Tras varios años de rumores y prototipos, Toyota ha desvelado por fin su proyecto más ambicioso en el terreno de los deportivos. El Toyota GR GT, desarrollado por Gazoo Racing, como ocurre en el Yaris GR Sport, se plantea como un superdeportivo híbrido que toma el relevo simbólico del 2000GT y del mítico Lexus LFA, pero con una orientación claramente más funcional hacia el uso en carretera y circuito. La marca lo define sin rodeos como un coche de carreras homologado para circular por la vía pública, una declaración de intenciones en plena transición hacia la electrificación.
Este modelo nace como prototipo muy avanzado, pero con especificaciones ya bastante cercanas a las de producción. El desarrollo se ha llevado a cabo con un enfoque centrado en el conductor, implicando directamente a pilotos profesionales y al propio Akio Toyoda en la puesta a punto. Toyota Gazoo Racing insiste en tres pilares que han guiado el proyecto: centro de gravedad ultra bajo, peso reducido con elevada rigidez estructural y aerodinámica diseñada desde la ingeniería antes que desde el puro diseño exterior.
Plataforma y dimensiones: un gran turismo radical…

El GR GT es un cupé biplaza de proporciones muy marcadas, con un morro extremadamente largo y una cabina retrasada que recuerdan a los grandes gran turismo clásicos. Mide alrededor de 4,82 metros de longitud, 2,00 metros de anchura y apenas 1,19-1,20 metros de altura, lo que le confiere una silueta muy pegada al asfalto y una presencia visual contundente, especialmente destacable en el contexto europeo donde los deportivos de este tamaño no son precisamente discretos.
La distancia entre ejes se sitúa en torno a 2,72-2,725 metros, una cifra que busca equilibrar estabilidad a alta velocidad y agilidad en curvas rápidas. El objetivo de peso marcado por Toyota es de 1.750 kg o menos en orden de marcha, una cifra ambiciosa para un superdeportivo híbrido con motor V8 biturbo y sistema eléctrico integrado. Gracias a una cuidadosa colocación de los componentes principales, la marca declara un reparto de masas 45:55 (delante/detrás), pensado para ofrecer un comportamiento neutro pero con clara vocación de tracción trasera.
Chasis de aluminio y materiales ligeros…

Uno de los aspectos más novedosos del nuevo Toyota GR GT es que se trata del primer modelo de la marca con un chasis completamente fabricado en aluminio. No se trata solo de subestructuras aisladas, sino de una arquitectura tipo space-frame íntegramente en este material, reforzada con piezas de aluminio forjado en las zonas de mayor carga y un uso intensivo de perfiles extruidos para optimizar la rigidez torsional.
La carrocería se completa con paneles en plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) y aluminio, lo que contribuye a la reducción de peso y a mantener el centro de gravedad muy bajo. Toyota ha aplicado técnicas avanzadas de unión de materiales (adhesivos estructurales, soldaduras específicas y fijaciones mecánicas) para lograr una carrocería ligera pero extremadamente rígida, condición esencial si se quiere que la suspensión y la aerodinámica trabajen con precisión en conducción al límite, tanto en carreteras europeas de montaña como en grandes circuitos internacionales.
Aerodinámica antes que diseño…

En el desarrollo del nuevo GR GT, Toyota ha cambiado su forma habitual de trabajar. En lugar de crear primero el coche y adaptar luego la aerodinámica, se partió de un modelo aerodinámico ideal. Ingenieros con experiencia en categorías como el WEC colaboraron desde el inicio con los diseñadores para definir volúmenes, entradas de aire y salidas de refrigeración en función de las necesidades de flujo.
Con una velocidad máxima objetivo por encima de los 320 km/h, la estabilidad a alta velocidad y la gestión térmica se han tratado como prioridades absolutas. El resultado es una carrocería plagada de elementos funcionales: parachoques muy trabajados, difusores de gran tamaño y una zaga dominada por una cuádruple salida de escape integrada entre componentes aerodinámicos. Más que un ejercicio de estilo, se ha buscado que cada superficie aporte carga, canalice el aire o favorezca la refrigeración de frenos, motor y sistema híbrido.
Motor V8 biturbo e hibridación de altas prestaciones…

El corazón del Toyota GR GT es un motor V8 biturbo de 4,0 litros de nueva generación, con una configuración Hot V en la que los turbocompresores van alojados entre las bancadas de cilindros. Este diseño permite un conjunto más compacto, reduce la longitud de los colectores de escape y mejora la respuesta al acelerar. El bloque utiliza lubricación por cárter seco, lo que contribuye a rebajar la altura del motor y a garantizar la alimentación de aceite en apoyo lateral intenso, algo clave en circuito.
Este V8 trabaja en combinación con un motor eléctrico integrado en un transeje situado junto al eje trasero, similar al enfoque híbrido del RAV4 GR Sport. El sistema de propulsión forma un conjunto híbrido de altas prestaciones, con una potencia de sistema que Toyota sitúa en 650 CV y 850 Nm de par como mínimos garantizados. La marca deja claro que se trata de objetivos de desarrollo y que la versión definitiva de producción podría superar esas cifras, situando al GR GT al nivel de superdeportivos europeos como el McLaren GTS o el Mercedes-AMG GT Coupé.
Transmisión transaxle y propulsión trasera…

