El mítico Opel Calibra está de celebración: cumple 30 años de vida

Opel Calibra 1989 - 2019 - 30 aniversario

Como buena firma alemana, Opel nunca ha sido tendente a las estridencias y riesgos. La fabricación de modelos complicados no ha estado en su ADN, pero sí ha ofrecido productos que para ellos los quisieran otras marcas. El mejor ejemplo es el Calibra, un coupé que fue revolucionario para su época por muchos motivos. El Opel Calibra supuso un antes y un después en la marca, y ahora que cumple 30 años de vida, hay que celebrarlo.

El motivo para su desarrollo fue el desgaste comercial que sufría el Opel Manta, otra institución en la firma del rayo. La tercera generación de este coupé cesó su producción en el año 1988 pero su relevo daría un paso de gigante. Sería en 1989 cuanto el Opel Calibra deslumbraría a propios y ajenos en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Con todo, no duró tanto en el mercado como su antecesor, pues desaparecería para siempre en 1997.

El Opel Calibra fue presentado en el Salón de Frankfurt de 1989

La presentación oficial del Opel Calibra en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1989 revolucionó el sector. Gracias a un diseño obra de Erhard Schnell, pasaría en poco tiempo a ser estudiado por sus atributos. El más importante, por su cuidada aerodinámica, pues con un 0,26 CX era el más bajo del mundo en aquellos momentos. A ello ayudaban los limpiaparabrisas ocultos o los canales de drenaje ocultos en el techo.

Junto a ellos estaban unos grupos ópticos con tecnología elipsoidal que aumentaban su potencia lumínica en un 40 por ciento. Otra de las grandes virtudes del Opel Calibra residía en la habitabilidad para su formato y tamaño. Con 4,49 metros de largo, podía albergar en su interior a cuatro pasajeros en configuración 2+2. Además, gracias a un generoso portón, ofrecía un maletero que iba de los 300 a los 980 litros con los asientos abatidos.

El Opel Vectra le cedió su plataforma, motores e interior

Opel Calibra 1989 - 2019 - 30 aniversario

Para su desarrollo, los ingenieros de Opel decidieron emplear la plataforma del Opel Vectra de primera generación. Ahora contaba con tracción delantera o total (Vario-Trac), motor en posición transversal y suspensión independiente en las cuatro ruedas McPherson. Pero además, la gama mecánica también fue heredada, pues General Motors realizó una fuerte inversión en una nueva familia de motores.

El motor de acceso era el 2.0 litros con 115 CV de potencia. Este mismo bloque, con 16 válvulas, incrementaba la potencia hasta los 150 CV. En 1992 llegaría una versión de este mismo motor con turbo, incrementando la potencia hasta los 204 CV. Sin embargo, la versión más picante llegó de la mano de la versión 2.5 litros V6 con 170 CV. Con todo, antes de despedirse del mercado, el bloque 2.0 litros de 115 CV recibió un ajuste para ofrecer 136 CV.

El interior fue otro de los elementos que el Opel Vectra cedió al Calibra. A la hora de su desarrollo, General Motors quiso contener los costes al máximo. Por ello, decidió trasplantar, con algunas diferencias, el cockpit del Vectra. Esta decisión, aunque complicada, suponía recibir una dotación generosa. Entre los elementos principales destacan el aire acondicionado o un techo solar eléctrico.

¿Qué pasó entonces con el Opel Calibra?

Opel Calibra 1989 - 2019 - 30 aniversario

Gracias a sus múltiples atributos el Opel Calibra, logró calar en el público, sin embargo, su ciclo comercial sería limitado. A España llegó en 1990 y se mantuvo hasta el 29 de agosto de 1997. En ese tiempo, las fábricas de Rüsselsheim (Alemania) y Valmet (Saab – Uusikaupunki – Finlandia) ensamblaron un total de 238.647 unidades. Entre 1993 y 1994 recibió un pequeño restyling que mejoró la calidad del interior y algunos elementos estéticos exteriores.

En este breve espacio de tiempo, los más jóvenes supieron ver en él un «diamante en bruto» que podría ser pulido con el «tunning». Fruto de esta pasión, muchas unidades terminaron su vida luciendo una fisonomía diferente a la original. Con todo, fue un auténtico éxito de ventas en países como Alemania, España, Francia, Italia o Reino Unido. Tan importante fue su expansión comercial, que se distribuyó bajo las marcas Chevrolet, Holden y Vauxhall Motors.

Sin embargo, este motivo no fue suficiente para que Opel General Motors diera el visto bueno a una segunda generación. Los problemas económicos que sufría la firma del rayo, y los «tumbos» del constructor americano le dieron la estocada. A pesar de todo, los nostálgicos aún pueden hacerse con una unidad de las pocas que van quedando. Ojalá, ahora que Opel está bajo el paraguas del Grupo PSA podamos ver una reinterpretación en clave moderna del Calibra.


Síguenos en Google News

Un comentario, deja el tuyo

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.

  1.   Luis dijo

    Cuando salió el Calibra (en Europa, ya que, acá en Argentina entraron pocos y por importaciones particulares) me pareció un diseño limpio, sencillo, sin necesidad de grandes «adornos» para hacerlo atractivo, cómodo, aerodinámico, buena plataforma, etc. Irónicamente, para esas épocas, el responsable de diseño de interiores era el argentino Jorge Ferreira Basso, de quien, por otras vias me habían hablado previamente (un absoluto genio)