Aunque en esta web nos centramos en vehículos terrestres, como coches y motos, seguro que los amantes del motor también les pica la curiosidad para saber más sobre este motor a reacción de aviación, aunque también se han empleado en vehículos terrestres para batir récords de velocidad, o en prototipos disparatados.
El motor a reacción, también conocido como turborreactor, es un tipo de motor de combustión interna que utiliza aire comprimido y combustible para generar empuje y propulsar el vehículo. Es un invento revolucionario que ha transformado el transporte aéreo, permitiendo vuelos a velocidades y altitudes antes inimaginables. En estos casos, el combustible empleado no es diésel y tampoco gasolina, sino que se emplea el queroseno por sus propiedades.
Partes del motor a reacción
Un motor a reacción consta de unas partes fundamentales que debes conocer antes de continuar viendo más sobre estos motores:
- Entrada de aire: el aire es aspirado por la parte frontal del motor a través de una entrada de aire.
- Compresor: este aire aspirado es comprimido por un compresor, que consta de una serie de hélices con aspas especialmente diseñadas para ir aumentando su presión y temperatura a medida que viaja hacia la parte más trasera del motor.
- Cámara de combustión: el aire comprimido llega a la cámara de combustión, que se mezcla con combustible pulverizado. Esta mezcla se inflama mediante una chispa, generando una gran cantidad de gases calientes a alta presión.
- Turbina: los gases calientes de la combustión expanden su volumen a través de una serie de toberas dirigidas hacia las palas de la turbina. La fuerza del gas en expansión hace girar la turbina, proporcionando energía para el funcionamiento del motor.
- Tobera de escape: los gases de escape de la turbina son expulsados a alta velocidad a través de una tobera de escape. Esta expulsión de gases genera un empuje que impulsa la aeronave hacia adelante.
Gracias a su diseño, estos motores a reacción aportan algunas ventajas, llegando a tener un enorme empuje equivalente a miles de caballos, además, dado su funcionamiento en cuanto a la entrada de aire, funcionan sin problema a altas altitudes sin ser afectados como los atmosféricos o los turbo (en menor medida). También suelen tener una enorme fiabilidad y durabilidad. No obstante, también tienen algunas desventajas, como su gran complejidad, su alto coste, el enorme ruido que generan, y el gran consumo de combustible, así como las enormes emisiones contaminantes.
Tipos de motor a reacción
En cuanto a los tipos de motor a reacción, tenemos:
- Turborreactor: el tipo más común de motor a reacción, utilizado en aviones de pasajeros y militares. En este motor, el aire comprimido se mezcla con combustible y se quema en la cámara de combustión. Los gases calientes expanden su volumen y son expulsados a alta velocidad a través de una tobera de escape, generando empuje. Ofrece una gran potencia, simplicidad y fiabilidad. Pero su consumo es mayor, dado su inferior eficiencia. Algunos ejemplos de estos motores son los Pratt & Whitney JT8D usado en el Boeing 737 o el General Electric F414 del caza de combate F-18 Hornet.
- Turbofán: es una variante del turborreactor que utiliza un ventilador para generar un flujo de aire adicional alrededor del motor. Parte del aire comprimido se dirige al ventilador, generando un flujo de aire de baja velocidad que pasa alrededor del motor. Los gases calientes de la combustión se mezclan con este flujo de aire, aumentando el empuje y la eficiencia. Tiene mayor eficiencia que el anterior, y mayor rendimiento, pero también es más complejo y costoso. Ejemplos son el CFM International CFM56 del Airbus A320, o el Rolls-Royce Trent 900 para el Boeing 787.
- Turbopropulsor: combina un motor a reacción con una hélice para generar empuje. En este caso, parte del aire comprimido se dirige a la turbina, que impulsa la hélice. Los gases calientes de la combustión se expulsan a través de una tobera de escape, generando empuje adicional. Tiene una buena eficiencia, y es ideal para los aviones de despegue y aterrizaje cortos (STOL). No obstante, ofrecen menor rendimiento. Algunos casos son el Rolls-Royce AE2100 o el Pratt & Whitney PT6A del ATR 42 y Bombardier Q400 respectivamente.
- Turborramjet: un tipo de motor a reacción híbrido que combina un motor a reacción con un motor de ramjet. A bajas velocidades, el motor funciona como un turborreactor convencional. A medida que aumenta la velocidad, el aire comprimido por el compresor se calienta principalmente por la fricción con el aire de entrada, encendiendo el combustible sin necesidad de una cámara de combustión. Ofrece mayor eficiencia a altas velocidades, y menor a velocidades bajas. Además, es complejo. Ejemplos son el Pratt & Whitney J58 del SR-71 Blackbird, o el General Electric J93 del Lockheed A-12, ambos de combate.
- Scramjet: por último, este es un tipo de motor a reacción hipersónico que utiliza la combustión supersónica para generar empuje. El aire comprimido por el compresor se calienta a temperaturas extremadamente altas por la fricción con el aire de entrada, encendiendo el combustible sin necesidad de una cámara de combustión ni de piezas giratorias. Permite alcanzar altas velocidades y simplicidad, pero es complejo y aún está en desarrollo. Ejemplos son el Boeing Flight Vehicle 2 y el X-51 Waverider, ambos aviones hipersónicos experimentales.
¿Qué son las estelas del cielo que dejan estos motores? Chemtrails
Las estelas, o contrails, son nubes blancas que se forman detrás de los aviones a grandes altitudes. Se componen de microgotas de agua o cristales de hielo que se forman cuando el vapor de agua emitido por los motores a reacción se condensa en el aire frío y seco de la atmósfera superior. Su formación depende de la temperatura ambiente, humedad relativa, altitud (entre 6000 y 12000 metros) y tipo de motor, por eso algunos aviones no dejan este tipo de estelas.
Si eres amigo de las conspiraciones, también está la teoría de los «chemtrails», que alega que son estelas químicas dejadas de forma intencionada para distintos propósitos, como cambiar la climatología, entre otras…