La marca española Seat ha anunciado que su enfoque a corto y medio plazo seguirá siendo la producción de vehículos con motor de combustión interna. De esta forma dejará en segundo plano la electrificación total de su gama. Esta estrategia contrasta con el camino que han tomado otros fabricantes, quienes han acelerado su conversión hacia la movilidad eléctrica. El motivo detrás de esta decisión radica en la demanda del mercado y en la viabilidad financiera.
Hoy día los coches de combustión interna ICE representan un porcentaje elevado de las ventas, especialmente en mercados clave donde la infraestructura para vehículos eléctricos todavía está en desarrollo. Además, la situación actual de los vehículos de combustión resalta la importancia de mantener alternativas por el momento. Todo ello favorece no solo a Seat, sino que el Grupo Volkswagen puede seguir estirando «el chicle térmico» sin perder dinero mientras potencia su electrificación.
Un futuro todavía ligado a la combustión…
Aunque el sector automovilístico está experimentando una transformación sin precedentes hacia la electrificación, Seat ha optado por mantener motores de gasolina y diésel en su catálogo. Esta decisión no implica un rechazo total a la movilidad eléctrica, sino más bien una transición más pausada y estratégica. Es un momento crítico para la industria automotriz en España, donde la evolución del mercado influirá en las decisiones futuras.
En el caso de su marca hermana, Cupra, sí se está apostando por modelos híbridos (HEV y PHEV) y completamente eléctricos (EV), con planes para seguir avanzando en esta dirección. De este modo, Volkswagen Group, propietario de Seat y Cupra, diversifica su estrategia en función de las características y el posicionamiento de ambas marcas.
Factores que condicionan la electrificación…
Entre los principales factores que han llevado a Seat a continuar apostando por combustión interna se encuentran:
- Coste de producción: fabricar coches eléctricos sigue siendo más caro en comparación con los de combustión interna, lo que trae consigo desafíos en el mercado. La búsqueda de eficiencia en los motores de combustión interna se vuelve esencial para mantener la competitividad.
- Red de carga limitada: en muchos países, la infraestructura de carga sigue siendo insuficiente.
- Preferencias del consumidor: en algunos mercados el interés por los vehículos eléctricos todavía no es predominante.
- Regulaciones y plazos: aunque la normativa apunta a una reducción de emisiones, aún existen años de margen antes de la prohibición total de motores tradicionales.
La estrategia a medio plazo…
Seat seguirá lanzando nuevas versiones de sus modelos más exitosos con motores de combustión, garantizando que cumplan con las normativas ambientales vigentes. La casa seguirá invirtiendo en eficiencia y reducción de emisiones de CO2 dentro de sus motores térmicos. Este enfoque también se puede vincular a la tecnología de combustión que busca adaptarse a las nuevas demandas del mercado. En paralelo, el grupo Volkswagen seguirá dando a Cupra el papel de punta de lanza en la electromovilidad, destinando sus recursos en innovación y desarrollo para esta marca.
El enfoque de Seat representa una apuesta pragmática en un momento de transición incierta en el sector del automóvil. En los próximos años será clave observar cómo evoluciona el mercado y si la marca española decide acelerar su electrificación conforme cambian las circunstancias. Sin duda, los desarrollos en combustión y la adaptación a normativas futuras serán factores cruciales en esa evolución. Ojalá todo esto sirva para que el Grupo Volkswagen mantenga con vida a la marca española y no sea una excusa para mantenerla «zombi» y luego darle fin…
Fuente – Automotive News Europe
Imágenes | Seat