El híbrido enchufable es, sin lugar a duda, una de las configuraciones más interesantes que podemos encontrar para recorrer ese camino que nos lleva directamente a los eléctricos. Llegaremos, lo haremos más pronto que tarde, y mientras que vamos dando pasos hacia delante el PHEV parece empujarnos sin llegar a ahogarnos. El Hyundai Ioniq PHEV cuenta con una de las mejores relaciones calidad-precio del mercado, un modelo que es protagonista de nuestra nueva prueba y que nos ha cedido Hyundai Maven Motor Badajoz.
Para empezar, me gustaría empezar contextualizando esta versión. Y es que el Hyundai Ioniq PHEV no es un modelo único, es parte de una completa gama que apuesta claramente por la movilidad eléctrica. En la gama Ioniq encontramos una versión eléctrica, una híbrida y otra híbrida enchufable. Todas ellas comparten carrocería, su envoltorio es similar, pero si rascamos un poco no encontraremos lo mismo en cada una. Es como si tuvierais en las manos tres «Huevo Kinder», aunque la sorpresa te la anuncian antes de comenzar a comer.
No va de moderno
Dado que antes de encontrar la sorpresa del «Huevo Kinder» os habéis comido el chocolate, no vamos a empezar por lo que encontramos en el interior del surcoreano, debemos analizar antes lo que se ve a simple vista. Tampoco quiero extenderme demasiado en su cáscara, para ello tienes la prueba (con vídeo incluido) que publicamos hace unos meses de su variante híbrida convencional. El hermano PHEV es prácticamente su gemelo, siendo realmente difícil diferenciarlos en un primer vistazo.
El Hyundai Ioniq PHEV se diferencia de su hermano HEV en pequeños detalles. El más claro lo encontramos en la parte delantera izquierda. Es aquí donde está situada la toma de carga que utilizaremos para dar energía a la batería. En su zaga podemos leer el distintivo Plug-in, apellido de la versión. Si tienes buen ojo podrás diferenciarlos, sino será como distinguir un azul cielo de un azul turquesa. Sí, vale, tengo problemas con los tonos de colores.
La estética del Hyundai Ioniq es, en líneas generales, sencilla. Nos encontramos con una carrocería típica de berlina compacta. No hay esquinas imposibles, aristas extremas o líneas futuristas, es un híbrido que no va de moderno como la mayoría de sus competidores. Si me preguntáis por sus cotas os respondo a continuación: 4,47 metros de largo, 1,82 de ancho y 1,45 de alto. Medidas que además declaran una distancia entre ejes de 2,70 metros.
En la parte delantera destaca su parrilla hexagonal. Justo en la zona central encontramos el emblema de la marca, logo que luce encima del plástico que oculta el radar de proximidad. No me parece que colocar un plástico en medio para ello sea la mejor solución, aunque no daña la vista. El afilado grupo óptico está integrado en el esquema de su parrilla, encontrando bajo ellos unas tomas de aire que esconden las luces diurnas compuestas por siete LED.
El perfil no nos dice demasiado. Sí lo hacen sus llantas de 17 pulgadas. Y es que este elemento enseña un diseño muy aerodinámico, intentando con cinco grandes aspas cerrar la entrada al aire. La zaga arriesga más. Los detalles en negro del paragolpes, los pilotos de formas puntiagudas y la luneta trasera dividida le otorgan personalidad. Este último recurso de diseño limitará la vista posterior. Y aunque algunos de mis compañeros dicen que esta visibilidad posterior es mejor que la de un Honda Civic, modelo que utiliza un recurso similar, yo os diré que he visto igual de mal en los dos casos.
Interior con calidad y bien ordenado
La marca surcoreana se está empleando a fondo en sus interiores. El Hyundai Ioniq PHEV cuenta con una buena calidad percibida, con un diseño sencillo en el que por supuesto “lo digital” es protagonista. Aquí tampoco hay claras diferencias respecto a la versión híbrida. La pantalla principal, en el acabado Tecno, es de 7 pulgadas y desde ella manejaremos el sistema multimedia. Su gestión me ha parecido sencilla, es intuitiva y completa en cuanto a datos referentes a la conducción. Su inserción en la consola central me gusta, también el contorno en azul que engloba a los aireadores. Quizás su altura podría mejorar, pues me obliga a apartar la vista de la carretera demasiado en cada consulta.
