Con el calor del verano no serán pocas las tardes que muchos pasen el tiempo navegando por la red sin rumbo fijo o, sencillamente, tirados en el sofá. Aquí os vamos a proponer un pasatiempo que, como amantes del motor, nos va a solucionar más de una tarde y posiblemente crear una afición. Hablamos de las maquetas de papel.
En el mundo de las maquetas podemos encontrar unidades con más o menos calidad, más o menos detalles, y la diferencia entre ellas suele ser en la mayoría de los casos el precio. Algunas marcas como Tamiya dan fe de ello, con un resultado envidiable para mostrar en nuestra estantería.
Yo siempre recomiendo montar tus propios coches en vez de hacerte con ellos ya montados, es una satisfacción muy grande ver como pieza a pieza acabas con una réplica de un modelo real en tus manos. Sin embargo, el precio, como comentábamos, es posiblemente el factor determinante para no iniciarse en este mundillo.
Las maquetas de papel entran ahora en escena, modelos que tú mismo te descargas, imprimes y montas en casa. El precio aquí es precisamente una baza, con un rango que oscila entre los 5 y los 20 euros, según la calidad. Pero lo mejor es que hay cientos de modelos gratuitos en la red.