El mercado ruso del automóvil está viviendo horas muy malas. General Motors ya confirmó su retirada de este país y Fiat Chrysler Automóbiles (FCA) está estudiando la posibilidad de salir de él también. Sin embargo, como todo en la vida donde a unos les va mal o regular a otros les va bien o muy bien. Este es el caso de Mercedes-Benz, que ha decidido reforzar su posición en este mercado.
Según han comunicado responsables de Daimler-Benz, matriz de la firma de la estrella, ya se han iniciado los trabajos para levantar la nueva planta de la marca en Rusia. La ubicación elegida no se conoce exactamente, pero sí se sabe que está muy cerca de Moscú. Lo que sí se ha hecho pública es la inversión que ha realizado Mercedes-Benz, ascendiendo a un total de 250 millones de euros.
Según los planes que ha fijado la marca, las obras deberían durar hasta finales del próximo año. La razón es que debería estar operativa para inicios del año 2019. En un primer momento la capacidad productiva instalada de la planta será de 20 mil unidades al año. Sin embargo, será un centro muy flexible pues podrá incrementar la cadencia de producción para cubrir las necesidades del país.
El primer modelo que saldrá de las líneas de montaje de esta nueva planta será la actual generación del Mercedes-Benz Clase E. A medida que la planta tome el ritmo de producción deseado por la firma se añadirán los SUV´s GLC, GLE y GLS. La proporción que se producirá de cada modelo no ha sido desvelada, pero a buen seguro estos tres últimos ocuparán un lugar privilegiado en estas instalaciones.