Más bajo tenemos la botonera del audio y del climatizador, todo ello rodeado por el popular, bonito pero sucio negro piano. Este material también rodea el selector de cambios y parte de la botonera del túnel de transmisión, un lugar en el que no he echado de menos huecos para dejar objetos o bebidas. Por su parte, el cuadro de instrumentos también cuenta con representación digital, encontrando en este punto un dial central que muestra información relevante de la conducción y del sistema multimedia. En sus extremos derecho e izquierdo todo estará más enfocado a la batería y la actuación de los diferentes motores.
Confortable y espacioso, pero solo delante
Justo sentado en el puesto de conducción descubrimos que su posición es, en cualquier caso, cómoda. Resulta curioso, pues aunque es una mera sensación siento que me invita desde que me abrazan sus asientos y me acomoda su mullido a conducir de manera relajada y eficiente. El volante es ergonómico. Su parte baja está achatada, es de tres radios y esconde levas tras él. Por lo demás, el puesto de conducción es más bien elevado, y desde él podrás manejar la pantalla táctil del cuadro de instrumentos sin problemas.
En términos de espacio, las plazas delanteras, como ocurre en la mayoría de los casos a no ser que viajemos en un compacto biplaza, son suficientes para viajar cómodamente. La fila trasera, por su parte, no es ni mucho menos igual de espaciosa. Y el problema no lo tienes con las rodillas, pues en este sentido el espacio es muy correcto. El problema lo tendrás con la cabeza. Y es que si superas el 1,80 metros, como es mi caso, el techo irá peinando tu cabeza. La plaza central, por otro lado, tampoco es demasiado amplia. Eso sí, si viajas en ella tus pies no tendrán que esquivar un alto túnel de transmisión.
En el maletero del Hyundai Ioniq PHEV empezamos a encontrar diferencias de relevancia respecto a la versión híbrida. Debido a la batería de polímero de iones de litio de mayor tamaño y capacidad, 8,9 kWh respecto a 1,56 kWh del híbrido, el espacio es más reducido. De 443 litros pasamos a 341. Y no es que tengamos un maletero pequeño, es que el de su hermano es notablemente más grande. Eso sí, las formas de este maletero son clave. Al estar tan bien aprovechado da la sensación de ofrecer más litros. Y, en todo caso, nos da más juego para colocar nuestro equipaje. Por cierto, si abates los asientos tendrás 1.401 litros.
La técnica
Entrados de lleno en la técnica os cuento que la base de este Hyundai Ioniq PHEV es un sistema híbrido compuesto por un motor 1.6 litros GDI y un motor eléctrico de 60,5 CV. El motor de combustión interna es de gasolina, de ciclo Atkinson y cuenta con unos 100 CV. La mecánica eléctrica trabaja entre el motor y la caja de cambios automática, una transmisión de doble embrague y seis velocidades. Todo para ofrecer 141 caballos de potencia finales.
Sobre el papel, el modelo asiático no es nada rápido. Declara un 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y 178 km/h de velocidad máxima. Números en los que debemos tener en cuenta su peso, de casi 1.500 kg. Si lo comparamos con sus hermanos nos encontramos con que el híbrido es más lento, mientras que el eléctrico es más rápido. En este batiburrillo de números es especialmente interesante su coeficiente aerodinámico, de solo 0,24 Cd. Y es que además cuenta con una parrilla delantera activa que abre o cierra sus tomas de aire dependiendo de la situación.
La batería del Hyundai Ioniq PHEV es, como decíamos en las anteriores líneas, notablemente más grande que la del híbrido. Su mayor capacidad hace imposible su carga en conducción, debiendo ser recargada mediante un cargador interno de 3,3 kW. Desde él podremos recargar el vehículo mediante un ‘Wallbox’, con el que tardaremos aproximadamente dos horas y cuarto, o en un enchufe doméstico convencional, aumentando el tiempo de espera a casi cuatro horas.
