Para matricular un coche tú mismo tienes que tener claros los trámites que debes completar. No son muchos ni demasiado complicados, pero como en cualquier proceso burocrático, hay que tener cuidado para no acabar dando más vueltas de las necesarias. Por eso, aunque supone un coste extra en la compra de un coche, es un proceso que la mayoría de las personas dejan al concesionario.
Si decides hacerlo por tu cuenta, puedes ahorrarte un buen dinero, ya que dependiendo de la marca pueden cobrarte entre 200 y 400 euros. Ahora bien, resérvate una o dos mañanas para cumplimentar todo el papeleo. Tendrás que cumplir con la Agencia Tributaria, con tu ayuntamiento y con Tráfico. Además de poner tú mismo las placas si el concesionario no te lo hace cuando las lleves.
Primer Paso: consigue toda la documentación del coche
Pide toda la documentación en el concesionario. La necesitarás porque en ella viene datos como las cifras de emisiones homologadas del coche, su potencia fiscal o el tipo de vehículo que es. Una información muy relevante para cuando vayas a pagar los impuestos de matriculación o circulación.
Segundo paso: Impuesto de Matriculación
Éste es diferente en función del nivel de emisiones de CO2 que tenga tu coche. Se trata de un porcentaje sobre el valor neto del vehículo. Es decir, su valor sin impuestos:
- Menos de 120 g/km: exento del Impuesto de Matriculación
- Entre 120 y 160 g/km: 4,75 %
- Entre 160 y 200 g/km: 9,75 %
- Más de 200 g/km: 14,75%.
El pago del impuesto de circulación se hace a través del modelo 576. Puedes pagarlo de forma telemática en la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria, aunque para eso no te valdrá con dar tus datos o con el sistema de Cl@ve, tendrás que tener un DNI electrónico.
Calcula lo que debes pagar con los porcentajes que te damos más arriba. Si no lo haces telemáticamente el banco te dará el Número Referencia Completo o código NRC, que es lo que necesitas para presentar el impreso más adelante. Una vez que esté pagado deberán darte un justificante de pago que necesitarás cuando vayas a Tráfico.
Tercer Paso: Impuesto de Circulación
Ahora debes pagar el Impuesto de Circulación correspondiente a tu coche. Se trata de un impuesto municipal, así que debes tramitarlo con el ayuntamiento del municipio donde estés empadronado. Su cuantía depende de la potencia fiscal de tu coche y del lugar donde tengas que pagarlo. Una vez que esté pagado deberán darte un justificante de pago que necesitarás cuando vayas a Tráfico.
Cuarto paso: ve a una Jefatura de Tráfico
Debes pedir cita previa en una Jefatura de Tráfico para presentar toda la documentación:
- Justificante de pago del impuesto de Matriculación
- Justificante de pago del impuesto de Circulación
- Documentación del coche (tarjeta de ITV en formato papel con la diligencia de venta)
- Tu DNI, pasaporte de permiso de residencia
También tendrás que pagar la tasa correspondiente a la Expedición de permisos de circulación, que asciende a 97,80 euros (precio de 2018). Una vez que lo hayas hecho todo, te darán la documentación definitiva y el número de matrícula que te corresponde.
Quinto paso: encarga las matrículas
Acude a un centro donde vendan matrículas de coche homologadas. Tendrás que llevar la documentación original del coche y facilitar tus datos personales: nombre y apellidos, dirección y DNI. Recuerda que deberás llevar las matrículas cuando recojas el coche, para ponerlas allí mismo y así llevarte el coche sin más complicaciones.
Hay varias formas de ponerlas: tornillo, tachuela o cinta adhesiva de doble cara. Tu decides, pero llévate todo lo necesario si en el concesionario al que vayas no te las van a poner. Si tienes que agujerearlas, te recomendamos que uses un taladro con una broca específica para plástico de 4 mm. Hazlo poco a poco y con cuidado de no darle demasiada velocidad de giro cuando perfores.
¿Puedo elegir la matrícula de mi coche?
En España no porque va en orden de solicitud. Hay países donde sí se puede hacer, al mismo tiempo que se puede traspasar el número entre personas. Esto genera todo un mercado de compra venta de matrículas con cifras que van de unos cientos de libras a cantidades desorbitadas. Por ejemplo, en Reino Unido hay matrículas como la del Bugatti Veyron que lucía la matrícula «F1» con un precio de 14.412.093 libras esterlinas, que al cambio actual 16,3 millones de euros. Es decir, un precio muy superior al ya de por sí carísimo superdeportivo.