El automóvil, como lo conocíamos, está cambiando. Esto es algo evidente, no hace falta echar la vista muchos años atrás, hace tan solo 15 años ni siquiera sabíamos lo que era un vehículo híbrido, hasta la llegada del Prius, y los eléctricos, que han llegado para quedarse, apenas estaban en boca de todos.
Con la llegada de vehículos totalmente inteligentes se abrirán nuevas posibilidades, como automóviles sin conductor que transporten de un punto A a otro B con la mayor eficiencia y confort posible a sus ocupantes. Así es el concepto que tiene Bosch de lo que será el transporte del futuro.
El prototipo, que será presentado en el CES de Las Vegas a principios de año, es una lanzadera que contará con un sinfín de elementos para garantizar el confort de sus ocupantes hasta la llegada a su destino. Por fuera, sus líneas forman una combinación de ondulaciones y trazos rectos, con una gran puerta acristalada que servirá como ventana al exterior.
El interior opta por un diseño minimalista, donde destacan unos paneles LED, cuatro asientos individuales de los cuales dos de ellos cuentan con una pantalla de infoentretenimiento y un reposapies. Por otro lado, el vehículo contaría con WiFi integrado (una característica que encontramos en coches actuales) para recomendar a los pasajeros eventos cercanos que visitar.