Con un certamen de Coche del AƱo en Internet CAI 2013 que pronto cerrarƔ las puertas, nosotros seguimos pasando revista a los candidatos, y nos toca poner a prueba el nuevo SEAT Toledo. Mientras, te recordamos que puedes ganar un iPad Mini votando por tu favorito.
Esta semana probamos una leyenda. Asà es como nos presenta la marca el nuevo SEAT Toledo, su nueva berlina de tres volúmenes derivada del Ibiza que promete espacio a bajo precio. Nosotros vamos a analizar si esto es realmente asà a través del Toledo TDI 90 CV DSG, la nueva motorización diésel de acceso a la gama y cambio de doble embrague.
SEAT Toledo, discreto pero inteligente
A primera vista el SEAT Toledo pasa desapercibido, es su intención. Es un coche sencillo y prĆ”ctico, y punto. No busca ser el mĆ”s deportivo ni el mĆ”s llamativo pero sĆ el mĆ”s polivalente y eso es algo que no se descubre con sólo echar un vistazo a su carrocerĆa.
Se trata de una carrocerĆa de corte clĆ”sico, con un escueto tercer volumen que lo diferencia del Ibiza, del que retoma no sólo los rasgos sino tambiĆ©n la plataforma. Ćsta se ha alargado para ofrecer mĆ”s distancia entre ejes y, en consecuencia, una mayor longitud, 4,48 metros en concreto. Todo esto repercutirĆ” en el espacio interior del Toledo, que es precisamente su valor diferencial.
El diseƱo es simple, en consonancia con el nuevo lenguaje de diseƱo de la marca. El frontal presenta unos grupos ópticos de formas afiladas, imagen caracterĆstica de los Ćŗltimos lanzamientos de la firma. La zaga mantiene la sencillez, con unos pilotos anchos y horizontales con la firma lumĆnica que ahora luce SEAT.
No encontramos escapes a la vista, ni kits deportivos aunque, todo hay que decirlo, el resultado es de lo mĆ”s agradecido, sobre todo tal y como lucĆa nuestra unidad de pruebas, en un color azul nada discreto y acabado Style que, entre otras cosas, montaba estas bonitas llantas de 17 pulgadas.
ErgonomĆa y sencillez
Abrimos las puertas y nos introducimos en el habitƔculo del SEAT Toledo, un lugar en el que todo se diseƱa de forma simple, donde todo se maneja de forma sencilla y donde no encontramos grandes alardes en diseƱo. Sin embargo, el paquete opcional de nuestra unidad, que tiƱe varios elementos como la parte baja del salpicadero, los paneles de las puertas o los asientos en color beige, le dan un aire mucho mƔs atractivo que nos hace borrar de la cabeza aquella imagen de low-cost.
SĆ, low-cost, este Ā«palabroĀ» que ahora utilizamos para llamar a algo barato. Es la filosofĆa del nuevo Toledo, pero una vez dentro la sensación no es la de estar sentados a los mandos de un coche especialmente barato.
Los plÔsticos son duros, todos, sin embargo la calidad de construcción parece bastante alta, tanto como la de algunos materiales, como el cuero del volante. SerÔ barato, pero no da la sensación de serlo, a priori. Como todo, tiene sus pegas.
El equipamiento es bastante abundante pero siempre echaremos en falta elementos como el sensor de luces automĆ”ticas, climatizador bizona o faros de Xenón. Son, sencillamente, elementos deseables, pero si optamos por el acabado mĆ”s alto de gama creo que no echaremos nada en falta, al menos al precio que hemos pagado. En todo caso, podemos tener navegador (de funcionamiento bien agradable, por cierto), Bluetooth, climatizador⦠En definitiva, no hablamos de un coche āpeladoā.
Espacio, su razón de ser
Hemos hablado de bajo precio y de calidades correctas, pero nada de eso es comparable al espacio. El SEAT Toledo tiene defectos pero su mayor virtud, por encima de todo, es el espacio interior. AĆŗn ando confuso cuando pienso cómo se ha podido crear tanto espacio interior en una berlina asĆ de compacta. Y es que el Toledo goza de mĆ”s habitabilidad que muchas berlinas de categorĆas superiores.
Las plazas delanteras son amplias y sólo pecan de unos asientos con un mullido demasiado duro. Pero atrĆ”s es como viajar en el salón de casa. AĆŗn con los asientos delanteros en una posición ciertamente retrasada, los pasajeros de la segunda fila no podrĆ”n quejarse de espacio para las piernas. Para la cabeza tampoco, y es que el SEAT Toledo no cuenta con una caĆda de techo pronunciada que enriquezca el diseƱo. De nuevo la sencillez prima.
SĆ serĆ” en anchura para los hombros donde encontremos un pequeƱo hĆ”ndicap. Con una anchura Ćŗnicamente 1,3 centĆmetros mayor que la del Ibiza tampoco podemos esperar mĆ”s. Otra vez, el asiento central trasero no serĆ” objeto de elogios por sus ocupantes por ser estrecho, mĆ”s elevado y mĆ”s duro.
La habitabilidad es, pues, su mayor atributo, detalle que se ve fortalecido por una cantidad de huecos portaobjetos bastante agradecida. Es un coche pensado para el uso cotidiano y para la vida familiar, de eso no me cabe la menor duda.
Maletero de 550 litros
Podemos pensar que el espacio interior se ha conseguido a base de recortar del maletero. No. De hecho, rotundamente no. Cuando abrimos el portón nos situamos ante el maletero mÔs grande del segmento y que algunos de segmentos superiores. La primera impresión es pensar que es enorme, porque lo es, nada menos que 550 litros de capacidad, y no sólo eso, sino que también es muy aprovechable.
Cuenta con unas formas muy cĆŗbicas para desaprovechar el mĆnimo espacio, y al gran portón hay que sumarle una boca de carga ancha y accesible para poder introducir cualquier objeto. Si, ademĆ”s, abatimos los asientos traseros, darĆ”n ganas casi de amueblar el hueco, aunque el piso no quede plano y suframos de un gran escalón.
Como hemos visto, sin ningĆŗn tipo de claustrofobia nos despedimos por hoy de nuestra prueba del SEAT Toledo, para maƱana arrancar el motor 1.6 TDi de 90 caballos, reciĆ©n salido al mercado, en combinación con la caja automĆ”tica de doble embrague DSG, con vĆdeo incluido. Os esperamos.