El panorama del coche eléctrico en España ha sufrido un duro revés tras la última votación en el Congreso de los Diputados. La no convalidación del denominado Decreto Ómnibus ha dejado sin efecto tanto las ayudas del Plan Moves III como las deducciones del 15% en el IRPF para la compra de vehículos eléctricos. Esta decisión pone fin de manera inmediata a los subsidios destinados a fomentar la movilidad sostenible y plantea un escenario complicado para el sector automovilístico, así como para los compradores.
El Plan Moves III y sus beneficios, que iban desde descuentos en la compra de vehículos eléctricos hasta bonificaciones por la instalación de puntos de carga, se han visto abruptamente cancelados. Originalmente, este programa estaba previsto para extenderse hasta el 30 de junio de 2025, pero no llegará ni siquiera a febrero. También queda eliminada la deducción del 15% del IRPF, que hasta ahora permitía a los compradores recuperar hasta 3.000 euros en su declaración de la renta.
Votación contra el Plan Moves y sus consecuencias
El Congreso de los Diputados rechazó con 177 votos en contra y 171 a favor el paquete legislativo que contenía estas medidas. Fuentes parlamentarias señalan que la decisión fue inesperada, ya que ciertos grupos políticos habían mostrado disposición a facilitar su aprobación. Este rechazo bloquea cualquier posibilidad de que las ayudas continúen vigentes en las condiciones actuales, a menos que se presente y apruebe una nueva legislación.
El impacto de esta decisión es inmediato: las ayudas a la compra de coches eléctricos y la instalación de infraestructuras de carga quedarán suspendidas una vez se publique el resultado en los boletines oficiales. Esto supone que aquellos consumidores que planeaban acogerse a los descuentos del Plan Moves III deberán afrontar los precios completos de los vehículos eléctricos, lo que podría encarecer estas adquisiciones en hasta 10.000 euros.
Reacciones del sector automovilístico
La noticia ha provocado una fuerte reacción en la industria. Las asociaciones principales, como ANFAC y FACONAUTO, han calificado la situación como el ‘peor escenario posible’. Según estas entidades, la falta de incentivos podría paralizar las ventas de coches eléctricos, replicando lo ocurrido en otros países europeos que han eliminado similares programas de apoyo.
En un comunicado conjunto, los representantes de fabricantes y concesionarios han subrayado que las ayudas públicas son esenciales para alcanzar los compromisos de descarbonización marcados por España y la Unión Europea. Sin ellas, advierten que no solo se ralentizará la transición a la movilidad sostenible, sino que también habrá un impacto directo en el empleo, particularmente en concesionarios y plantas de fabricación nacionales.
Arturo Pérez de Lucía, director general de AEDIVE, afirma que la cancelación de estas ayudas envía un mensaje contradictorio en un momento crítico para la electrificación del transporte. También menciona que esta decisión puede generar incertidumbre tanto en los consumidores como en las empresas del sector, dificultando el cumplimiento de los objetivos contemplados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Consecuencias económicas y sociales
La eliminación de las ayudas no solo afectará a los consumidores y la industria automotriz, sino que también podría influir en la economía general. El sector del automóvil representa una parte significativa del PIB español, y cualquier retroceso en las ventas podría tener repercusiones macroeconómicas. Además, parte de los incentivos eliminados estaban destinados a fomentar infraestructuras de carga, un elemento crucial para ampliar la adopción de este tipo de vehículos.
Es importante señalar que uno de los puntos más controvertidos es la incertidumbre sobre las operaciones realizadas durante las primeras semanas de enero de 2025, antes de que la decisión fuera tomada. Según ciertas informaciones, estas transacciones podrían quedar protegidas temporalmente, pero el alcance de esa protección aún no está claro.
El difícil camino hacia una solución
A pesar de las críticas generalizadas, existe la posibilidad de que se intente rescatar algún tipo de apoyo a través de nuevas iniciativas legislativas. Sin embargo, los procedimientos legislativos en el Congreso suelen ser largos y complejos, lo que podría dejar al sector sin apoyos durante meses o incluso más tiempo.
Mientras tanto, las asociaciones del sector han pedido a los partidos políticos que reconsideren su postura y trabajen para restablecer, al menos temporalmente, las medidas anteriores. La falta de incentivos podría provocar no solo una desaceleración en la transición energética, sino también penalizaciones económicas para los fabricantes debido al incumplimiento de las normativas europeas de emisiones de CO2.
Esta situación deja en el aire la viabilidad de objetivos como alcanzar una cuota del 20% de ventas de coches eléctricos en el mercado español en los próximos años, algo que ahora parece cada vez más lejano.
Imágenes | Tesla y Peugeot