El GR GT emplea una arquitectura clásica en los deportivos más puros: motor delantero y tracción trasera, pero con una realización muy elaborada. La potencia del V8 se transmite hacia la parte posterior mediante un árbol de transmisión de material compuesto con refuerzo de fibra de carbono, alojado dentro de un tubo de par ultraligero, hasta llegar a la unidad transaxle.
En ese transeje se integran una nueva caja de cambios automática de ocho relaciones con embrague húmedo, un diferencial de deslizamiento limitado mecánico y el propio motor-generador eléctrico. Esta disposición desplaza peso hacia atrás y ayuda a alcanzar el reparto de masas 45:55. Además, el motor eléctrico tiene la función añadida de suavizar el retraso de los turbocompresores y mejorar la continuidad en las transiciones de par durante los cambios de marcha, algo especialmente apreciable cuando se rueda a ritmo alto en circuito.
Suspensión, frenos y neumáticos…

Para aprovechar la rigidez del chasis y el potencial del sistema híbrido, Toyota ha optado por una suspensión de doble horquilla en ambos ejes, con brazos en aluminio forjado montados lo más bajo posible para contribuir al centro de gravedad. Este esquema, habitual en superdeportivos europeos, está diseñado para ofrecer una respuesta lineal y fácil de leer para el conductor, tanto en carreteras abiertas como en trazados cerrados muy exigentes.
El equipo de frenos recurre a discos carbocerámicos Brembo en los dos ejes, orientados a soportar frenadas repetidas sin pérdida de eficacia. Las llantas de 20 pulgadas montan neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en medidas 265/35 ZR20 delante y 325/30 ZR20 detrás, desarrollados específicamente para el modelo. Además, el sistema de control de estabilidad permite regular distintos niveles de asistencia tanto en aceleración como en frenada, una solución heredada de la experiencia de Toyota Gazoo Racing en pruebas como las 24 Horas de Nürburgring.
Centro de gravedad muy bajo y ergonomía de competición…

Uno de los mensajes recurrentes de Toyota es que el GR GT se ha diseñado buscando que el centro de gravedad del coche y el del conductor estén prácticamente a la misma altura. Para ello, se ha rebajado al máximo la posición del asiento y se ha compactado todo el conjunto mecánico, logrando esa sensación de ir sentado muy dentro del coche, más propia de un prototipo de competición que de un turismo de serie.
En el interior se ha trabajado con pilotos profesionales para definir la posición de conducción y la distribución de mandos. Los asientos son baquets Recaro con respaldo de carbono, pensados para sujetar el cuerpo con firmeza en curvas rápidas. La marca ha mantenido mandos físicos para funciones clave como el climatizador, situados bajo la pantalla multimedia, mientras que las funciones relacionadas con la conducción (modos de manejo, controles de tracción y estabilidad) se agrupan en el volante o en su proximidad para un uso intuitivo cuando se rueda al límite.
Diseño interior y ambiente de alta gama…

A pesar de su enfoque radical, el GR GT no renuncia a un cierto refinamiento. El habitáculo combina tonos negros con detalles en rojo intenso, en una atmósfera que recuerda a la del Lexus LFA más que a los modelos convencionales de Toyota. De hecho, en el prototipo mostrado no aparecen logotipos Toyota en el interior, reforzando la idea de que se trata de un producto Gazoo Racing con identidad propia y un posicionamiento de calidad muy elevado.
La pantalla central del sistema multimedia se sitúa aparentemente cerca del alcance del conductor, y la instrumentación digital se ha configurado para facilitar la lectura de la información en conducción deportiva, con indicadores de cambio de marcha y engranaje priorizados. Todo se ha planteado para ser funcional en un uso intensivo en circuito, pero también para resultar utilizable en el día a día, algo importante si el coche finalmente llega al mercado europeo con la intención de convivir con otros gran turismo de uso mixto.
GR GT y GR GT3: carretera y circuito con la misma base…

