Aunque el Honda Jazz no sea un modelo de mucho éxito en nuestro país, sí lo es en otros mercados. Y es que motivos no le faltan, ya que se trata de uno modelo urbano de contenidas dimensiones pero que disfruta de una gran habitabilidad y modularidad teniendo en cuenta su tamaño exterior. Esa es su principal baza. Ahora, el modelo japonés se ha renovado, aunque su comercialización se iniciará el próximo año 2020.
Aprovechando la inauguración del Salón del Automóvil de Tokio, la firma nipona ha presentado la nueva generación de uno de sus vehículos más importantes. Cabe destacar que el nuevo Honda Jazz supone un enorme salto respecto a su predecesor, especialmente en cuanto a tecnología y seguridad se refiere, incorporando también un sistema propulsor híbrido y recibiendo una nueva versión estética más aventurera.
Llega una nueva versión de estética crossover
Estéticamente hay notables cambios, pero puede seguir siendo fácilmente reconocible como el modelo para el segmento B de la marca nipona. Líneas sencillas y una silueta de monovolumen urbano son las principales características del exterior. Además, para aprovechar al máximo el espacio, las ruedas se encuentran en los extremos de la carrocería, reduciendo los voladizos.
Fijaos también en la alta línea de cintura, especialmente en la parte trasera. El portón posterior es de gran superficie y, aunque el cristal trasero termine muy arriba, sigue siendo grande. Esto significa que la bandeja se encontrará en una posición muy elevada, por lo que ya nos hacemos una idea de que el volumen del maletero será amplio -aún no se ha comunicado la capacidad del maletero-.
Antes de empezar con el interior es importante remarcar que el utilitario ha presentado una nueva carrocería de estilo crossover. Se denomina Honda Jazz Crosstar y, como puedes apreciar en algunas imágenes (es el coche de color azul), muestra una estética más aventurera gracias, principalmente, al uso de protecciones inferiores en los paragolpes, en las taloneras y en los pasos de rueda. Las barras de techo integradas también son incluidas, la parrilla es específica y se eleva ligeramente la carrocería -aunque no sabemos cuántos milímetros-.
Polivalente y modulable interior
Si pasamos al habitáculo, el nuevo Honda Jazz nos recibe con un diseño sencillo y agradable. Podemos destacar el nuevo cuadro de instrumentos digital, el volante con solo dos radios y la pantalla táctil central. Dicha pantalla estrena interfaz y dispone de Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica. También tiene WiFi.
Los asientos delanteros han sido rediseñados para mejorar el confort del conductor y su acompañante, así como para reducir la fatiga. Sin embargo, el protagonismo se lo llevan los traseros y sus posibilidades de colocación. Ya sabéis que muchos modelos de Honda utilizan un sistema que permite elevar, tumbar y plegar los asientos para así poder transportar objetos muy voluminosos. La marca lo denomina Honda Magic Seats y, como veis en las imágenes, permiten un montón de configuraciones.
Nueva motorización híbrida
Honda no ha querido dar los detalles de rendimiento y consumos de su nuevo modelo. Probablemente porque quizás todavía no se haya sometido a las homologaciones. Sea la razón que sea, lo que sí sabemos es que el nuevo Honda Jazz será un modelo híbrido; no habrá versiones sin electrificación.
El sistema híbrido se compone de un motor de gasolina, un propulsor eléctrico, un generador eléctrico y la batería, que no será de muy grandes dimensiones ya que estamos hablando de un modelo híbrido no enchufable. Se trata del primer modelo de la nueva denominación “Honda e:Technology”, recibiendo el emblema “e:HEV”.
Sin dejar a un lado la seguridad
Cabe destacar que el Honda Jazz de cuarta generación no ha querido dejar a un lado la seguridad activa y los asistentes a la conducción, ni mucho menos. El nuevo modelo trae el completo paquete de seguridad Honda Sensing.
Este modelo japonés para el segmento B ha mejorado algunos sistemas y añadido varias funciones más. Por ejemplo, ha mejorado el sistema de prevención y mitigación de impactos, detectando peatones y ciclistas también durante la noche, pudiendo accionar los frenos de forma autónoma cuando un vehículo se cruza.
El control de crucero adaptativo incorpora la función de seguimiento a baja velocidad, un asistente que facilita el trabajo al conductor en atascos. La alerta de salida de carril y la ayuda al mantenimiento en carril han sido revisados. Por último, una cámara más ancha y de mayor definición sustituye al radar utilizado anteriormente. Esto le permite al sistema reconocer aceras sin bordillo y las marcas de la carretera.