Desde que resurgiera de su última gran crisis, en 2008, General Motors no ha logrado encontrar su sitio. Cerró Hummer y Daewoo, por el camino mató a Saab y por último, vendió al Grupo PSA Opel/Vauxhall. Sin embargo, y a pesar de todos los ajustes que ha llevado a cabo, sus números no son los que querría. Por ello, para ajustarlos, a comienzos de año anunció que cerraría una fábrica en Corea del Sur.
Sin embargo, parece que a General Motors los números siguen sin cuadrarle. Por este motivo, ha anunciado un nuevo paquete de medidas con los que ahora, sí, espera alcanzar su objetivo: ser rentable. Para lograr su objetivo, ha centrado su estrategia en dos pilares básicos: cierre de centros productivos y reducción de gama. Pero además, y aunque no ha sido confirmado, parece que seguirá la senda de Ford, es decir, ofrecer más SUV´s a sus clientes.
¿Qué futuro le espera a General Motors?
El cambio más importante, y drástico, para el conglomerado americano es el reajuste de sus centros productivos. Según han anunciado, serán cinco las factorías que cerrarán el próximo año (2019). Las «agraciadas» son: Oshawa (Canadá), Detroit-Hamtramck (Detroit), Lordstown (Ohio), Baltimore (Maryland) y Warren (Michigan). Las tres primeras están centradas en el montaje de modelos y las dos últimas en cajas de cambios y motores.
Cuando estas instalaciones cierren, unos 15 mil trabajadores perderán su sustento. Sin embargo, General Motors ha anunciado que, aproximadamente, la mitad serán recolocados en otros centros. Aquellos que logren salvarse tendrán que reciclarse, pues serán trasladados a instalaciones dedicadas al montaje de vehículos eléctricos. Sin embargo, la pérdida de empleo en Estados Unidos será muy importante, uniéndose a los de Sudáfrica y la India.
La segunda pata de su plan estratégico pasa por guillotinar el futuro de varios de sus modelos. Empezando por Buick, el sedán LaCrosse abandonará el mercado cuando la actual generación agote su ciclo comercial. Por parte de Cadillac, serán los CT6 y XTS los que saldrán de su gama por la puerta trasera. Por último, Chevrolet, verá como los Cruze, Impala y Volt dejarán el mercado sin relevos a la vista.
Con estos drásticos reajustes, esperan que el ahorro sea de 6 mil millones de dólares para finales de 2020. De esta cantidad, unos 4,5 mil millones serán en costes productivos y el resto en ahorros de capital y gastos de gestión. En todo caso, la firma ha invertido en plataformas nuevas para camiones, crossovers y SUV. Por tanto, seguirá de forma velada el camino emprendido de Ford.
Fuente – General Motors