Si alguna vez te has preguntado por qué los cruceros y los viajes marítimos son tan contaminantes, ahora sabrás los mega motivos que se tiene para pensar eso. Así que, si pensabas que tu coche diésel era contaminante, espérate a ver uno de los motores diésel más grandes y potentes del mundo, destinado para un barco, como la mayoría de estos titanes diésel.
En este artículo podrás ver algunas curiosidades del motor más grande del mundo, el Wärtsilä RT-flex96C, y así comprenderás todo lo que se habla sobre la contaminación del tráfico marítimo…
Introducción
Si tenemos en cuenta el crucero Royal Caribbean, se trata de un barco de 236.857 toneladas de peso, 362 metros de eslora. Un monumental edificio flotante que hay que mover a través de un medio que no es precisamente el mejor en cuanto a rozamiento, ya que el agua es más densa que el aire y produce mayor fricción, por lo que hay que aplicar potencia extra para moverse a una velocidad medianamente buena.
Esto unido a las corrientes marítimas, que pueden arrastrar a la embarcación hacia una dirección contraria a la que se dirige, significa aún más potencia para poder contrarrestar esas fuerzas de arrastre… En definitiva, consumir ingentes cantidades de combustible, que sigue siendo diésel para la marina.
Al quemar ese combustible, se produce dióxido de carbono (CO2), uno de los contaminantes principales que contribuyen con el calentamiento global, además de otras partículas en suspensión, óxidos de nitrógeno (NOx) responsables de la lluvia ácida y óxido nitroso (N2O), entre otros.
Si a esto le sumas que más del 90% del comercio mundial se realiza a través de mar con una flota de unos 90.000 buques, a lo que se suman los pesqueros y los cruceros, pues puedes hacerte una idea de la contaminación. De hecho, los barcos son la principal fuente de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, sí, más que el tráfico terrestre con diferencia.
Las embarcaciones de alta mar liberaron 1.120.000.000 de toneladas métricas de dióxido de carbono en 2007, y eso corresponde a millones de coches. Además, existe otro dato, y es que mientras a los coches se les limita la cantidad de emisiones por ley, a los barcos se les permite contaminar hasta 3500 veces más.
Pero… ¿por qué emiten tantas emisiones? Pues a eso vamos en el siguiente apartado, con un motor que puede servir de ejemplo de las magnitudes que estamos hablando…
Wärtsilä RT-flex96C: el motor diésel más grande y potente del mundo
Seguro que cuando piensas en un motor diésel estás pensando en un motor compacto de coche, o tal vez alguno de maquinaria agrícola, etc. Pues resulta de que en los barcos existen motores diésel mucho más descomunales, como este. Se trata del Wärtsilä RT-flex96C, montado en el buque de comercio Emma Maersk (y otros buques similares, especialmente destinados a traer cargamentos desde China hacia el resto del mundo).
El motor cuenta con 26 metros de largo y 13.5 metros de altura, lo que equivale a un edificio de varias plantas, concretamente de cuatro plantas. Y no es de extrañar teniendo en cuenta que sus pistones miden 6 metros de alto y pesan 5.5 toneladas cada uno.
Este motor ha sido bautizado como el motor diésel más grande y potente del mundo, y no es para menos cuando conozcas sus cifras. Este motor de combustión tan enorme pesa una friolera de 2300 toneladas en su versión de 14 cilindros. No obstante, existe una variante más pequeña para buques de dimensiones más reducidas con 6 cilindros. Y vaya cilindros…
Por otro lado, en esta unidad de potencia de la compañía Wärtsilä Corporation, hay que destacar que puede generar una potencia de 80.080 kW de potencia, lo que equivale a 108.909 CV de potencia, y un par motor máximo de 7.6 millones de Nm. Ríete tú del Bugatti, que es una minucia al lado de este titán.
El bloque motor es un turbodiésel de 2 tiempos y con una cilindrada de 25.480 litros. Además, en el año 2020, en una de las revisiones de este motor, se actualizó su sistema de inyección con un nuevo diseño y materiales más resistentes, lo que mejora la vida útil y reduce las posibilidades de fugas. Este modelo lanzado originalmente en 1994 fue actualizado otras veces anteriormente, desde sus inyectores convencionales hasta los Common Rail de control electrónico introducidos en 2003.
En el caso del motor diésel más grande y potente del mundo hasta la fecha, y dadas las restricciones del diésel es probable que quede así el récord, gira entre 92 y 102 revoluciones por minuto (RPM), una velocidad que puede parecer muy lenta comparado con otros motores, como los de los coches, pero que hace que los pistones avancen a velocidades de 8.5 metros por segundo.
Este gigante permite que los buques cargados naveguen a una velocidad de unos 27 nudos, lo que equivale a 50 km/h.
Ni imaginar lo que puede costar el mantenimiento de este motor, y mucho menos lo que puede costar «alimentarlo» con litros y litros de diésel…
| Configuración | Turbo Diésel de 2 Tiempos (configuraciones de 6 y 14 cilindros en línea) |
| Diámetro del cilindro | 960 mm |
| Recorrido del pistón | 2500 mm |
| Cilindrada | 1.820 litros por cilindro (total de 25.480 cc) |
| Velocidad | 92-102 RPM |
| Presión efectiva | 1,96 MPa a máxima carga, 1,37 MPa a máxima eficiencia (85% de la carga) |
| Velocidad del pistón | 8,5 m/s |
| Consumo específico | 171 g/(kW·h) (126 g/(hp·h)) a carga máxima; 163 g/(kW·h) (120 g/(hp·h)) a máxima eficiencia |
| Potencia | hasta 6.030 kW por cilindro, 36.180 a 84.420 kW (hasta 108.909 CV) |
| Densidad de potencia | 29,6 a 34,8 kW por tonelada, 2.301 Tm la versión de 14 cilindros |
| Cantidad de combustible inyectado en cada cilindro por ciclo | ~160 g a plena carga |
Y aquí es donde se podría quedar contestada la pregunta lanzada en el apartado anterior sobre la contaminación del tráfico marítimo, ya que con motores como estos, las cantidades de combustible quemadas son extremas, lo que se traduce también en emisiones extremas.
El motor diésel más grande y potente del mundo consume la friolera de entre 6275 y 7500 litros de gasóleo cada hora. Y para que te hagas una idea, un buque de estas características tardaría unas 2 semanas en cruzar el Atlántico, dependiendo de las condiciones.
Y menos mal que el buque danés Emma Maersk pintó su casco con una pintura a base de silicona que ofrecía menor fricción con el agua, lo que según sus creadores le hace economizar 1200 toneladas de combustible cada año. Aún así para poder hacer esas travesías largas, los buques cuentan con majestuosos tanques de combustible que les permitan tener todos los millones de litros que se van a consumir en el trayecto…