Que dos marcas de coches se «maten» por un nombre comercial es lo más normal en el sector. Esta es una de las muchas razones, porque hay otras miles, por las que nacieron las oficinas de patentes y marcas. Su tarea la desconoce mucha gente, pero son organismos que velan por y para que nadie robe las ideas de aquellos que sueñan y se atreven a innovar. Pero aún así, la imaginación del ser humano es tan amplia que muchas veces no llegan…
No llegan a proteger lo que una marca cree que deben proteger. Uno de los casos más «curiosos» de los últimos años es el que protagonizaron Citroën y Polestar a cuenta del logo de la segunda firma. La casa del doble chevrón alegaba que la sueca había copiado no solo la «simbología» sino además la forma de los chevrones. El caso es que sus problemas se dirimieron con una multa para la división premium de Volvo y una moratoria de uso. Pero hay más…
A pesar de haber «enterrado el hacha de guerra» Citroën quiere que Polestar no pueda usar su logo en toda Europa…
La sanción económica, como ya os contamos en su día, ascendía a 150 mil euros. Además, Polestar no podía usar su logo en Francia durante seis meses a partir de la publicación de la sentencia. Tras ello la página web oficial de la marca cesó su actividad pero parece que la restitución no se ha solucionado. El plazo pasó y el «roto» económico en la cuenta de resultados de la casa sueca ha sido nimio pero la web oficial aún sigue inactiva en Francia.
El mensaje que el cliente francés puede leer es el siguiente…