allí también afronta desafíos por el auge de marcas emergentes y la presión en materia de electrificación.
La estrategia global de Mitsubishi apunta a reforzar colaboraciones con socios de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y centrarse en el desarrollo de modelos electrificados, con la esperanza de recuperar competitividad fuera de China.
Mitsubishi crece un 30% en España
Y gracias a ello en nuestro país, cuando parecía que también estaba a punto de desaparecer, ahora declara un crecimiento de nada menos que el 30% en lo que va de año, con respecto a las cifras del pasado ciclo.
Modelos como el Colt y el ASX, desarrollados de base con componentes de Renault, e incluso las versiones híbridas enchufables de los Eclipse Cross y Outlander han sido esenciales para lograr revertir la situación y hacer que la mítica marca japonesa de los tres diamantes pueda encarar un futuro mucho más halagüeño y esperanzador dentro de las fronteras españolas y europeas… así lo deseamos todos los amantes de la marca y de la propia industria del automóvil.