A día de hoy, muchos son los que conocen los problemas por los que ha pasado Saab. La última vez que supimos de la firma sueca, y sus andanzas, fue en diciembre de 2017. Por esos días se producía un hecho importante: su cuarto, o quinto, renacer. En ese momento, nacía National Electric Vehicle Sweden AB, la división de NEVS que se haría cargo de resucitar la extinta Saab.
En la presentación llevada a cabo, anunciaron que contaban con un (en teoría) buen plan de futuro. Habían trasladado el utillaje del último 9-3 desde la factoría de Trollhättan (Suecia) hasta la de Tianjin (China). A partir de ahí, fabricarían hasta 220 mil unidades del NEVS 9-3 eléctrico. Sin embargo, parece que los planes se han ido posponiendo, pues aunque dicen contar con 170 mil pedidos en firme, no logran salir del atolladero.
Un nuevo propietario que no podrá resucitar la vieja Saab
Con todo este lío, ha tenido que llegar un nuevo pez grande, para controlar los desmanes del pequeño. En este caso, ha sido el holding, también chino, Evergrande Group quien se ha hecho con el 51 por ciento del accionariado de NEVS. De esta forma, el segundo promotor de viviendas del país asiático cuenta con participación accionariado en dos constructores, pues también controla parte de Faraday Future.
La operación se ha saldado con una transacción de 930 millones de dólares a favor de NEVS por parte de Evergrande Health Industry Group. El primer pago, realizado el pasado martes, ha sido de 430 millones de dólares y el segundo, se llevará a cabo a finales del presente mes. Además, para facilitar la expansión del negocio de NEVS AB, han concedido un crédito por valor de 1.000 millones de dólares.
Con todo, los responsables de Evergrande Group esperan que los 1.800 millones de dólares que han inyectado en la firma, den rendimiento lo antes posible. A través de esta operación, están apostando por un sector desconocido, a través de dos firmas fuertemente cuestionadas. Habrá que ver los siguientes acontecimientos, pero cualquiera diría que Saab está maldita. Ojalá no sea así y algún día no muy lejano la veamos renacer de sus cenizas cual Ave Fénix.
Fuente – South China Morning Post