 
Mientras el diésel pierde fuelle en Europa, un Skoda Superb ha puesto el foco en lo que todavía puede ofrecer en viajes largos. El piloto polaco Miko Marczyk recorrió 2.831 km sin repostar, completando una vuelta por varios países con un depósito lleno. La berlina checa era un modelo de serie con motor 2.0 TDI de 150 CV, y la eficiencia conseguida impresionó. El consumo medio fue de 2,61 l/100 km, muy por debajo del dato oficial. El depósito de 66 litros se llenó hasta arriba para maximizar la autonomía.
Qué Skoda Superb era y qué ajustes llevaba…

El vehículo del intento fue un Skoda Superb 2.0 TDI de tracción delantera con cambio automático DSG de 7 marchas y modo Eco activo durante todo el recorrido. Según la marca, se mantuvo prácticamente de serie: llantas de 16 pulgadas, peso en torno a 1.590 kg y, como únicas modificaciones, neumáticos de baja resistencia a la rodadura y muelles de la variante Sportline que rebajan la carrocería 15 mm para mejorar la aerodinámica.
Bajo el capó, el conocido 2.0 TDI entregaba 150 CV y 360 Nm de par, una configuración pensada para devorar kilómetros con poco gasto. La gestión del cambio y de la entrega de par, junto a una pisada muy suave del acelerador, ayudaron a consolidar la conducción eficiente en todo momento.
La ruta y el método: anticipación, ritmo constante y apoyo…

La salida se hizo desde Łódź (Polonia) con destino a la zona de París, para después regresar por Países Bajos, Bélgica y Alemania hasta completar 2.831 km. La velocidad media se situó en torno a 80 km/h, un ritmo estable clave para evitar picos de consumo. Marczyk contó con un vehículo de apoyo que circulaba dos o tres kilómetros por delante, avisando de pendientes suaves, peajes y tráfico para anticipar frenadas y dosificar mejor el acelerador.
En palabras del piloto, mirar lejos, mantener fluidez y evitar desaceleraciones bruscas marcan la diferencia. Entre los hábitos, el polaco destacó mantener la presión de neumáticos recomendada, usar gomas de baja resistencia ya ligeramente rodadas, y conducir descansado. El descanso, subrayó, es crucial: estar bien dormido mejora la atención y reduce errores que disparan el consumo.
La meteorología tuvo su papel. En Francia, un tramo de unos 200 km con viento de cola permitió ver descender el gasto a 2,2 l/100 km. En cambio, los tramos nocturnos en Alemania, con temperaturas cercanas a 1 ºC y largas subidas, penalizaron el registro.
El registro y lo que viene ahora…

Conducir casi 2.900 km sin repostar con un turismo diésel de serie es un hito poco habitual. La marca y medios especializados lo han señalado como récord de eficiencia en larga distancia con un solo depósito para este modelo. Aun así, el piloto cree que hay margen para más.
El siguiente objetivo declarado por Marczyk es superar los 3.000 km con un depósito, afinando la estrategia y valorando el uso de gasóleo premium. Su bagaje como campeón del ERC y su afición por el «hypermiling» —esa conducción milimétrica para rascar cada centilitro— apuntan a que volverá a intentarlo.
Consejos prácticos que salieron del reto…

- Mantener presiones de neumáticos correctas y gomas de baja resistencia ya algo rodadas.
- Conducir descansado, mirar lejos y anticipar para evitar frenadas y aceleraciones innecesarias.
- Usar el modo Eco, acelerar con suavidad y mantener velocidad estable cuando sea posible.
- Aprovechar viento de cola y la aerodinámica del coche, guardando siempre una distancia segura con el tráfico.
Europa, entre la eficiencia del diésel y su ocaso…

El hito del Superb llega en plena contracción del diésel en Europa. Según la ACEA, hasta agosto su cuota entre los coches nuevos ronda el 8,3%, lejos de los niveles de principios de la década de 2010, cuando superaba el 50%. El endurecimiento normativo y el avance de híbridos y eléctricos han acelerado el declive. El Grupo Volkswagen ha ido retirando el diésel de modelos pequeños (como Polo o Fabia), manteniéndolo en gamas como Golf, Octavia o segmentos superiores.
Si se confirma la agenda de Bruselas para 2035, los motores de combustión nuevos desaparecerán del Europa, y es probable que el diésel lo haga antes en turismos. Más allá de tendencias, la experiencia demuestra que, en travesías largas y a ritmos contenidos, un diésel moderno como el del Skoda Superb aún puede ofrecer autonomías sobresalientes y consumos muy bajos, especialmente si se combina una configuración eficiente con una conducción anticipativa y condiciones de ruta favorables.
Fuente – Skoda
Imágenes | Skoda
 
 
 
