Volvo y Uber son dos de las compañías que más han apostado por la conducción autónoma. Para el desarrollo de la tecnología necesaria, firmaron un acuerdo de colaboración hace unos tres años. Este tiempo no ha sido un camino de rosas, pues los trabajos no iban al ritmo deseado ni los resultados eran los esperados. Sin embargo, como reza el dicho «quien la sigue la consigue» y ya están en posición de pasar a otra fase.
El modelo sobre el que han estado trabajando es la actual generación del Volvo XC90. La razón para elegirlo fue sencilla: está desarrollado sobre la moderna plataforma SPA2 y cuenta con espacio suficiente para instalar los radares necesarios. Pues bien, una vez han terminado los test de validación, ya conocemos los primeros resultados. El XC90 que han presentado ambas compañías es el primero que puede conducir de forma autónoma.
El Volvo XC90 puede desenvolverse por sí solo, sin ayuda
La tecnología que incorpora el Volvo XC90 autónomo servirá de base para los próximos vehículos de la firma sueca. Para ello, cuenta con una serie de sistemas de seguridad, que «en teoría» proporcionan un nivel de seguridad muy elevado. Al parecer, en caso de fallar los sistemas primarios del XC90, el vehículo se detendría en cuestión de segundos para evitar un accidente. Para ello, el sistema de conducción autónoma intervendría sobre dirección, frenos y esquema eléctrico.
Junto a estos sistemas de seguridad, cuenta con sensores que le permiten una visión 360º. Éstos son vitales para que el sistema de conducción autónoma pueda operar con total seguridad en entornos urbanos. Todo este conjunto de sensores y tecnologías operan gracias a un programa desarrollado internamente por Uber y Volvo. De esta forma, a medida que se extienda esta tecnología, podrán pulir defectos a fin de mejorarlo en sucesivas fases.