Parece que todavía queda hueco en el mercado de los coches de más de un millón de euros. Al menos, así lo cree una pequeña empresa de ingeniería con sede en la República Checa. Su creación se llama Mosquito y tiene más de un argumento para convencer a los potenciales compradores de un sector tan exigente.
La semana pasada, Performance Solutions reveló sus planes de construir lo que ellos denominan un «coche de carreras para calle». Su nombre es un guiño al De Havilland DH.98 Mosquito (imagen de abajo). Un avión de combate británico de la Segunda Guerra Mundial, que fue conocido por su poco peso y velocidad.
Cuanto menos peso mejor
Diseñado por Tomáš Sabáček, el Mosquito se inspira en el famoso avión en el sentido de que será extremadamente ligero. Su peso es de solo 974 kilogramos, principalmente gracias a que su carrocería está completamente construida en fibra de carbono. Esto unido a los 608 CV y 650 Nm de par de su motor V8 atmosférico, prometen prestaciones impresionantes.
La compañía todavía no se ha decidido por qué motor llevará el Mosquito, pero según sus responsables, el mejor candidato es algún motor estadounidense que ya esté ampliamente probado. Para mantener el peso bajo, el motor se acoplará a una caja de cambios manual de funcionamiento sencillo.
Las prestaciones del Mosquito
Entonces, ¿cómo de rápido será el Mosquito? Performance Solutions estima que su marca de aceleración en el 0 a 100 km/h será de 2,9 segundos y que alcanzará una velocidad punta de más de 320 km/h. Unas prestaciones muy altas, perfectas para las carreras de resistencia, pero ¿será bueno en una pista de carreras?
Para conseguir buenos tiempos de vuelta, el Mosquito contará además con un sistema patentado llamado Active Ride, que según la empresa: «permitirá que los sistemas aerodinámicos activos y la suspensión del vehículo se sincronicen, para minimizar su resistencia aerodinámica y maximizar el downforce.»
En cuanto a su aspecto, como puedes ver en las imágenes, el Mosquito contará con un kit aerodinámico de carreras con un alerón trasero, un divisor frontal y una aleta central. Todos ellos de un tamaño muy considerable, pocas veces vistas en un coche homologado para calle. También tendrá ese aspecto de coche de competición en el interior, gracias a un cuadro de mandos personalizable con pantalla táctil, asientos tipo bucket y un habitáculo lleno de fibra de carbono.
El proyecto se encuentra en las primeras etapas y la compañía acaba de iniciar la fase de diseño. Todavía faltan 2 años para que las 18 unidades de este automóvil empiecen a salir de la planta de fabricación. Cada una de ellas altamente personalizadas según los gustos de los compradores. Su precio será “similar al del Brabham BT62 «, que cuesta 1,1 millones de euros. Performance Solutions ya acepta pedidos y más adelante tratará de llevar el Mosquito a competir en Le Mans.
Imagen avión – Greg Goebel