El otro día lo comentaba con mi hermano: no es lo mismo diseñar un vehículo nuevo ciñéndose a las normas y estándares de seguridad, que hacerlo pasa superarlas holgadamente. Hoy día, hay marcas que van a lo seguro, desarrollando sus modelos sobre modernas plataformas. Sin embargo, a la hora de dotar a sus vehículos de la última tecnología en seguridad, prefieren «racanear» un poco y dejar ciertos sistemas para los opcionales.
Así, nos encontramos con situaciones como la que acaba de vivir el nuevo Peugeot 208. A nivel técnico, se sustenta sobre una de las plataformas modulares más modernas y versátiles del mercado. Se denomina EMP1, o CMP, y está diseñada, ex profeso para dar vida a modelos con múltiples opciones mecánicas. Además, puede incluir avanzados asistentes de seguridad e incluso disfrutar de conducción autónoma. Sin embargo, hay un problema.
El Peugeot 208 se levanta sobre la plataforma EMP1
Sí, como podéis imaginar, no ha logrado alcanzar las cinco estrellas EuroNCAP. El ente europeo ha sometido a sus exigentes test de impacto al nuevo Peugeot 208. En las pruebas efectuadas, el vehículo analizado correspondía a una unidad sin opcionales, por lo que se ha tenido que conformar con unas cuatro estrellas. Por tanto, corre la misma suerte que su primo, el todo camino urbano DS 3 Crossback, con la misma puntuación.
De esta forma, la protección que alcanza para ocupantes adultos es de un 91 por ciento. En caso de impacto, la seguridad para infantes se queda en un notable 86 por ciento. Los que peor parados salen son los peatones, o ciclistas, pues su capó sólo alcanza una protección del 56 por ciento. Por último, en materia de ayudas activas a la conducción, debe conformarse con un raspado notable, situándose en el 71 por ciento.