Ideal, para cierto tipo de cliente
Y en la práctica el Hyundai Ioniq PHEV demuestra tanto que es una de las mejores alternativas en el mercado del PHEV, como que este tipo de configuración es de suma utilidad en este periodo de “transición” hacia lo eléctrico. Ahora bien, será un gran aliado para cierto tipo de cliente, no para todos, ni mucho menos. El Hyundai Ioniq PHEV está destinado a aquellos usuarios que recorren durante el día unos 40 km. en ciudad y que tienen la posibilidad de recargar el vehículo por la noche. En este contexto el PHEV del Ioniq cobra sentido, pues de manera oficial declara unos 63 km. autonomía, una cifra que en la práctica, siempre que no exijas demasiado al motor eléctrico, se quedará en unos 45 km. de autonomía real.
Con este híbrido enchufable puedes estar durante toda la semana utilizando con exclusividad el motor eléctrico, siempre como decimos que puedas cargarlo durante la noche o en el trabajo. En el túnel de transmisión cuentas con un botón que activará la función EV, funcionamiento exclusivo del eléctrico, o HEV, combinación de ambos motores. Eso sí, os recomiendo que siempre contéis con algo de gasolina en el tanque, un depósito que cuenta con unos 43 litros, pues en ciertos momentos el motor de combustión interna se pondrá en funcionamiento sin poder evitarlo.
Pese a mantener encendida la función EV el motor gasolina será arrancando, entre otras situaciones, si acabamos de poner en marcha el coche por la mañana. También se pondrá en funcionamiento si encendemos el climatizador, o si pisamos el pedal del acelerador con contundencia. Si viajamos a velocidades altas también notaremos su presencia. Y es que los trayectos en ciudad deben ser puramente urbanos, fuera de este entorno nos pasarán dos cosas: O bien el gasolina actuará para apoyar el eléctrico con el consiguiente gasto de combustible; o la autonomía bajará como si estuviéramos descendiendo una montaña rusa. Por cierto, no es fácil notar su puesta en marcha, no hay demasiadas vibraciones ni es ruidoso. Quizás, en frío o a baja velocidad con menos ruido de fondo, será más perceptible al oído.
Si me preguntáis por la recarga de la batería en movimiento os puedo decir que sí, que se produce, pero por supuesto no es suficiente para recargar un porcentaje útil. En frenadas o en desaceleraciones podremos comprobar como el vehículo manda energía a la batería. Pero con ello apenas conseguiremos recargarla un 15 por ciento, haciéndose obligado dejarlo en una estación de carga o cargarlo en casa.
Buenos consumos
Nuestro Hyundai Ioniq PHEV también es útil para viajes de fin de semana. Aquí activaremos el modo híbrido, y si la batería tiene una carga alta apoyará al motor gasolina de manera constante reduciendo notablemente el consumo de carburante. En un viaje por carreteras secundarias de más de 250 km. el consumo que ha reflejado el ordenador de abordo ha sido de 3,7 l/100 km, una cifra realmente interesante. Y si hacemos balance de los más de 330 km. que he recorrido con él en esta prueba el consumo medio ha sido de 3,4 l/100 km.
Suavidad y eficacia
No puedo despedirme del asiático sin destacar dos apartados más. El primero que me ha llamado la atención tiene que ver con su dinámica. Estamos ante un coche muy suave de llevar, confortable y que invita una conducción tranquila. Pero no lo hace por ser torpe en cambios de apoyo o balancear en exceso, sino por un rodar eficaz y una suavidad de marcha destacada. A esto contribuye su caja de cambios de doble embrague, una transmisión de seis velocidades rápida y agradable de manejar.
El Hyundai Ioniq PHEV cuenta con modos de conducción, una función ECO que tendrá especial en cuenta la utilización del motor eléctrico y una SPORT que intentará sacar todo el partido a los 141 CV combinados. Su equipamiento es realmente completo, destacando los sistemas de ayuda a la conducción como el mantenimiento de carril. En otoño el modelo surcoreano recibirá un restyling, un lavado de cara con el que intentará seguir con su buen ritmo de ventas. El pasado año el Ioniq superó la barrera de las 100.000 unidades vendidas. La variante PHEV, que llegó un año después, es la que disfruta de menos ventas.
