Volkswagen prueba en Wolfsburg su Gen.Urban, vehículo autónomo sin volante ni pedales

  • Volkswagen traslada el prototipo autónomo Gen.Urban del laboratorio al tráfico urbano real en Wolfsburg.
  • El vehículo carece de volante y pedales, y cuenta con conductor de seguridad que puede intervenir mediante joystick.
  • El proyecto investiga cómo viven los pasajeros la experiencia y qué necesita el interior para generar confianza.
  • Las pruebas, inicialmente con empleados del Grupo, se realizan en un circuito urbano de unos diez kilómetros y 20 minutos.

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Volkswagen ha dado un paso relevante en su apuesta por la movilidad automatizada al sacar a la calle su vehículo de investigación Gen.Urban, un prototipo concebido para moverse sin volante ni pedales por entornos urbanos complejos. El proyecto abandona así el marco de las pistas cerradas y sitúa el experimento en pleno tráfico real de Wolfsburg, la ciudad alemana donde el Grupo tiene su sede histórica.

Más allá del componente tecnológico, la iniciativa busca averiguar hasta qué punto las personas se sienten seguras y cómodas en un coche que se conduce solo. El foco está en la experiencia del pasajero. Cómo perciben el viaje, qué necesitan para confiar en el sistema y qué tipo de interior e interfaz digital hacen que este tipo de vehículo resulte natural para trabajar, relajarse o moverse por la ciudad de forma sencilla.

Volkswagen Gen.Urban: un laboratorio rodante sin volante ni pedales…

El Grupo Volkswagen inicia las pruebas de vehículos autónomos con su Gen.Urban en Wolfsburg

El Gen.Urban es un vehículo de pruebas concebido como un auténtico laboratorio rodante. Su rasgo más llamativo es que prescinde de los controles tradicionales: no hay volante ni pedales, y sin embargo el coche es capaz de circular de forma autónoma por tráfico urbano tras una fase intensa de ensayos previos en entornos controlados.

En el asiento donde normalmente iría el conductor se sienta el participante en la prueba, que en realidad no tiene que manejar nada. Esta configuración permite a Volkswagen observar cómo cambia el comportamiento y la postura de los ocupantes cuando pasan de ser conductores a convertirse, de facto, en pasajeros, aunque estén ubicados en la posición habitual del volante.

Para garantizar la seguridad, junto al participante viaja siempre un conductor de seguridad cualificado, sentado en el asiento del acompañante. Esta persona supervisa continuamente la circulación y puede intervenir en cualquier momento mediante un panel de control específico equipado con un joystick, una solución similar a la que ya se ha visto en otros programas piloto de robotaxis y vehículos autónomos.

Personalización del viaje y uso de inteligencia artificial (IA)…

Uno de los puntos clave del proyecto es comprobar hasta qué punto la personalización ayuda a que los usuarios se sientan a gusto en un coche que se conduce por sí solo. Incluso antes de iniciar el trayecto, los pasajeros pueden configurar sus preferencias desde una aplicación o desde el propio vehículo: ajustar la temperatura del habitáculo, seleccionar la iluminación ambiental o definir ciertos parámetros de confort.

Cuando la persona entra en el Gen.Urban, el vehículo la reconoce, la recibe con un mensaje de bienvenida y ajusta automáticamente el asiento a la posición previamente guardada. El interior digital se adapta mediante inteligencia artificial, que permite modificar el ambiente de acuerdo con los gustos de cada ocupante, desde los colores de la luz hasta el tipo de información que se muestra.

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En la parte frontal se encuentra una pantalla panorámica de gran formato que actúa como centro de interacción. Esta superficie no es estática: cambia el contenido, la iluminación y el sonido para ajustarse al contexto del viaje, al uso que quiera darle el pasajero —trabajo, ocio o descanso— y al nivel de información que resulte más cómodo en cada momento.

Analizar cómo viven los pasajeros la conducción autónoma…

El objetivo declarado del Grupo Volkswagen con este proyecto es entender mejor cómo experimentan las personas un trayecto en un vehículo autónomo desprovisto de controles clásicos. Para ello se han formulado varias preguntas de investigación muy concretas: qué hacen los ocupantes durante el viaje, qué tipo de funciones digitales son más útiles para trabajar, entretenerse o desconectar y, en última instancia, si se sienten realmente cómodos en este entorno tan distinto al de un coche convencional.

También se presta especial atención a la interacción entre vehículo y pasajeros vulnerables, como personas mayores o niños. El equipo quiere averiguar qué tipo de mensajes, señales y ayudas visuales o sonoras hacen falta para que estos usuarios entiendan qué está haciendo el coche en cada momento y no tengan la sensación de perder el control de la situación.

