Una tormenta de granizo ha abollado mi coche, ¿qué hago?

El fin del verano no solo supone la vuelta al cole y a la rutina diaria. Las tormentas con granizo son recurrentes y las más dañinas, pues una gran mayoría suelen ocasionar importantes destrozos. No solo sobre cultivos y cosechas, que también suponen una gran pérdida, también en todo aquel mobiliario urbano, árboles y vehículos que se cruzan en su camino. Y precisamente los coches son de los más afectados, pues en muchos casos quedan inutilizados.

Si tu coche es víctima de una tormenta de granizo, te vendrán a la mente preguntas como por ejemplo ¿El seguro del coche se hará cargo de la reparación? ¿Cómo se repara un coche dañado? Todas estas y muchas otras son importantes y aquí intentamos dar una respuesta a cada una de ellas. En todo caso, lo importante es tener calma y no actuar a la desesperada pues al fin y al cabo, una tormenta de granizo es peligrosa y no la podemos controlar.

¿El seguro del coche cubre el granizo?

Por regla general, cuando sucede una catástrofe natural, las compañías de seguros no se hacen cargo de los daños que se puedan derivar. Una granizada está catalogada como fenómeno de la naturaleza y por tanto no entra en las coberturas que prestan las aseguradoras. Este hecho es para las pólizas a terceros, terceros ampliadas y afines pero para las de todo riesgo (con o sin franquicia) sí que se contemplan pues se puede dar parte como daño propio.

Teniendo en cuenta tal situación, si nuestro coche ha sido víctima de una tormenta de granizo, la lógica indica que se ha de hacer una reclamación al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). Esta entidad es pública y en su labor se pueden citar la cobertura de los riesgos extraordinarios (catástrofes naturales), seguro obligatorio de automóviles, seguro agrario combinado y la liquidación de entidades aseguradoras que entren en quiebra.

Sin embargo el Consorcio de Compensación de Seguros excluye los daños ocasionados por granizadas. Eso sí, si la póliza de seguros que tenemos es a terceros con lunas, sí que podemos incluir esta contingencia para que sea la aseguradora quien se haga cargo de su reemplazo. Si se ha abollado la carrocería tenemos que repararla y esta sí, corre por cuenta de nuestro bolsillo. Si acudimos a su web podemos leer que…

«no existirá cobertura de riesgos extraordinarios…

    • Lluvia directa sobre el riesgo asegurado o la recogida por su cubierta o azotea, su red de desagüe o sus patios.
    • Vientos no extraordinarios, caracterizados por la inexistencia de ráfagas superiores a 120 km/h.).
    • Granizo.
    • Nieve.
    • …»

En resumen: será el propietario del vehículo afectado quien se hará cargo del coste de la reparación que necesite su vehículo.

Reparar el coche después de una tormenta de granizo

Como hemos mencionado antes, dependiendo del seguro que tengamos la reparación del vehículo (o una parte) será a nuestro cargo o al del seguro. Si la tormenta de granizo se salda con la rotura de las lunas es sencillo pues si la póliza a terceros tiene lunas se le notifica tal hecho a la aseguradora. De lo contrario, tendremos que acudir a un taller para que se haga cargo de la sustitución de los vidrios. Si es a todo riesgo el proceso es exactamente igual.

En cambio, si la tormenta de granizo se ha saldado con una carrocería abollada tendremos que acudir a un taller chapista. Lo ideal es, si podemos ir con el vehículo, acudir a varios talleres especializados o de la propia marca del modelo para solicitar otros tantos presupuestos. Con ellos en mano podremos estudiar las diferentes ofertas a fin de elegir la mejor en relación a los parámetros que creamos convenientes: normalmente es el precio.

tormenta de granizo

Si solo es un bollo, así es como se saca

Si tras la tormenta de granizo la carrocería no ha sufrido grandes daños podemos respirar. No obstante, lo normal es que puedan quedar algunas marcas en forma de bollos de pequeño tamaño. Si solo es un bollo hay una serie de trucos «al estilo casero» que pueden ayudarnos a sacarlo para borrarlo de la vista. No son infalibles y su fiabilidad depende del lugar donde esté el bollo y, lo más importante, del material del que esté hecha la pieza afectada.

