Es cierto que por lo general un coche pequeño no es tan seguro como uno grande y por eso mucha gente no confía en pequeños utilitarios y es reticente a modelos como el Smart. Ahora, con la nueva generación del modelo, la marca se ha propuesto demostrar al mundo lo seguro que es el nuevo Smart ForTwo, un pequeño biplaza que comparte muchos elementos con el nuevo ForFour y el Twingo. Una de las principales características de este utilitario es su famosa célula Tridion, que se viene empleando desde la primera generación.
Para garantizar la más alta seguridad en caso de accidente con el Smart ForTwo, se ha desarrollado con el mismo programa de seguridad ante las colisiones que los nuevos Mercedes Clase C y Clase S. Precisamente con este último es con quien el pequeño urbanita se ha tenido que ver las caras en un crash test realizado por la propia Mercedes, que hace ya 75 años que comenzó a practicar sus propias pruebas de choque. Cuando se inicie la comercialización del pequeño Smart, también pasará por las pruebas del Euro NCAP.
La colisión ha sido a 50 kilómetros por hora con un solape entre el frontal de los vehículos del 50%. El ensayo ha servido para demostrar la seguridad que ofrece el ForTwo en caso de impactar con coches de mayor envergadura. Mientras que las imágenes no pintan nada bien, luego se puede comprobar como la célula Tridion (de color azul en la imagen de cabecera) resiste el impacto, impidiendo la deformación del habitáculo, que es lo realmente peligroso. Esto se puede ver claramente cuando se comprueba la facilidad con la que las puertas abren y cierran tras el impacto.
Con esta prueba Smart ha podido mostrar el comportamiento en caso de impacto contra un coche que pesa algo más del doble (2,1 veces) lo que el Smart, demostrando que el tamaño no siempre está reñido con la seguridad si se adoptan las medidas oportunas. Si estuviésemos al volante de un coche para el mercado indio, lo mejor sería tener al Mercedes Clase S lejos.
Fuente – Smart