Acabados Hyundai Ioniq PHEV
Klass
- Antena de techo tipo aleta de tiburón
- Asiento de conductor y pasajero regulables en altura
- Control de crucero y limitador de velocidad
- Cuatro elevalunas eléctricos
- Asientos de tela
- Bandeja cubrecarga enrollable
- Bolsas en los respaldos de los asientos delanteros
- Cinturones delanteros con ajuste en altura
- Climatizador automático bizona
- Portagafas
- Equipo de audio con 6 altavoces y pantalla táctil
- Intermitentes LED integrados en los retrovisores
- Luces diurnas de tipo LED
- Llantas de aleación de 15 pulgadas
- Pantalla multifunción a color de 4,2″
- Rejilla frontal de aerodinámica activa
- Retrovisores exteriores en color de la carrocería y calefactables
- Sensor de aparcamiento posterior
- Alerta por cambio de carril involuntario
- Alerta de colisión frontal
- Sistema de frenada autónoma de emergencia
- Navegador
- Volante con regulación en altura y profundidad
- Volante y pomo revestido en cuero
Tecno
- Android Auto y Apple CarPlay
- Asiento del conductor con regulación de apoyo lumbar
- Cámara de aparcamiento trasero
- Cargador inalámbrico para el smartphone
- Salidas de climatización para las plazas traseras
- Equipo de audio con 8 altavoces y subwoofer
- Espejo retrovisor interior fotosensible
- Pilotos traseros de LED
- Faros con iluminación de Xenon
- Kit antipinchazos
- Llantas de aleación de 17 pulgadas
- Llave inteligente con apertura y arranque manos libres
- Molduras inferiores de las puertas en negro
- Pantalla táctil multifunción en 7 pulgadas
- Parrilla frontal cromada
- Sensor de lluvia
- Servicios TomTom live
Style
- Alerta de tráfico cruzado trasero
- Asiento del conductor con reglajes eléctricos y memoria de posición
- Asientos tapizados en cuero, ventilados y calefactados
- Control de presión de neumáticos
- Manetas exteriores cromadas
- Pantalla táctil multifunción en 7 pulgadas
- Pedales deportivos en aluminio
- Sensores de aparcamiento delanteros
- Sensor de presencia en ángulo muerto
- Sistema de navegación integrado en pantalla táctil
- Techo solar practicable
- Volante calefactable
Precios Hyundai Ioniq PHEV
Motor | Cambio | Acabado | Precio |
---|---|---|---|
Motor | Cambio | Acabado | Precio |
1.6 GDI 141 CV | DCT 6v | Klass | 33.425 € |
1.6 GDI 141 CV | DCT 6v | Tecno | 35.575 € |
1.6 GDI 141 CV | DCT 6v | Style | 38.575 € |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4 estrellas
- Excelente
- Hyundai Ioniq PHEV
- Reseña de: Enrique León
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Confort
- Transmisión de doble embrague
- Consumos
Contras
- Pedal de freno de estacionamiento
- Vista posterior
- Altura plazas posteriores
Interesante artículo aunque hay algunas inexactitudes. Una es que el coche sí tiene una autonomía real de 60 km en eléctrico si haces una conducción eficiente. El motor de gasolina no se enciende solo al arrancar por la mañana. Eso sucede si conectas la calefacción, cuando aceleras bruscamente o cuando demandas demasiada potencia de la batería de forma continuada. Otra cosa. Si vives en una zona con grandes desniveles, sí aprovechas bastante la amplia batería para regenerar energía en las bajadas. Yo he cargado de un 10 a un 80% al bajar un largo puerto de montaña, cosa que con el HEV sería imposible ya que la batería es mucho más pequeña. Y toda la razón en cuanto al tipo de usuario. Si tu uso es urbano o periurbano, 30-50 km diarios y viajes largos ocasionales, encaja como anillo al dedo. El consumo en híbrido es bajísimo también. En general un buen coche. Vamos a ver como va de fiabilidad mecánica. El futuro dirá…