Si la pieza es metálica estos trucos tienen «muchas» posibilidades de funcionar, pero si es plástica o de algún tipo de fibra podría romperse y resultar peor el remedio. Con todo, te los vamos a contar y queda en ti elegir cuál usar y si te atreves, o no, dar el paso…

Agua hirviendo

Para aplicar este método sólo necesitas agua hirviendo y si, se complica el proceso, una ventosa o desatascador de los de toda la vida. Consiste en aplicar el agua en la zona a reparar y ejercer presión por la parte interna del bollo para así sacarlo al exterior. Si no es posible hacer presión por la zona interior es ahí donde necesitamos usar la ventosa o el desatascador para adosarlo y tirar hacia fuera. El principio que usamos es el cambio de temperatura.

Si funciona se puede aplicar agua fría, nada más sacar el bollo, para que con el cambio de temperatura el paño de chapa se contraiga y facilite la reparación y estabilización.

Secador de pelo

Se trata de un método similar al anterior, pero en lugar de aplicar agua hirviendo se aplica aire caliente y frío a modo de contraste. Para ello apuntamos con el secador en modo caliente hacia el golpe.

Cuando el paño de chapa o de plástico esté muy caliente, entonces, se aplica aire frío. Para ello utilizaremos el mismo secador o un compresor de aire comprimido. De esta forma, con el cambio brusco de temperatura, el bollo debería desaparecer o reducirse.

Pegamento termofusible

Para este truco se pueden utilizar utensilios varios, aunque el más común es un taco de madera o directamente con una pistola eléctrica para usar el pegamento termofusible. Consiste en poner varios puntos de este pegamento sobre el bollo y para ayudarse a tirar puede usarse el taco de madera.

Para ello se atraviesa con unos clavos a través de los cuáles se tirará para fuera. Para ello se esperar a que el pegamento se enfríe y entonces, tirar con fuerza para sacar el bollo. Lo mejor para quitar el taco y los restos de pegamento es aplicar alcohol en abundancia.

Hielo seco

El principio básico de este truco está en provocar un cambio de temperatura brusco en la chapa o plástico. De esta forma el bollo se contrae y la superficie puede volver a su estado original.

Para ello se aplica hielo seco en el centro de la abolladura y, una vez enfriada la zona, podemos usar una ventosa para tirar hacia fuera. El paso anterior puede repetirse tantas veces como sea necesario, aunque es aconsejable que la chapa esté bien fría.

Aspiradora y el cubo

Este truco, de forma básica, consiste en crear una ventosa activa. Para ello necesitamos un cubo plástico y una aspiradora con una gran capacidad de succión. Tomamos el cubo y le haremos un agujero en la base del diámetro del tubo del aspirador. Una vez hecho introducimos el tubo y precintamos con cinta adhesiva o aislante a fin de obtener la mejor succión posible. Luego pegamos el cubo a la zona del golpe y lo sellamos para que sea estanco.

Una vez completados los pasos anteriores, procedemos a encender la aspiradora para que absorba el bollo. Si el cubo está bien pegado y estanco la potencia de la aspiradora debería ayudar a que la chapa se contraiga y salga el bollo hacia fuera. Con todo, este truco no es muy fiable si la abolladura está en uno de los nervios de la carrocería pues pegar el cubo y que quede estanco será más complicado. En todo caso, puede usarse otro cubo más blando…

Cómo proteger el coche del granizo

cómo proteger a un coche de una tormenta de granizo

Ahora vamos a hablar de qué hacer para que el granizo no estropee tu coche más. Aunque suene a perogrullo, la mejor protección contra el granizo para un coche es tenerlo bajo techo. Da igual si es en una plaza de aparcamiento comunitario, público, de chapa o cualquier análoga. Sin embargo, no todo el mundo dispone de esta «comodidad» y por tanto su vehículo tiene que dormir en la calle, expuesto a las inclemencias del clima. Con todo, que el coche tenga que dormir en la calle no significa que no puede estar protegido.

