Nikola Corporation, la empresa que prometía revolucionar la industria del transporte con camiones eléctricos e impulsados por hidrógeno, ha presentado oficialmente su declaración de quiebra tras enfrentar problemas financieros, escándalos de fraude y una demanda insuficiente de sus vehículos. La compañía ha solicitado acogerse al Capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras de Delaware y planea iniciar un proceso de subasta para vender sus activos.
El anuncio confirma el duro golpe a la firma con sede en Phoenix, Arizona, que en sus inicios llegó a alcanzar una valoración de más de 30.000 millones de dólares, superando en su momento a gigantes como Ford Motor. Sin embargo, una combinación de mala gestión, dificultades económicas y problemas con la producción de sus camiones ha llevado a la compañía al borde del colapso. Y ahora está liquidando sus activos al mejor postor…
Una historia de altibajos y controversia…
Fundada allá por el año 2014, Nikola se presentó como un referente en la electrificación del transporte pesado, prometiendo revolucionar el sector con camiones que funcionarían mediante baterías y pilas de hidrógeno. No obstante, en el 2020 su reputación sufrió un golpe devastador cuando salió a la luz que la empresa había exagerado la capacidad real de sus camiones en sus presentaciones.
Por entonces el fundador y CEO, Trevor Milton, fue señalado por haber manipulado información y engañado a los clientes e inversores, lo que provocó su destitución. En 2023, Milton fue condenado a prisión por fraude después de que se demostrara que había presentado videos en los que los camiones parecían operativos cuando, en realidad, no rodaban por sí mismos sino que simplemente estaban rodando cuesta abajo sin propulsión propia.
Desplome en bolsa y dificultades financieras…
Tras el escándalo, Nikola nunca consiguió recuperar su estabilidad. Sus acciones se desplomaron más de un 97% en el último año, alcanzando mínimos históricos. Antes de la apertura del mercado tras conocerse la quiebra, el valor de sus acciones cayó un 45%, situándose en apenas 41 centavos de dólar.
La firma intentó revertir su situación lanzando camiones eléctricos de hidrógeno y buscando inversores estratégicos. A pesar de un ligero incremento en la producción, las pérdidas siguieron siendo insostenibles. En el año 2024 Nikola logró fabricar cerca de 120 camiones impulsados por hidrógeno, pero los altos costes de producción y la limitada adopción en el sector del transporte terminaron por ahogar sus finanzas.
Además de los problemas operativos, la empresa enfrentó una grave crisis de liquidez. Según documentos judiciales, sus activos se valoran entre 500 millones y 1.000 millones de dólares, mientras que sus pasivos oscilan entre 1.000 y 10.000 millones de dólares. Con apenas unos 47 millones de dólares en efectivo al momento de su declaración de quiebra, Nikola se ha visto forzada a optar por disolverse.
Venta de activos y cierre planificado…
Como parte de su proceso de reestructuración, la compañía ha solicitado autorización judicial para subastar todos sus activos y completar una liquidación ordenada. A pesar de la bancarrota, Nikola ha asegurado que continuará el soporte técnico para sus camiones en circulación hasta al menos marzo de este año 2025. Eso sí necesitará aliados estratégicos para mantener su red de reabastecimiento de hidrógeno HYLA.
El actual CEO, Steve Girsky, explicó en un comunicado oficial que la firma ha intentado diversas estrategias para salvarse. Desde la reducción de gastos hasta la búsqueda de nuevos inversores, pero ninguna resultó suficiente para evitar la quiebra. Girsky ha lamentado no haber podido mantener a flote la empresa y ha declarado que…
“Nos enfrentamos a múltiples factores económicos y de mercado que han limitado nuestra operatividad”
Impacto en la industria de los vehículos y camiones eléctricos…
La caída de Nikola no es un caso aislado. En los últimos años, otras compañías del sector de los vehículos eléctricos, como Fisker, Proterra y Lordstown Motors, han seguido un destino similar. La pandemia propició una ola de empresas emergentes que prometían electrificar el transporte pesado. Pero el encarecimiento del crédito, la falta de infraestructura adecuada y la lenta adopción del mercado han dificultado su éxito.
Incluso actores consolidados como Tesla, Rivian y Lucid Motors han enfrentado desafíos en este entorno altamente competitivo. Tesla, pionera en la electrificación, registró su primera caída de ventas anuales en 2024, lo que refleja la desaceleración de la demanda en general.
A pesar del revuelo inicial y el interés en los camiones eléctricos de hidrógeno, la realidad ha demostrado que el camino hacia un transporte sostenible todavía tiene obstáculos importantes. La falta de infraestructura de carga, los altos costes de producción y las dificultades para atraer inversores fiables han afectado a Nikola y otras empresas emergentes.
La declaración de quiebra de Nikola Corporation pone el punto final a una historia que comenzó con grandes expectativas. Y terminó siendo un símbolo de los desafíos que enfrenta la transición a la movilidad sostenible. Mientras la empresa liquida sus activos, el sector en su conjunto sigue buscando soluciones para consolidarse en el mercado. Que, aunque prometedor, sigue siendo complicado para las nuevas empresas.
Fuente – Nikola Corporation
Imágenes | Nikola Corporation