Hablar del Nissan GT-R es hablar de un modelo de marca generalista que atemorizaba a superdeportivos de marcas como Ferrari o Lamborghini, y eso es mucho decir. Sin duda, la eficacia de Godzilla lleva sorprendiendo mucho tiempo a propios y extraños. Ahora, la firma japonesa ha actualizado su Nissan GT-R Nismo, la variante más extrema, que llegará al mercado en septiembre.
Cuando parecía que era difícil mejorarlo, NISMO (Nissan Motorsport) ha dado una nueva vuelta de tuerca a su bestia salvaje. La potencia que emana el 3.8 litros de 600 CV se ha mantenido inalterada, pero los cambios llevados a cabo son de elevada importancia cuando de extraer rendimiento y de mejorar su dinámica se trata. Veamos.
Los motores VR38DETT se montan a mano por maestros mecánicos, los cuales son conocidos como takumi. Lo hacen en una sala especial, a mano y de principio a fin. Ahora recurren a nuevos turbocompresores, siendo los mismos que monta la versión GT3 de carreras, con 10 álabes (uno menos) y son más delgados, lo que supone una reducción de peso y, por tanto, menos inercias. Esto se traduce en una respuesta más rápida. Según apunta Nissan, la respuesta es inmediata y se siente al instante, con una mejora del 20 %.
Como sabéis, el motor del Nissan GT-R Nismo es un V6 de 3.8 litros que va colocado longitudinalmente. Rinde 600 CV a 6.800 rpm, además de un par de 652 Nm entre 3600 y 5.600 vueltas. Su corte de inyección se produce a 7.100 revoluciones. Viene calzado con neumáticos Dunlop SP Sport Maxx GT600 en medidas 255/40 delante y 285/35 detrás de 20 pulgadas en ambos ejes.
También ha habido cambios en la gestión de la caja de cambios de doble embrague con seis velocidades, siendo ahora más rápida en el modo de conducción R. Elige mejor la marcha y, según dice la marca, ha mejorado especialmente en frenadas, donde interesa que la reducción sea rápida y precisa para no dejar caer demasiado el régimen de giro lo que evita parcialmente el subviraje y ayuda a salir más rápido de la curva.
Por otro lado, son visibles algunos leves cambios en la carrocería. No han sido llevados a cabo por realizar un cambio estético a modo de actualización, sino para mejorar la refrigeración del vano motor y los frenos, algo de vital importancia en un vehículo de tales prestaciones.
Los “padrinos” del Nissan GT-R Nismo han buscado reducir el peso total, recurriendo para ello a materiales ligeros. Ahora abunda la fibra de carbono, además de otros materiales que han ayudado ha bajar el peso sobre la báscula en unos 30 kilos. El techo, por ejemplo, es de fibra de carbono. En conjunto, además de la ligereza, un detalle importante es que se reduce el centro de gravedad, por lo que tenemos asegurado un mayor paso por curva.
Todo lo anterior también llega al sistema de frenos Brembo, con grandes pinzas rígidas de seis pistones en el tren delantero y cuatro en el trasero, las cuales muerden discos de 410 mm delante y 390 detrás. Gracias a los componentes utilizados se han podido ahorrar 16,3 kilos de masas no suspendidas, que no es precisamente poco. Por cierto, las pinzas van en color amarillo, con una pintura que aguanta más de 1.000 grados.
Siguiendo con las mejoras introducidas en este Nissan GT-R Nismo 2020, no podíamos olvidarnos de la suspensión. Ha sido reajustada para, además de mantener las inercias en frenadas, aceleraciones y virajes, también ofrecer un mejor guiado y precisión a muy alta velocidad. Los amortiguadores son Bilstein DampTronic y han variado su configuración por la reducción de peso del vehículo.
Más información sobre este modelo
- Plazas 4
- Potencia 570 cv
- Consumo 14 l/100km
- Valoración 4,7