Estados Unidos es un mercado que, por naturaleza, suele huir bastante de los vehículos diésel -y más aún después del escándalo Volkswagen allí detectado, el conocido por todos como Dieselgate-. A pesar de “la caña” que se le está dando a las mecánicas de gasoil en los últimos tiempos, también debemos reconocer que para ciertos casos es más recomendable que las mecánicas de gasolina.
Así ha debido pensar Ford, que por primera vez en su historia dotará de una mecánica diésel a su modelo más vendido durante las últimas décadas al otro lado del charco, el famoso Ford F-150. Esta versión diésel del pick-up por excelencia en Estados Unidos, que recibe la denominación de Ford F-150 Power Stroke, será presentada oficialmente durante los próximos días, en el Salón del Automóvil de Detroit 2018.
El motor utilizado en este Ford F-150 Power Stroke es un V6 de 3 litros que, por supuesto, recurre a la sobrealimentación con turbo de geometría variable. Desarrolla una potencia máxima 253 CV y un par motor de 596 Nm, el cual está disponible desde muy bajas revoluciones, 1.750 concretamente. Dicho sea de paso, la nueva motorización se asocia obligatoriamente con una transmisión automática de diez marchas.
Esto le permite ser un modelo ideal para remolcar o transportar cargas de gran peso. Según la compañía del óvalo azul puede llevar 916 kg y arrastrar con remolque hasta 5.170 kg. Por su parte, Ford ha homologado unos consumos (ante la EPA) de 30 millas por galón, que traducidos a nuestro sistema vienen a ser 7,8 litros de combustible cada 100 kilómetros recorridos. Este V6 diésel estará disponible tanto con versiones 4×4 como 4×2, ofreciéndose en varios tamaños de carrocería.
La actualización del F-150 era presentada hace ahora un año, con algunas mejoras y ajustes prometiendo, además, que llegaría una variante de gasóleo para este modelo que en estos días se materializa. En enero se abre la lista de pedidos, pese a que las primeras unidades no llegarán a los clientes americanos hasta primavera.