El Alpine A110 se desvela al completo: ¡252 CV y solo 1.080 kilos!

Llevábamos meses esperándolo y hoy, por fin, vemos al completo todos los detalles del Alpine A110 y conocemos sus prestaciones que, os adelantamos, son de infarto. El Alpine A110 ha visto la luz, por primera vez, en esta 87 edición del Salón del Automóvil de Ginebra. Durante todo este tiempo muchos han sido los rumores y sobre este deportivo francés, pero por fin tenemos sus datos oficiales.

El modelo original nacía en la década de los 60, convirtiéndose rápidamente en objeto de culto para muchos apasionados del automovilismo. La firma francesa ha intentado mantener muchos rasgos similares con aquel primer A110, y lo cierto es que guardan muchos detalles estéticos en común. Su principal rival es el Porsche 718 Cayman, por potencia, por dimensiones y por concepto de vehículo.

El Alpine A110 tiene unas dimensiones exteriores muy ajustadas. Mide 4,18 metros de largo, 1,80 de ancho y apenas 1,25 metros de alto. Con estas cotas es fácil intuir que su lugar favorito serán las carreteras reviradas y puertos de montaña ratoneros. Los ingenieros han conseguido un centro de gravedad muy bajo y un reparto de pesos del 44 % en la parte delantera y del 56 % en la parte trasera. Tan estudiado está todos los apartados relacionados con la dinámica que el depósito de combustible se ha ubicado en la parte frontal, pero detrás del eje delantero.

Durante todos estos meses nos hemos preguntado por qué motor utilizaría este biplaza galo. Hoy hemos sabido que se trata de un propulsor 1.8 litros de cuatro cilindros con sobrealimentación. Los ingenieros de Alpine y Renault Sport han trabajado para desarrollar una mecánica específica gracias a elementos concretos como la admisión de aire, el turbo, el escape o la centralita electrónica.

Situado entre los dos asientos y el eje posterior, este propulsor rinde una potencia de 252 CV y un par motor de 320 Nm. Si a esto le sumamos un peso de 1.080 kilos, la diversión está asegurada. La relación peso potencia de 4,3 kg/CV, y puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. De la transmisión se encarga una caja de cambios DCT de 7 velocidades con embrague húmedo, que se puede gestionar de forma secuencial utilizando las levas que existen tras el volante.

El Alpine A110 se puede configurar con tres modos de conducción, que son Normal, Sport y Track. Estos modifican la respuesta de motor y caja de cambios, del control de estabilidad, de la dirección y del sonido de escape. También variará la información mostrada en el cuadro de instrumentos digital con pantalla TFT de 10 pulgadas en función del modo seleccionado.

Los desarrolladores de este modelo han trabajado para lograr la máxima ligereza, utilizando materiales livianos como el aluminio para el chasis monocasco, pero también en la aerodinámica. Prueba de ello son el fondo plano y el difusor funcional que deberían pegarlo al suelo como una lapa. Su Cx es de 0,32, y todo el conjunto le permite alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. Es de admirar el trabajo aerodinámico, ya que prescindir de un alerón posterior en un vehículo de estas características significa dos cosas: que a los diseñadores les importa poco la vida de los clientes o que pueden prescindir de él por la silueta y el fondo plano. En este caso, se debe a la segunda opción.

Algunos de los fabricantes externos que han aportado sus componentes y técnicas al Alpine A110 son Brembo, con pinzas de freno completamente en aluminio, Otto Fuchs con llantas de 18 pulgadas muy ligeras, y Sabelt, con el desarrollo del chasis monocasco en aluminio que solo pesa 13,1 kilos.

El Alpine A110 llegará al mercado en 2018. Las tarifas para el Alpine A110 Première Édition, de la que ya no quedan unidades disponibles con volante a la izquierda, se han establecido en 58.500 euros en el mercado francés, incluyendo impuestos. Recordamos que este coche ha sido desarrollado y será producido en Francia.