Madrid propone eliminar el diésel en la ciudad en 2020

Contaminación en madrid M30

Mucho se ha hablado de la regulación del diésel en las ciudades, tanto como que hay ya varias ciudades que se han blindado, han aumentado las restricciones o planean hacerlo en un futuro relativamente cercano. Madrid es una de ellas, y es que el ejecutivo de Ahora Madrid ha planteado la posibilidad de eliminar el diésel de la ciudad en el horizonte 2020. Aunque todavía hay demasiados matices.

Como viene siendo habitual, la noticia y propuesta que ha lanzado el Ayuntamiento de Madrid carece de matiz que nos haga prever un futuro cierto. Falta concretar, mucho, pero vamos haciéndonos una idea de lo que probablemente veamos en la ciudad de Madrid con sólo fijarnos en otras urbes europeas como París. Allí también se quiere acabar con el diésel en un plazo similar.

Contaminación en madrid

La realidad es que es una estrategia, o plan, un tanto complicado para este ejecutivo, y es que daría por hecho que en 2020 seguiría en el poder. De ser así, debería de plantearse los pasos para la prohibición total, que entrañaría una serie de problemas y consecuencias de las que nadie nos ha hablado. Para empezar, un problema de movilidad al que nadie parece querer poner solución. O al menos no parece posible.

La problemática de la contaminación está pegando fuerte a la ciudad de Madrid, que ha visto como episodios de alta polución han dado paso a medidas restrictivas como la limitación de velocidad o la prohibición de aparcar en zona SER. Todo ello tiene la intención de disuadir al conductor y lanzarlo en transporte público. La razón es la emisión de NOx, ligada a los vehículos diésel. O a las calefacciones, que nadie dice nada.

De momento el Ayuntamiento no ha hablado de prohibición explícita, pero sí podemos esperar una restricción lo suficientemente grave como para disuadir al usuario diésel de entrar en ciudad. Lo más seguro es que la restricción afecte a las primeras homologaciones europeas de contaminación. Es decir, una discriminación que excluya vehículos fabricados bajo la normativa Euro 6. Estamos hablando de un horizonte 2020.

El problema es que sigue pareciendo que creamos una normativa para capear el temporal, y no para solucionar verdaderamente un problema. Para empezar, se nos ha obligado a consumir vehículos diésel, no sólo por la subvención a este combustible, sino también por la nula evolución que han sufrido vehículos de gasolina hasta hace relativamente poco. Por si esto no bastara, las normativas anticontaminación se han basado en la emisión de CO2, afectando a los gasolina, y no recalando en un problema más grave, el famoso NOx.

Resctricción circulación vehículos en París

París también restringe el tráfico

Por otro lado, nadie parece interesarse por las calderas diésel que alimentan la calefacción de buena parte de las viviendas de las ciudades, unas calderas que no parecen tener ninguna regulación. A nadie le preocupa que funcionen cuando no son necesarias como, casualmente, en los episodios de alta contaminación que hemos sufrido semanas atrás. Tampoco parece necesario un fuerte proyecto de renovación de calderas para ir eliminando el diésel.

En definitiva, para el Ayuntamiento de Carmena el único problema que nos afecta es el vehículo, el transporte privado. Y esto no es una declaración contraria a restringir el diésel en nuestras ciudades, sino una declaración contra la regulación fácil. La idea en el fondo es más que interesante, pero le falta tanto matiz que no podemos ni tomarla en serio. Habrá que dejar que se desarrolle. Si lo hace.

dieselgate

Pongámonos en situación, un usuario de un coche diésel al que se le restringe su uso o se le impone una tasa que le lleva a renunciar a su vehículo. No sería uno, ni dos, sino unos cuantos miles teniendo en cuenta el parque automovilístico español. Por mucho que nos cuenten cuentos la red de transporte público de Madrid no puede absorber semejante avalancha de usuarios. No, ni aumentando frecuencias ni «reforzando» la red de transporte. Los momentos puntuales tienen poco o nada que ver con lo cotidiano.

La otra situación sería incentivar la compra de vehículos alternativos, pero todos sabemos que ahora mismo, y probablemente todavía en 2020, el vehículo completamente eléctrico, por ejemplo, es una alternativa con demasiadas restricciones, como es el precio, la autonomía o los tiempos de recarga. ¿Un coche gasolina? Total, en unos años también se regulará su uso. ¿Subvenciones? Bien, ¿y lo del plan de renovación de calderas?

La problemática de la contaminación en la ciudad de Madrid es algo más que para tomárselo a la ligera. Seguramente la prohibición del coche diésel en la ciudad no sea un plan viable en 2020. Sí más adelante. Lo que ocurre es que hay que regular de forma que no se cree un mayor problema, que es el de la movilidad. De hecho también existe una problemática de movilidad, que se vería alimentada con decisiones como esta. En unos años, no te quepa la menor duda, no verás coches ni diésel ni gasolina en las grandes ciudades, pero dudamos que sea el actual Ayuntamiento, y menos con esta simple declaración, quien ponga le ponga fin.


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  1.   Pablo Sanz dijo

    Madrid no,la vieja chocha que tenemos por alcaldesa..?

  2.   Chanquete dijo

    Tengo la sensación de que los gobernantes nos han estado, y están, engañándonos, una vez más. Primero bonifican el combustible diésel, luego fijan impuestos basándose en el CO2 (favorable al diésel), y ahora que todos tenemos diésel, salen los problemas de contaminación, que no me creo que nadie sabía de éstos antes. Ahora, debido a la contaminación producida por el número de vehículos diésel que hay en las carreteras, nos van a «sugerir» que los cambiemos, pero las autoridades tampoco dan soluciones, ni mejores transportes públicos, ni fomento de alternativas al transporte privado ni a los combustibles fósiles, ni otra forma de urbanismo que evite el uso de tanto transporte…. vamos, que es lo de siempre, rascarnos el bolsillo para cambiar de vehículo para seguir metidos en atascos, pasar media vida en el coche, y seguir tirando mierda por el tubo de escape. Que no será mala para la salud hasta que esa «nueva tecnología» la tengamos todos, y entonces empezará a ser prohibida.

    Lo de las calderas diésel es de traca, hace muchos años que deberían estar prohibidas, por contaminantes y poco eficientes. Pero claro, te obligarían a comprar una de gas natural (más limpia, dicen….), cuando la medida realmente eficaz sería aumentar aislamientos en las viviendas, pero con eso dejarías de consumir combustibles, y eso no gusta a los que mandan….

    1.    Eduardo Lausin dijo

      Es la pescadilla que se muerde la cola. Se propone una solución a un problema sin tener en cuenta otras consecuencias. Lo comentaba hace unos días, se gobierna para 4 años, no para el futuro. Por tanto, se gobierna para que aparezcan estas cosas en los medios, no para que de verdad solucionen un problema. Un saludo