¿Sabías que existen protectores de granizo para el coche? Sí, es como el parasol que se pone en la luna para que el calor no «ase» el salpicadero o achicharre los asientos. Depende del modelo del que se trate, pero son una gran idea a tener en cuenta si el coche duerme en la calle y sabemos que puede haber tormenta. El que más se suele usar es muy similar a la funda que se usa para proteger el coche del sol pues cubre toda la carrocería.

Dependiendo del tipo de modelo, como es obvio, su tamaño varía y por consiguiente, su precio también. En resumen estas fundas están confeccionadas con materiales resistentes a la lluvia, los rayos ultravioleta y hasta el granizo. Para ello cuentan con un grosor que puede oscilar entre los 3 o 4 milímetros (en las más económicas) y los 8 a 10 milímetros (para las más caras). Además, no son el único sistema externo para proteger el coche del granizo.

Tormenta de granizo

Hay marcas que, para distanciarse de sus rivales, fabrican y venden una especie de paraguas gigante, llamado carpa semiautomática para coche. Su uso es muy cómodo, pues sólo hay que instalarlo a través de una ventosa en el centro del techo y con un mando desplegar el sistema. Para fijarlo bien, y que cumpla su misión como debe, cuenta con una serie de vientos que se atan a las manillas de las puertas o los retrovisores. Sin embargo, es más cara y su grosor no es generoso, pudiendo quebrarse fácilmente si el granizo es muy fuerte.

A partir de aquí existen las soluciones creativas que cada uno pueda imaginar. Por ejemplo, hay gente que usa fundas de coche convencionales y les ponen debajo protectores para pared de garaje. Una solución más barata que las fundas específicas para granizadas.

Teniendo en cuenta el tamaño de los últimos granizos (10 cm), puede que sea buena idea combinar varios de estos protectores de pared con las fundas específicas para granizo que mencionamos antes. Es más, no estaría mal añadir también cartones o cualquier refuerzo extra del que se disponga. En cuanto veas los precios de las reparaciones que indicamos abajo, verás que cualquier inversión en proteger tu coche merece la pena…

Cuánto cuesta arreglar coche abollado por una tormenta de granizo

Si tras la granizada nuestro coche ha quedado muy abollado, lo más sensato es acudir a un taller. Y el resultado ya lo sabemos: tocará «aflojar el bolsillo». Por tanto, lo más interesante es pedir varios presupuestos con los que poder comparar cuál es el mejor en relación calidad-precio del servicio. En este caso, hemos solicitado varios presupuestos para un compacto de segmento C tipo Renault Mégane, Fiat Tipo, Seat León o Ford Focus.

Para ilustrar, lo mejor posible, cuánto cuesta arreglar un coche abollado por una tormenta de granizo tenemos tres posibles casos. Estos precios corresponden a una media extraída de combinar presupuestos de varios talleres. Unos son de barrio independientes y otros tantos pertenecientes a la red oficial de varias marcas, como por ejemplo Renault.

  • Presupuesto para arreglar chapa (capó motor, techo y portón): 1.069,75 €
  • Presupuesto para arreglar chapa (capó motor, techo y portón) más lunas (con techo solar incluido): 2.388,32 €
  • Presupuesto para arreglar chapa (capó motor, techo y portón) más lunas (con techo solar incluido) así como faros: 2.511,90 €

En todo caso, estas tarifas pueden variar a la baja o al alza en función del taller o la mano de obra. Además también influyen los materiales que se usen o el tiempo que se tarde en ejecutar la reparación. Solo son informativos y no tienen carácter contractual con ningún taller o marca.


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