Los motores GDI son motores gasolina de inyección directa. El primer modelo de producción en equipar uno fue el Mitsubishi Galant en 1996 (imagen principal), aunque con el tiempo han ido apareciendo cada vez más motores con este tipo de inyección por sus numerosas virtudes. La primera de ellas: un bajo consumo de combustible y una muy buena potencia. El motor Mitsubishi GDI ha sido uno de los primeros en enfatizar la reducción de contaminación como premisa fundamental.
Se trata de un motor que utiliza el esquema básico de un sistema de inyección multipunto, que combina varios elementos que le permiten variar levemente la inyección de combustible, que se aplica directamente dentro del cilindro. Las características fundamentales de estos motores son:
El primero de ellos es el colector de admisión vertical, que controla el flujo de aire para lograr un alto rendimiento, además de aumentar la cantidad de aire que se suministra para la mezcla.
La forma y la superficie interna del colector afecta en gran medida a las combustiones que se pueden conseguir más tarde en el cilindro. Esta arquitectura de la admisión del motor GDI, se combina con los deflectores de los pistones, una vez que el aire entra en la cámara de combustión.