El desarrollo del Mini Cooper SE eléctrico lleva tiempo siendo noticia. Que una firma eminentemente urbana como ésta no tuviera un producto de este tipo, no era entendido por muchas personas. Sin embargo, BMW Group no quería errar en el paso, pues por el posicionamiento premium de Mini no podían ofrecer cualquier configuración. Ahora, una vez que han madurado su tecnología, y es acorde a las necesidades de sus clientes, dan el paso y presentan su primer vehículo cien por cien eléctrico.
Para crear al Mini Cooper SE, la firma inglesa ha contado con toda la ayuda técnica de su matriz. Con su llegada al mercado, el número de vehículos eléctricos destinados a la ciudad se incrementa. Los Opel Corsa-e, Peugeot e-208 u Honda e contarán con un modelo que les pondrá las cosas muy difíciles a finales de 2019 o principios de 2020. Con todo, el posicionamiento del Cooper SE eléctrico es más ambicioso, dando el primer paso para la transición eléctrica en la firma inglesa.
El Mini Cooper SE se mantiene fiel a sus raíces
Como no podía ser de otra forma, la estética del Mini Cooper SE eléctrico se mantiene fiel a su herencia familiar. Sólo estará disponible sobre la carrocería hatchback de tres puertas, respetando gran parte de su diseño. Así, mantiene intactos elementos como los grupos ópticos, forma de paragolpes, proporciones y volúmenes. No obstante, introduce cambios sustanciales que lo presentan como una versión, aún, más exclusiva dentro de su gama.
El elemento más llamativo corresponde a los logos «Mini Electric», de color amarillo, repartidos por varias zonas de la carrocería. Este mismo tono también está presente en la parrilla frontal o coquillas de los retrovisores. La parrilla frontal está pintada en color gris, aunque opcionalmente puede ser, también amarilla. Por último, el Cooper SE estrena nuevas llantas de aleación con diseño específico para minimizar el coeficiente aerodinámico.
En el interior estrena una nueva instrumentación
Si la estética exterior del nuevo Mini Cooper SE es continuista, en el interior sigue el mismo esquema. Las líneas básicas de diseño se mantienen inalteradas contando con una gran pantalla central táctil situada en el centro del salpicadero. Sin embargo, respecto a sus hermanos de gama estrena nuevo gadget tecnológico. De esta forma, y siguiendo la moda de los cuadros de instrumentos digitales, estrena nueva instrumentación sobre pantalla configurable de 5,5 pulgadas de tamaño.
En ella, el conductor podrá comprobar la gestión del sistema eléctrico y el flujo de carga en la batería. El espacio habitable y capacidad de maletero no varían, manteniéndose intactos respecto al modelo base. Por último, las posibilidades de equipamiento del Cooper SE están a gran altura. Así, no faltarán elementos como grupos ópticos con tecnología LED, navegador o sistema de infotainment con pantallas que van de 6,5 pulgadas a 8,8 pulgadas.
Técnica heredada solvente y puntera heredada de BMW
El esquema técnico del Mini Cooper SE es un viejo conocido en BMW Group. Pasa sustentarse, hace uso de la plataforma de tracción delantera UKL, aunque en este caso, está convenientemente adaptada. De esta forma, cuenta con un motor eléctrico que desarrolla 184 CV de potencia y un par máximo de 270 Nm. La gestión de este conjunto está encomendada a una transmisión automática con una velocidad y diferencial electrónico integrado.
Para alimentarlo cuenta con un paquete de baterías de ion litio con 32,6 kWh de capacidad. Está situado, con forma de «T», en el suelo entre los asientos delanteros y bajo la banqueta posterior. Gracias a ella, ofrece una autonomía, según el ciclo NEDC, entre 235 y 270 kilómetros. El tiempo estimado de recarga en una toma de 11 kW es de 2 horas y medias para recuperar un 80 por ciento de la carga. En estaciones de 50 kW el tiempo se reduce hasta los 35 minutos. El tiempo una toma doméstica debería rondar las 5 horas.
Como ya comentamos tiempo atrás, es el mismo motor eléctrico que emplea el archiconocido BMW i3s, ofreciendo prestaciones significativas. Ofrece una aceleración de 0 a 100 kilómetros en 7,3 kilómetros y una velocidad punta limitada electrónicamente en 150 kilómetros por hora. Estos datos están francamente bien para un vehículo que ha visto incrementada su tara en 150 kilos. Ahora, respecto a un Mini Cooper S Steptronic tres puertas pasa de los 1.290 kilos hasta los 1.440 kilos.
Fuente – Mini