Si vamos al Diccionario de la RAE y buscamos la palabra «lujo» debería ir Rolls Royce en primer lugar. Por si no lo sabías, es una palabra derivada del latín que en su acepción primera significa «abundancia en el adorno o en comodidades y objetos suntuosos» pero si vamos a la cuatro tenemos «elevada categoría, excelencia o exquisitez que posee algo por la calidad de las materias primas empleadas en su fabricación, sus altas prestaciones o servicios»
Pues bien si hay un vehículo que encarne mejor que ninguno lo que es el lujo ese es el Rolls Royce Boat Tail. ¿Recuerdas que en su día te hablamos de él, no? Y que sólo iban a fabricar tres unidades y una de ellas, la que vio la luz en primer lugar, podría ser de Beyoncé. Pues bien, ahora debuta en sociedad la segunda unidad de esta «santísima trinidad» del lujo. O más bien, debutará en pocos días en el Concorso d’Eleganza de Villa d’Este…
El propietario de este Rolls Royce Boat Tail es italiano y se dedica al mundo de las perlas…
Como puedes ver en las imágenes, el diseño del Rolls Royce Boat Tail no varía respecto a su hermano. En cambio, el «envoltorio» que lo adorna es completamente nuevo. Para la ocasión la división «Bespoke» de la marca se ha inspirado en el mundo de las perlas. La razón para tal influencia tiene que ver con que el dueño de la unidad en cuestión y toda su familia se dedican a este negocio. Es más, han proporcionado materia prima para el desarrollo.
De hecho, queda patente que el tono que viste la carrocería y gran parte de los guarnecidos interiores tienen esta tez. Según Rolls Royce están ante el acabado más complejo de su historia y, además, la pintura no tiene nombre. Si buscamos una razón parece combinar el tono rosa con el ostra con copos blancos y bronces mezclados. El efecto es nacarado a contraste con el tono coñac del capó y con el bronce y oro que también se ven en la carrocería.
Como ocurría en el primer Boat Tail, la zona de la zaga está acabada en chapa de nogal con rayas de oro rosa. Y se mantiene el juego de sombrilla con sillas para tomar el sol disfrutando de un picnic o una copa de champan. En el interior la inspiración en las conchas y las perlas se mantiene. Además también incluye acentos en coñac, nogal, oro rosa y acentos en nácar. De hecho, el propietario suministró a Rolls-Royce madreperla de su colección.
Sea como fuere, cualquier cosa que se pueda decir de este segundo Boat Tail se queda corto. De hecho las malas lenguas dicen que el precio del primero fue de unos 28 millones de dólares. Así es que si este es más suntuoso imaginad cuánto no habrán pagado por él…
Fuente – Rolls Royce