Una de las averías más simples y que más nos fastidian es la del pinchazo de una rueda. Vamos tranquilamente por la carretera y notamos alguna anomalía en el comportamiento del coche, normalmente en la dirección, produciendo además un mayor ruido de rodadura. También puede ocurrir que nos percatemos de ello cuando vamos a montarnos al coche pues, si es un pinchazo leve, la rueda pierde aire más lentamente.
En este artículo os vamos a recordar, resumidamente, los pasos a seguir para cambiar una rueda de forma segura, porque mucha casualidad sería que pincháramos justo delante de un taller mecánico. Aunque lleva unos minutos, no hacen falta conocimientos de mecánica para sustituir un neumático, ya que, como vas a comprobar, es una operación sencilla.
Antes de nada, conviene recordar que debemos revisar la presión de todos los neumáticos con bastante frecuencia, una vez al mes, por ejemplo, y cada vez que salgamos de viaje. No siempre prestamos la suficiente atención a la rueda de repuesto, y nos olvidamos de comprobar su presión de inflado. Si nos vemos obligados a sustituir un neumático y la rueda de repuesto no tiene presión, nos servirá de poco.
1º Detener el vehículo en una zona segura para cambiar una rueda
Si el pinchazo se produce mientras circulamos por carretera, debemos poner las luces de emergencia, reducir la velocidad suavemente y detener el vehículo en una zona segura. Si nos encontramos muy cerca de una estación de servicio, esa será nuestra mejor opción para cambiar una rueda. Si hemos pinchado en ciudad, lo mejor es buscar cuanto antes un estacionamiento cercano.
2º Ponernos el chaleco reflectante y colocar los triángulos de emergencia
Una vez detenido el vehículo nos pondremos el chaleco reflectante (antes de bajarnos del vehículo) y colocaremos los triángulos de emergencia. Recuerda que si es una vía de doble sentido debemos colocarlos tanto por detrás como por delante del vehículo, a 50 metros de distancia del coche y con una visibilidad de unos 100 metros. Si la vía es de sentido único solo los colocaremos por detrás del coche.
3º Reconocer cuál es la rueda pinchada y preparar la herramienta necesaria
No será complicado identificar cuál es el neumático pinchado. Muchos coches modernos nos avisan de cuál es el neumático que ha perdido presión repentinamente pero, de no ser el caso, una simple inspección ocular alrededor del vehículo nos bastará para reconocer en pocos segundos cuál es la rueda pinchada.
Abrimos el maletero y sacamos el kit de herramientas necesario para cambiar una rueda. Suelen ser un gato, la llave para los pernos o tornillos de rueda y una herramienta para quitar tapacubos (si es el caso) o las tapas de dichos tornillos. Lo normal es que vaya alojado junto al mismo neumático de repuesto. Si no está bajo del suelo del maletero, irá en el exterior, en los bajos. Aunque cada vez es menos habitual esta última ubicación.
4º Aflojar parcialmente los tornillos de la rueda (antes de levantar el coche)
Empezamos con el primer paso para cambiar una rueda. Cogemos la llave y aflojamos, dos o tres vueltas cada tornillo de la rueda. Algunos lo hacemos “en cruz” (aflojar un tornillo y luego el opuesto, en lugar de el que se encuentra justo al lado), aunque a la hora de aflojar no es necesario, para evitar perder la costumbre de apretar con este método.
5º Colocar el gato y elevar el coche
Después de aflojar ligeramente los tornillos o pernos colocamos el gato. Los coches llevan una parte reforzada en los bajos, lugar donde debemos colocar la parte superior del gato para levantar el vehículo sin provocar daños. Muchos coches, además, nos lo indican con una pequeña flecha para reconocerlo más fácilmente.
Una vez colocado correctamente, empezamos a elevar la carrocería. Es el único paso que conlleva algo de esfuerzo físico al cambiar una rueda, pues hay que hacer algo de fuerza y los gatos compactos que vienen en los coches no son muy cómodos de utilizar. En cualquier caso, tardamos 3 ó 4 minutos en levantarlo. No es necesario elevar mucho la carrocería, pero debemos dejar cierto margen entre el neumático y el asfalto.
6º Retirar los tornillos para cambiar la rueda
Con la rueda ya en el aire, procedemos a retirar los tornillos. Aflojaremos todos y dejaremos uno de ellos a falta de solo un par de vueltas para ser extraído, retirando el resto. Con esto garantizamos que la rueda no se va a caer, evitando que nos golpee o nos manche la ropa.
Como consejo para retirar de forma más cómoda la rueda, podemos apretar con la suela del zapato el neumático por su parte inferior hacia el coche. Con una mano empujamos por la parte superior y con la otra mano terminamos de aflojar el tornillo que nos quedaba y lo retiramos. Dejamos el tornillo junto al resto y con las dos manos extraemos la rueda pinchada.
7º Poner la rueda de repuesto
Toca repetir los pasos anteriores, pero a la inversa, es decir, guardar el neumático pinchado y poner la rueda de repuesto. Sentados en el suelo, recomiendo ayudarnos una vez más con el pie, utilizando la suela de nuestro calzado, para sujetar la rueda. No suena muy ortodoxo, lo sé, pero ayuda bastante.
Debemos cuadrar los agujeros para los tornillos de la llanta, con los del buje. Una vez centrados, cogemos un tornillo y enroscamos ligeramente con la mano. Ya podemos soltar la rueda, no se caerá. Hacemos lo mismo con los tornillos restantes para que la rueda termine de quedar centrada.
8º Aproximar los tornillos de la rueda
Sin hacer mucho esfuerzo, y dependiendo del diseño de la llanta, roscaremos los tornillos en el buje con la mano hasta el fondo, pero sin apretarlos. Si van duros o si la propia llanta no nos permite hacerlo con la mano, tendremos que utilizar la llave. Una vez lleguen todos al final, bajamos el coche y retiramos el gato. Puedes estar tranquilo, la rueda no se saldrá, ya está más que sujeta, aunque no apretada a fondo.
9º Apretar la rueda en cruz
Como os decía antes, al cambiar una rueda el apriete final debe realizarse en cruz. Por ejemplo, primero el tornillo que quede arriba, después el que quede abajo, en tercer lugar el de la izquierda y por último el de la derecha. Si son cinco tornillos, hacemos la operación de apriete en forma de estrella. Tenemos que hacerlo con fuerza, aunque tampoco es necesario utilizar palancas ni nada similar, pues podríamos incluso llegar a partir alguno de los tornillos (no sería el primer caso). Ya hemos cambiado la rueda
10º Lo último al cambiar una rueda
Y para finalizar, recogemos la herramienta y los triángulos de emergencia. Como recomendación, acude a la estación de servicio más cercana para comprobar la presión de la rueda de repuesto, pues como te comentaba al principio, no siempre nos acordamos de ella cuando verificamos presiones.
Recuerda que las ruedas de repuesto de “galleta”, no están pensadas para correr ni para realizar una gran cantidad de kilómetros. Su velocidad máxima permitida es de 80 km/h y la estabilidad del coche se ve mermada. Por tanto, acude cuanto antes a un taller mecánico para que te reparen la rueda pinchada y te la puedan volver a montar.