La electrificación del sector del automóvil ha cambiado la forma en que los fabricantes trabajan. Aún recuerdo cuando firmas premium de primer orden y catálogos prohibitivos anunciaron que no tendría efecto alguno sobre sus modelos. Pero la ley es la ley y aunque no guste todos tenemos que cumplirla (salvo casos excepcionales). Y por tanto a firmas como Bentley, Rolls Royce o Lamborghini no les ha quedado otro remedio que claudicar con ella…
Como sabes Rolls Royce ya ha iniciado su transición hacia la electrificación total. Para iniciar este camino lanzó al mercado el Cullinan Plug-In Hybrid que tan buena acogida ha tenido entre los clientes. Pero también tiene a sus ingenieros trabajando en el desarrollo del Spectre, su primer modelo cien por cien eléctrico. Y entre medias van a decir adiós al Dawn, el descapotable más vendido en su historia y que lleva en activo desde el año 2015…
El Rolls Royce Dawn debutó en sociedad en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2015 y se basa técnicamente en el Wraith…
La primera vez que vimos al Rolls Royce Dawn fue en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2015. El objetivo de la casa inglesa con su desarrollo era muy claro: captar la atención de los clientes «más jóvenes». Y para tal misión su equipo de ingenieros partieron del Wraith coupé que llegó al mercado en el año 2013. Aunque sus responsables dieron una orden a seguir y es que su planteamiento estético debía ser más fluido a la par que elegante.
De hecho, en un primer momento el techo iba a ser rígido pero finalmente optaron por uno de tela. En este proceso la firma optó por incluir materiales tan exclusivos como cachemira haciendo del Dawn uno de los cabrio más silenciosos del mundo. Otro detalle curioso y a tener en cuenta tiene que ver con el sistema usado para ver como afectaba a los pasajeros el flujo del viento al ir sin techo. Usaron un maniquí con peluca larga para ajustar el techo…
Respecto a su gama mecánica el Dawn llegó con el poderoso bloque 6.6 V12 Biturbo de 571 CV y 779 Nm. Gracias a él pasaba de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Además, contaba con el chasis «Magic Carpet Ride» que como curiosidad, aislaba hasta de terremotos. En los años sucesivos llegarían versiones más exclusivas como la Black Badge con 30 CV más de potencia y 840 Nm de par.
En resumen, Rolls Royce creó al Dawn partiendo del Wraith al que modificó hasta el 80% de los paneles de la carrocería. Su techo retráctil de lona se plegaba en tan solo 20 segundos y ofrecía un nivel de lujo y exquisitez que las marcas rivales jamás lograron. Así es que como adiós no está mal, aunque hace poco despidieron al Wraith y lo hicieron con una versión especial que el Dawn no tiene. Ah, tampoco han indicado cuántos han vendido…
Hasta siempre…
Fuente – Rolls Royce