Junto al modelo de calle, Toyota Gazoo Racing ha presentado el GR GT3, la versión de competición diseñada para cumplir con la normativa FIA GT3. Este coche toma como base la arquitectura del GR GT y mantiene los mismos principios: bajo centro de gravedad, peso contenido y aerodinámica optimizada. La idea es que pueda ser la herramienta de referencia para equipos privados en campeonatos internacionales de resistencia y GT.
Toyota aspira a que el GR GT3 se convierta en un coche competitivo pero manejable para pilotos de distintos niveles, apoyado por un programa de soporte oficial para clientes. Esta versión de carreras está llamada a sustituir al veterano Lexus RC F GT3 y a enfrentarse en pistas europeas e internacionales a rivales como Ferrari 296 GT3, Porsche 911 GT3 R o los últimos GT3 de Lamborghini y Mercedes, con escenarios clave como las 24 Horas de Nürburgring o las 24 Horas de Le Mans.
Desarrollo y tecnologías heredadas de la competición…

El programa GR GT se ha llevado a cabo con un enfoque de “unidad de equipo” liderado por Akio Toyoda, en el que han participado pilotos oficiales, ingenieros y pilotos de desarrollo internos. Desde fases tempranas se han usado simuladores de conducción para afinar la respuesta del vehículo, así como bancos de pruebas que permiten montar el conjunto propulsor completo para trabajar en gestión térmica y durabilidad.
Además de las pruebas en centros técnicos como Shimoyama, el coche ha rodado en circuitos de referencia mundial como Fuji Speedway y Nürburgring, y se han realizado tests en carreteras abiertas para asegurarse de que el comportamiento encaja con un uso cotidiano. Toyota ha puesto especial énfasis en la fiabilidad y en el cumplimiento de normativas de emisiones cada vez más exigentes, de modo que el V8 híbrido pueda mantenerse en producción durante varios años pese a la presión regulatoria en mercados como el europeo.
Sonido y experiencia al volante…

Aunque la electrificación tiene un peso importante en el proyecto, Toyota no ha querido perder uno de los aspectos más valorados en un deportivo: el sonido del motor. El sistema de escape del V8 biturbo se ha diseñado para ofrecer una firma acústica que refleje en todo momento el estado de carga y el esfuerzo del propulsor, tanto en aceleración como en retención.
El objetivo es que el conductor pueda “conversar” con el coche a través del sonido, algo que la marca relaciona con la filosofía de modelos icónicos como el LFA. Se busca una banda sonora que acompañe desde el arranque hasta las fases de máxima carga, sin llegar a resultar estridente en un uso más relajado, algo especialmente relevante si el coche acaba rodando habitualmente por carreteras europeas con limitaciones de ruido cada vez más estrictas.
Posible encaje en el mercado europeo…
Aunque Toyota aún no ha detallado su estrategia comercial por regiones, todo apunta a que el GR GT se situará como modelo halo para Europa, compitiendo en un segmento donde mandan marcas tradicionales de deportivos de lujo. Su combinación de V8 híbrido, chasis de aluminio, aerodinámica avanzada y enfoque de coche de carreras homologado lo colocaría como una alternativa singular frente a opciones puramente de combustión o totalmente eléctricas.
La hibridación puede jugar un papel importante a la hora de sortear restricciones urbanas y normativas medioambientales europeas, al tiempo que ofrece prestaciones de primer nivel. Falta por ver cómo se traducirá todo esto en cifras de consumo, emisiones y, sobre todo, precio, un punto aún sin concretar pero que previsiblemente lo situará en la órbita de los superdeportivos de altos vuelos que hoy dominan el panorama en mercados como España, Alemania, Italia o el Reino Unido.
Lanzamiento y calendario…

Tanto el GR GT como el GR GT3 se encuentran todavía en fase de desarrollo, aunque en un estado muy avanzado. Toyota Gazoo Racing habla de un horizonte de lanzamiento situado alrededor de 2027, dejando abierta la puerta a pequeños ajustes de especificaciones a medida que se acerque la producción en serie. La marca recuerda que, al ser prototipos, algunos datos pueden variar, pero el planteamiento general ya está claramente definido.
En paralelo, el proyecto sirve como banco de pruebas para futuras tecnologías que podrían trasladarse a otros modelos de la gama GR y, potencialmente, a versiones deportivas más accesibles destinadas al mercado europeo. La relación entre competición y producto de calle se mantiene así en doble sentido: lo aprendido en los circuitos nutre a los modelos de carretera, y la experiencia de los clientes particulares ayuda a seguir refinando la receta en cada nueva iteración.
Con todo lo conocido hasta ahora, el Toyota GR GT se perfila como uno de los proyectos más ambiciosos de Gazoo Racing: un superdeportivo híbrido con V8 biturbo, primer chasis de aluminio completo de la marca, aerodinámica desarrollada a partir de la competición y un enfoque abiertamente orientado al conductor. Falta tiempo para verlo matriculado en las calles europeas y rodando en los principales circuitos del continente, pero las bases técnicas y la filosofía que lo sustentan dibujan un modelo llamado a situarse en la primera línea del panorama de altas prestaciones.
Fuente – Toyota
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