Los datos que se recopilan abarcan desde las reacciones directas de los pasajeros hasta su forma de ocupar el espacio, su lenguaje corporal y su interacción con las pantallas. Todo ello se utilizará para definir nuevos conceptos de interior y experiencia de usuario (UX) para futuros modelos del Grupo en Europa, de modo que la tecnología de conducción automatizada se perciba como algo cercano y manejable, y no como un sistema opaco o intimidante.

Equipo multidisciplinar al frente del proyecto…

El desarrollo y la evaluación del Gen.Urban corren a cargo de un equipo interdisciplinar de Volkswagen Group Innovation. En él participan diseñadores, especialistas en factores humanos, ingenieros de software y expertos en materiales, que trabajan de forma conjunta para cubrir tanto la vertiente técnica como la humana de la conducción autónoma.

Este grupo de trabajo se ocupa de analizar desde la ergonomía de los asientos hasta la forma de presentar la información en la pantalla, pasando por la calidad de los materiales o la iluminación interior. El objetivo es que todos estos elementos contribuyan a generar confianza y a crear un ambiente lo bastante relajado como para que el usuario acepte que el vehículo tome las decisiones de conducción por él.

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Según ha explicado el director de Innovación del Grupo, la tecnología de conducción autónoma está avanzando con rapidez, pero su aceptación social dependerá de que los ocupantes entiendan fácilmente cómo funciona y sientan que sus necesidades están en el centro del diseño. En palabras de la propia compañía, la clave está en que la tecnología se adapte a las personas y no al revés, de manera que el salto a los sistemas sin volante ni pedales resulte progresivo y asumible.

Un recorrido urbano diseñado como «examen» de la ciudad…

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Desde allí, el Gen.Urban recorre un circuito de aproximadamente diez kilómetros que atraviesa distintos barrios y zonas de actividad. El trazado incluye el entorno de la puerta de la fábrica de Sandkamp, pasa por calles como Saar y Lessing, atraviesa Brandenburger Platz y continúa por avenidas como Breslauer Straße y Grauhorststraße, antes de regresar de nuevo hacia la zona de Heinrich-Nordhoff-Straße.

A lo largo de ese trayecto, el vehículo se enfrenta a cruces con semáforos, rotondas, tramos con obras, zonas residenciales e industriales y situaciones de tráfico denso o puntualmente congestionado. Todo está pensado para que el sistema autónomo se vea obligado a gestionar un abanico amplio de retos: peatones que cruzan, ciclistas, vehículos que se incorporan a última hora o cambios inesperados en la señalización.

Cada viaje de prueba dura en torno a 20 minutos, tiempo suficiente para observar cómo se comporta el coche en contextos variados y cómo reaccionan los pasajeros a cada maniobra. Esta combinación de itinerario exigente y duración moderada permite repetir los recorridos con diferentes perfiles de usuario y acumular una base de datos amplia en pocas semanas.

Participación de empleados y enfoque en la seguridad…

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En esta fase temprana, los primeros en subirse al Gen.Urban son empleados del propio Grupo Volkswagen. La compañía ha optado por comenzar con personal interno para afinar tanto el comportamiento del vehículo como los protocolos de seguridad y la metodología de recogida de datos antes de abrir las pruebas a un grupo más amplio de participantes. La campaña de ensayos está planificada para extenderse durante varias semanas, con múltiples recorridos diarios.

Cada salida se monitoriza al detalle, y los conductores de seguridad tienen procedimientos claros para intervenir ante cualquier situación que se salga de lo previsto. El hecho de que el vehículo sea un prototipo de investigación no destinado a la venta permite a la empresa experimentar con conceptos de interior y de interacción que todavía no están listos para un modelo comercial.

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En términos regulatorios, este tipo de experiencias en Alemania y en el resto de Europa sirven también como referencia para futuras normas sobre la circulación de vehículos de nivel alto de automatización en ciudad. Aunque el Gen.Urban no es un producto que vaya a llegar al mercado tal cual, los aprendizajes de estas pruebas pueden influir en cómo se diseñan y se homologan los servicios de movilidad autónoma en el espacio europeo.

Con el Gen.Urban rodando por Wolfsburg, Volkswagen pone a prueba no solo sus algoritmos de conducción, sino también la capacidad del público para aceptar un coche que se maneja solo y en el que los mandos tradicionales ya no tienen sentido. De las conclusiones que se extraigan de este experimento urbano dependerán, en buena medida, los interiores, las interfaces y las funciones de los futuros vehículos autónomos que lleguen a las calles de Europa en los próximos años.

Fuente – Volkswagen Group by Newspress Spain

Imágenes | Volkswagen Group


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