Las baterías de los vehículos eléctricos son componentes bastante sensibles, debido a la actual tecnología de litio. El entorno puede afectar al rango de autonomía, el rendimiento y la vida útil general, por lo que no se deben menospreciar los agentes externos.
Por ejemplo, estas baterías se ven afectadas significativamente por la temperatura ambiente, tanto en climas cálidos como fríos. Y esto puede ser un problema en algunos casos, y hacer que incluso los vehículos eléctricos dejen de funcionar, como hemos visto en algunos temporales.
Efectos de las Altas Temperaturas
Las altas temperaturas del ambiente pueden afectar negativamente a las baterías de los coches eléctricos de diversas maneras:
- Degradación acelerada: las reacciones químicas dentro de las baterías se aceleran con el calor, lo que conduce a una degradación más rápida de la capacidad y la vida útil de la batería.
- Pérdida de capacidad temporal: en climas cálidos, las baterías pueden experimentar una pérdida temporal de capacidad, lo que se traduce en una reducción del rango de autonomía. Esta pérdida de capacidad suele ser reversible y la batería se recupera cuando la temperatura desciende o se refrigera este elemento.
- Riesgo de sobrecalentamiento: en casos extremos, las baterías pueden sobrecalentarse, lo que puede provocar daños permanentes o incluso incendios. Los sistemas de gestión de la batería (BMS) están diseñados para evitar el sobrecalentamiento, pero son cruciales en climas cálidos.
Efectos de las Bajas Temperaturas
Las bajas temperaturas también pueden tener un impacto negativo en las baterías de los coches eléctricos:
- Disminución de la capacidad: en climas fríos, la capacidad de las baterías disminuye, lo que reduce el rango de autonomía del coche. Esta reducción de capacidad suele ser reversible y la batería se recupera cuando la temperatura aumenta. En algunos casos, con temperaturas muy extremas como las que se dan en Canadá, Rusia, o los países nórdicos, se podría reducir la autonomía entre un 30 y un 40%.
- Aumento del tiempo de carga: las baterías frías requieren más tiempo para cargarse que las baterías a temperatura ambiente. Esto puede ser un inconveniente para los usuarios que necesitan cargar sus vehículos rápidamente.
- Rendimiento reducido: el rendimiento del motor eléctrico y de otros componentes puede verse afectado negativamente debido a la menor eficiencia de la batería.
Rango de temperatura de funcionamiento adecuado
Los fabricantes de baterías especifican un rango de temperatura de funcionamiento adecuado para sus productos. Este rango suele estar entre -20°C y 45°C. Por tanto, para evitar problemas, se debería evitar salir con el coche eléctrico a temperaturas muy por debajo o muy por encima de esto. Pero, esto no debe ser un problema en la mayoría de casos. Los vehículos funcionarán bien en la mayoría de las condiciones de invierno y verano de todos los países. Solo pueden tener problemas graves en casos extremos.
Además, no solo debes preocuparte de que el rango de temperatura de funcionamiento sea adecuado para tu batería, también debes tomar otras medidas para cuidar este elemento. Y para eso, haz caso a las indicaciones y recomendaciones de tu fabricante de coche. Pero, generalmente, pasa por hacer ciclos de carga y descarga adecuados, usar los elementos de carga adecuados, etc. Aún así, las baterías no son eternas, y se suelen degradar con el paso del tiempo y de los ciclos de carga y descarga. De hecho, cada año perderán un porcentaje de su autonomía, degradándose respecto a las capacidades que aportan cuando el vehículo es nuevo… Podría llegar un punto en el que se necesitaría sustituir la batería por otra nueva, aunque esto, en casos comunes, no debería ser antes de 8 años de funcionamiento.