La historia de General Motors y Opel en Europa parece destinada a repetirse una y mil veces. La firma del rayo, y su ramificación inglesa Vauxhall, no acaban de encontrar su punto óptimo en el mercado europeo y la paciencia a los directivos de General Motors parece que se les está acabando. Ya, en la última gran reestruccturación del conglomerado americano Opel estuvo a punto de ser vendida a Magna, pero por darle un último voto de confianza aún sigue integrada en su seno.
Después de ello, General Motors gestó un gran acuerdo con el Grupo PSA (Peugeot, Citroën y DS) para compartir tecnologías y plataformas. Sin embargo, aquel acuerdo se vino abajo cuando entro en el accionariado del grupo francés el capital de los chinos. De él solo parecía que había quedado el desarrollo de los nuevos Opel Crossland X y Citroën C3 Aircross (o C3 Picasso), pero parece que eso solo es la punta del iceberg.
Según hemos sabido, parece que General Motors y el Grupo PSA, de forma muy discreta, han seguido negociando para que el conglomerado francés pueda adquirir tanto Opel como Vauxhall al grupo americano. Esta información, al parecer ya ha sido confirmada por PSA y dentro de las conversaciones se estaría explorando las mejores alternativas para tomar el control de la firma alemana e inglesa.
De ser esto cierto, PSA pasaría a ser el segundo mayor fabricante de coches de Europa adelantando en su carrera a FCA. Con esta adquisición su cuota de mercado en nuestro continente crecería hasta un 16 por ciento. De esta forma al fabricar más unidades sus costes de desarrollo serían más bajos, además de tener acceso a toda la tecnología que Opel atesora en cuanto a movilidad eléctrica y sistemas de ayuda a la conducción e infoentretenimiento.