El Opel Mokka puede salir de la carretera…pero sin excesos
El Opel Mokka nos ha gustado (y bastante) en su faceta de coche para una familia media o para disfrutar al volante en un uso personal. Lo hemos conducido durante algo más de 1.000 kilómetros, incluyendo una breve pero intensa excursión Off-Road. ¿Qué tal se ha comportado el simpático SUV de Opel fuera del asfalto? Pues vaya…hemos visto de todo, luces y sombras.
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Un coche bien construido
Un punto a favor del Opel Mokka es que pese a tener unas suspensiones tirando a duras y unos neumáticos de perfil más bien bajo, cuando circulamos por caminos y pistas sencillas no se sienten ruidos, crujidos ni vibraciones fuera de lo normal. Esto nos da una idea de lo bien ensamblado que está el coche y de los niveles de calidad que se ha exigido a cada una de sus piezas. Evidentemente estoy hablando de un coche nuevo y desconozco como va a evolucionar con el paso de los años, aunque la impresión es buena.
En pistas rápidas el Opel Mokka es divertidísimo
Un sistema de tracción enfocado a la carretera.
La tracción 4×4 del Mokka, por su rapidez y suavidad de funcionamiento parece estar claramente enfocada a dotar al coche de un mayor dinamismo en conducción por carretera y pistas rápidas. Su sistema inicialmente transmite toda la potencia a las ruedas delanteras, pudiendo llevar hasta el 50% del par a las traseras en caso de pérdida de adherencia.
En superficies muy deslizantes el Mokka no se mueve con soltura
En principio es una configuración muy similar a las de otros SUV, pero aunque en pistas rápidas funciona de maravilla, cuando la cosa se complica y las ruedas empiezan a levantarse del suelo o a patinar, ya no funciona tan bien. El sistema frena la rueda que patina con excesiva suavidad y esto dificulta que el par se transmita bien a la rueda que tiene adherencia. Por ejemplo, si el coche patina en una cuesta o en un cruce de ejes, nos veremos obligándonos a acelerar más de lo normal para avanzar y al frenarse las ruedas que patinan con poca decisión el coche avanza a trompicones de forma poco fluida.
Esta falta de efectividad en zonas muy complicadas se ve compensada por grandes dosis de diversión en caminos de gravilla suelta o carreteras muy deslizantes. El reparto de par es rápido y fluido, dando al coche un toque sobrevirador muy interesante tanto en retenciones como en aceleraciones. Por cierto, por si te lo estabas preguntando, el ESP permite bastantes alegrías antes de cortarnos el rollo, algo poco habitual.
Unos neumáticos de asfalto
Cuando el suelo empieza a cubrirse de nieve o barro, rápidamente salen a relucir las limitaciones impuestas por los neumáticos de asfalto. No tienen apenas adherencia en dichas superficies deslizantes, siendo catastróficos en hielo. Un ligerísimo desnivel helado será insalvable para un Mokka 4×4 equipado con estos neumáticos…y no hablemos ya si solo hay tracción delantera.
En cambio, estos neumáticos se han comportado francamente bien en asfalto, con poca deriva al volante y una excelente capacidad de frenada.
Unas cotas 4×4 muy limitadas
No hace falta ser un hacha del off-road extremo para darse cuenta que el parachoques delantero del Opel Mokka está inusualmente cerca del suelo. De hecho, está incluso más cerca que el del Opel Astra, por ejemplo. Esta característica unida a un gran voladizo delantero (distancia del eje de la rueda al morro), significa que deberemos tener mucho cuidado para no cargarnos el parachoques frontal cada vez que salgamos del asfalto…en incluso con el bordillo aparcando.
La distancia libre al suelo es similar a la de un turismo…o incluso menor
El resultado es que aunque el resto de cotas 4×4 (ángulo central y trasesro) del Mokka sean aceptables, al tener un ángulo frontal tan escaso, el coche queda totalmente limitado en las excursiones fuera de la carretera. Es de suponer que Opel haya elegido este parachoques por motivos puramente estéticos y quizás de consumo, porque a nivel práctico deja mucho que desear. Por lo menos parece relativamente resistente, porque algún “toquecito” se ha llevado durante la prueba Off-Road y seguro que no soy el primero que prueba el coche…
Conclusión Off-Road
Estamos ante un SUV claramente enfocado al asfalto, con una dinámica de conducción muy estimulante y agradable. Este coche no descarta salirse de lo negro, pero deberemos limitarnos a pistas muy sencillas, caminos o carreteras cubiertas de nieve o hielo, poco más. Si se conduce con un poco de técnica es posible llegar con él a sitios de mediana complejidad, pero el con el riesgo de perder el faldón delantero en la batalla…y dehacer sufrir al embrague, ya que el motor tiene cierta tendencia a calarse a bajas vueltas (supongo que por la poca cilindrada) y es necesario hacer resbalar el embrague para dosificar el par. Menos mal que con el Start&Stop, cuando se cala, el motor arranca inmediatamente de forma automática.
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- En suelos muy deslizantes el Mokka no se mueve con eficacia
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