- El Volvo V40 rodeado de fríos parajes se siente como en casa
El Volvo V40 es un compacto de 5 puertas con un diseño atractivo, una gama de motores amplia, buenos acabados y posibilidad de llevar un equipamiento de seguridad fuera de lo normal. Por el contrario tienen unas plazas traseras y maletero algo justo y un precio de acceso casi en línea de rivales con mayor nombre (BMW Serie 1, Audi A3, etc.). La versión básica con el motor D2 parte de 23.500 euros, aunque esta unidad cargada de extras cuesta unos 34.500 euros.
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Este Volvo V40 está a la venta desde mediados del 2012, recuperando el nombre la berlina con carrocería familiar que estuvo a la venta hasta el 2004. Realmente en su diseño hay ciertos toques que recuerdan a un familiar (como el gran portón trasero) pero es indiscutible que Volvo ha querido fabricar un compacto “Premium”.
Diseño exterior
El diseño de la parte posterior recuerda claramente a Volvo
De toda la vida me han gustado los diseños Volvo, sobre todo exteriormente. En el nuevo V40 hay más concesiones al diseño de lo habitual en la marca. Por ejemplo el parabrisas muy inclinado que resta altura al interior, las puertas que no permiten un acceso muy bueno al coche y la línea de cintura alta que disminuye algo la luminosidad del habitáculo (aunque posiblemente también sea más seguro en caso de accidente).
Aun así me gusta la línea del Volvo V40, pues emana fuerza y calidad, siendo quizá la parte trasera la menos agraciada para mi gusto. La línea lateral destaca por la inclinación de la cintura y unas llantas discretas pero elegantes de 16” que contribuyen al confort y aislamiento de los pasajeros. El nivel superior de equipamiento trae llantas de 17″.
Los típicos marcos cromados del frontal y lateral desaparecen en la parte trasera para dejar paso al revestimiento de cristal oscuro translúcido que lucen muchos Volvo (y el Honda Civic, por ejemplo). Este portón de cristal que también podemos ver en el Volvo C30 es un evidente guiño al antiguo Volvo 480 y al aún más antiguo Volvo P1800ES. Un curisoso contraste de lineas más o menos rectas de la parte trasera y redondeadas del frontal que se convierte en una de las señas de identidad del diseño que luce el V40.
Un detalle que queda poco integrado en el frontal del coche es el sistema de detección del paquete “Safety” (del que hablaremos más tarde), porque se nota claramente una cajita de plástico que desentona con el resto de la calandra.
Diseño interior
Es imposible que este salpicadero no guste
Si antes decía que de toda la vida me han gustado los diseños exteriores de Volvo, no puedo decir lo mismo de los interiores. Antes no me entusiasmaban mucho, pero el salto que han dado en la última década ha sido espectacular, resultando ahora mucho más acogedores y visualmente agradable, con un diseño limpio. La calidad de materiales y ensamblado está a la altura de las expectativas, sin ruidos, crujidos ni holguras visibles. La parte superior del salpicadero y puertas está recubierta de plásticos blandos y agradables. La iluminación y los tonos claros completan un ambiente de calidad.
Los asientos de cuero blanco resultan espectaculares…
Como es habitual en Volvo, la consola central está abarrotada de botones, algunos poco intuitivos como los de la climatización. Curiosamente, gracias a ese diseño “flotante” característico de Volvo, pese a la ingente cantidad de botones no tiene aspecto recargado. Por detrás de dicha consola flotante hay dos huecos bastante grandes donde vaciarnos los bolsillos. En el coche hay repartidos más huecos portaobjetos en la media de lo habitual en este tipo de compactos.
Las plazas traseras no son de lo mejor del segmento, pero resultan suficientes para dos personas
Las plazas delanteras no admiten ninguna pega, con unos asientos impecables, cómodos y con sujeción lateral suficiente. La amplitud de reglajes es buena, quedando todos los mandos bien a mano a personas de diferentes tallas. La visibilidad es buena hacia delante y mediocre a través de la luna trasera, algo cada vez más habitual en los compactos, sobre todo cuanto más concesiones tengan al diseño. Para compensar, los retrovisores son amplios y permiten buena visión, además de que el sistema de detección de vehículos en ángulos muertos también nos ayuda.
El cuadro de mandos es digital y tiene varias configuraciones. Esta es la que más me gusta
El cuadro de mandos es de diseño moderno y como opción el tablero con las típicas agujas puede ser sustituido por una pantalla a color donde se visualizan todos los datos de velocidad, nivel de carburante, cuentarrevoluciones, etc. Esta opción cuesta 350 euros y aporta un toque muy interesante al interior, aparte de que puede configurarse con tres diseños predefinidos (ECO, Classic y Performance). En la opción Classic el cuadro es de tonos verdes y marrones con el clásico velocímetro y cuentrarrevoluciones. En ECO el cuadro va cambiando entre azul y verde, orientando nuestra conducción al máximo ahorro. En Performance los tonos rojos predominan, sustituyendo el velocímetro de aguja por un indicador numérico digital, cobrando protagonismo un gran cuentarrevoluciones central.
El diseño «Eco» del cuadro no es tan espectacular…pero si elegante
Aparte de estos indicadores también existe uno que muestra en tiempo real el porcentaje de potencia que estamos solicitando al motor respecto al máximo que puede entregar, el punto óptimo de cambio de marcha, los kilómetros, consumos, etc. Hay personas que pueden sentirse intimidadas por el aspecto poco convencional del cuadro; personalmente me gusta, sobre todo la versión “Performance”.
Otro detalle muy curioso del interior es que la palanca de cambios tiene el pomo retroiluminado, de tal manera que el gráfico con la “H” donde se indica como meter las marchas brilla. Alguno de mis compañeros piensa que es una horterada, a mí me parece original y resultón. Dado que es un opcional, puedes elegir si lo quieres o no.
Como viene siendo habitual, el maletero tiene un doble fondo
Las plazas traseras del Volvo V40 no son especialmente amplias. La banqueta está configurada claramente para dos personas y realmente es mejor así, ya que tres viajarán bastante apretados. La altura libre tampoco es un prodigio, pero resulta suficiente, mientras que el espacio para las piernas está mejor conseguido. Los ocupantes de estas plazas disfrutarán de reposabrazos, dos portabebidas y unos reposacabezas que parecen inusualmente eficaces, comparándolo visualmente con otros coches. Mejor no necesitar comprobar su eficacia…
El maletero cubica 335 litros según la marca, de los cuales 16 pueden ir en un doble fondo de 10 cm de altura (opcional). No es un maletero grande, ni la boca de carga es especialmente amplia y capaz (concesiones del diseño del portón, supongo). Al menos está bien terminado, equipado e iluminado. El doble fondo antes mencionado se puede compartimentar para que los objetos queden fijos y no se muevan. En mi opinión Volvo debería haber trabajado un poco más el maletero para ganar versatilidad en un compacto que no va muy sobrado de huecos y espacio.
