La estrategia comercial y de productos de Ford y General Motors es muy clara. Tiempo atrás, anunciaron que sus gamas dejarían de contar con turismos y berlinas para centrarse en los SUV´s y todo terreno. La razón para dar este giro a su portfolio se sustenta en la fortaleza que registran las ventas de estos tipos de vehículos. Además, apoyarán su nuevo camino en la electrificación, ofreciendo modelos que deberían atraer a nuevos clientes.
El problema está en que habrá un segmento del público que no verá atendidas sus necesidades de compra. Cada vez son menos los que se fijan en las berlinas o monovolúmenes, pero como reza el dicho «no es bueno poner todos los huevos en la misma cesta». Sea como fuere, dos de los modelos más afectados en Estados Unidos por este cambio de tendencia son los Ford Fusion (nuestro Mondeo) y Buick Regal (Opel Insignia).
El Ford Fusion, nuestro Mondeo, aún tiene recorrido comercial en Europa
Uno y otro militan en un segmento que poco a poco ha sido dominado por las firmas japonesas. Si a eso le sumamos que ha pasado el tiempo y sus actualizaciones han sido menores, llegamos al punto donde estamos. Ni Ford ni General Motors apostarán por ellos, pues sus inversiones están centradas en otros nichos del mercado. Así, si las fuentes no están equivocadas, no es extraño que ambos abandonen el mercado sin hacer nada de ruido.
Según GM Authority y The Detroit Bureau, Ford y General Motors ya habrían cesado la manufactura de los Fusion y Regal. Al parecer, el modelo del Blue Oval cerró la cadena de montaje el pasado 31 de julio y el de los tres escudos lo hizo hace más tiempo. Aún así, parece que el suministro de unidades aún está garantizado, pues la red comercial de una y otra firma cuenta con stock suficiente para acabar el año 2020.