El Toyota Aygo es al Citroën C1 lo que el Peugeot 108 a ambos. Si no te has perdido en este trabalenguas, entenderás que son trillizos tecnológicos. Sin embargo, parece que el futuro de estos modelos está en el aire, pues cada marca querría ir por su camino. Por una parte estarían Citroën y Peugeot, integrantes del Grupo PSA, y por otro Toyota, la encargada de fabricar la actual generación de éstos.
Hace no mucho, supimos que la tercera generación del Citroën C1 dejaría su motor de combustión interna para adoptar uno eléctrico. De ser cierta esta información, su hermano de Peugeot correría la misma suerte, pues ambos se desarrollarían al unísono. Sin embargo, por la parte de Toyota se oye que el próximo Aygo dejaría atrás su carrocería de urbano, para pasarse al mundo SUV.
¿Podría Toyota cargarse su alianza con el Grupo PSA?
Según parece, la liebre la habría levantado Matt Harrison, el responsable de Toyota para Europa. En unas declaraciones, Harrison esbozaba la idea de reinventar el Aygo, pues el mercado ya no quiere modelos «normales». De esta forma, en lugar de ofrecer un nuevo micro urbano, pasarían a desarrollar un todo camino, aunque en teoría se mantendría en el mismo segmento del mercado.
Sin embargo, Citroën, Peugeot y Toyota tendrán que ponerse de acuerdo para decidir qué hacer con su alianza tecnológica. Por una parte, las dos primeras podrían tomar un camino diferente a la tercera, no obstante existe un problema. El coste para desarrollar este tipo de vehículos es elevado y las ventas de este segmento son bajas como para rentabilizarlo en poco tiempo. A todo ello hay que sumar otra variable: esta no es ni más ni menos que Opel.
La firma del rayo está integrada en el Grupo PSA y como es lógico, también contará con un modelo de segmento A. Los Adam y Karl no han sido el éxito esperado y por tanto, pronto dejarán el mundo de los vivos para pasar al de los muertos. Habrá que ver quién de las cuatro se impone, aunque viendo por donde va el camino, no nos extrañaría que se convirtieran a la electricidad y mutaran sus cuerpos por un SUV.
Señores, se admiten apuestas, aunque todo está en el aire.