Esta semana la he pasado a los mandos de un monovolumen de tracción delantera y motor de gasolina de tres cilindros. Hasta aquí todo normal, ¿no? ¿Y si te digo que no he pasado desapercibido? No es por el color o por el sonido, sino porque no es otra cosa que un BMW 218i Active Tourer.
Sí, esta semana ponemos a prueba el primer monovolumen de BMW, el primer modelo de tracción delantera de BMW y el primer tricilíndrico de BMW. Casi que me pongo frente a frente con un pedazo de la historia futura, y es que no podía haber escogido mejor ejemplar para dar la bienvenida a una nueva era en la marca alemana.
Genes BMW
Pasa una cosa curiosa cuando llevas este coche. Y es que mucha gente lo mira. No es el summum de la belleza, pero llama la atención al público ver el logotipo de BMW en una carrocería con forma de monovolumen. Y no nos engañemos, la firma ha conseguido trasladar muy bien su seña de identidad a este nuevo formato con el que no tenía experiencia.
En 4,34 m de largo, 1,80 m de ancho y 1,56 m de alto se concentran las líneas que definen a la BMW actual, aunque con algunos matices que cabrearán a los más puristas. Y me refiero, por ejemplo, al capó, ahora con un diseño más abombado, más corto y más alto en su parte interior. Ya no hay que alojar grandes motores de enormes cilindradas.
El frontal acude a unos faros de gran tamaño que podemos escoger o bien con iluminación halógena o LED. No hay paso intermedio a través del Xenón. Deslizando la mirada hacia la parte trasera nos encontramos, ahora sí, con la famosa forma de las ventanillas laterales en su parte posterior. Por muy monovolumen que sea los diseñadores han querido darle garra BMW.
Sin embargo, esa forma se enmarca en una cadera más alta que acompaña a un techo que se corta de forma más abrupta de lo habitual. Dos pilotos traseros de gran tamaño se enmarcan en una zaga a la que todo curioso acaba llegando. ¿Qué modelo será? Un escueto 218i guarda la respuesta, y sorprende que no aparezca por ningún lado la inscripción Active Tourer. Por supuesto la personalización es otro elemento clave, y es que podemos equipar nuestro Active Tourer con multitud de llantas, acabados e, incluso, el archiconocido paquete M.
Conociendo su razón de ser
La razón de ser del BMW Serie 2 Active Tourer no es otra que la de ofrecer la mejor habitabilidad de toda la gama. Sí, a pesar de no ser el más grande en tamaño, es el que mejor acoge a un grupo de pasajeros que, hasta ahora, podía ver condicionado el uso de las plazas traseras. Esto se ha acabado.
Adentrarse en el Active Tourer es hacerlo en un espacio antes desconocido para BMW. No hay que «tirarse» para entrar, ni vamos colocados bajos respecto al suelo. Pero cuidado, no creas que la posición de conducción es especialmente erguida, porque no es así. Vas menos integrado en el puesto que en el resto de la gama. Los asientos deportivos que no llevaba nuestra unidad te meten un poco más en el habitáculo.
El salpicadero guardas las formas a pesar de ser el más travieso de la gama. Es reconocible y similar al de un Serie 1 o Serie 2. Por tanto estamos ante un diseño sencillo, orientado hacia el conductor y donde todo es fácil de controlar y de leer. Y sí, vuelve una vez más el anticuado cuadro de mandos plano con iluminación en naranja. La calidad es la propia de BMW, sólido, bien rematado y con material acolchado en las partes superiores, también en las puertas traseras, y con algún plástico algo menos vistoso en la consola central y volante.
Lo peor del conjunto, con diferencia, es la forma del pilar A. BMW no ha conseguido acabar este detalle de forma fructuosa, pues elimina mucha visibilidad frontolateral, un tema que molesta bastante. El problema se centra en el lado del conductor, pues en el derecho hay mayor ángulo de visión y no da tanto la lata.
Espacioso
La gama BMW cuenta con una cantidad ingente de carrocerías, pero el espacio disponible no es siempre una característica estrella. En el Serie 2 Active Tourer es su carta de presentación. Las plazas delanteras son amplias, no demasiado altas ni erguidas, como antes decíamos, y cuenta con dos butacas cómodas en su versión de serie. Podemos optar por unos asientos más deportivos, forrarlos en cuero o añadir ajuste eléctrico entre las opciones.
Pero atrás es donde más nos sorprenderemos. No se me ocurre ninguna altura dentro de lo normal que se queje de falta de espacio. La altura libre para la cabeza es muy buena, del mismo modo que para las piernas. La banqueta trasera, además, puede desplazarse longitudinalmente para ganar algo de maletero o algo de espacio para las piernas. Su punto débil reside en una plaza central muy estrecha, sin forma y con un respaldo duro al incorporar un reposabrazos. Una pena que no llegue con 5 plazas individuales.
Es un coche de carácter familiar, y por eso los huecos portaobjetos son un detalle. En las plazas delanteras hay un pequeño hueco con tapa en el salpicadero donde colocar las llaves o el móvil o la cartera. En la consola central hay otro espacio más grande pero carece de tapa. El apoyabrazos central, por cierto, es regulable en altura pero no en longitud y tiene un pequeño hueco en su interior. Atrás podremos depositar objetos en las bolsas tras los asientos, en el apoyabrazos retráctil o en los huecos de las puertas.
Maletero de 468 litros
El BMW Serie 2 Active Tourer tiene un maletero de 468 litros. Es una muy buena cifra que se ve recompensada por unas formas muy regulares y una boca de carga a ras del piso. Tiene un doble fondo, aunque la bandeja no es ajustable. Un par de redecillas y una toma de corriente hacen de él un maletero muy bien resuelto.
BMW vende el Active Tourer con portón del maletero de apertura eléctrica de serie, el nuestro no lo llevaba. Atrás también presume de unos tiradores para abatir los asientos en tres partes que nuestra unidad tampoco incorporaba. Abatir los asientos traseros es, en todo caso, sencillo y nos bridará un espacio plano de hasta 1.510 litros.
Tricilíndrico, ¿por qué no?
Resumiendo, BMW se ha dado a conocer por sus motores de 6 cilindros en línea. El paso a los 4 cilindros fue un duro golpe para los seguidores más fervientes de la marca, y ahora el paso a los 3 cilindros los ha rematado. Entiendo que el miedo pueda ser real, pero sólo hace falta subirse a uno para comprobar si los ingenieros han hecho un buen trabajo.
El bloque es un 1.5 sobrealimentado de tres cilindros y 136 caballos de potencia, el mismo que ya probamos en el nuevo MINI Cooper. El refinamiento de estos bloques está alcanzando niveles muy altos, pero el que ha conseguido BMW es superlativo. La mejor manera de describir cómo de refinado es, es decir que el habitáculo va absolutamente aislado de él. Absolutamente.
No hay vibraciones ni al ralentí, ni a bajas vueltas, ni a altas y el sonido es prácticamente imperceptible a menos que elevemos mucho el régimen del motor. Es un trabajo tan bien hecho que hasta el Start/Stop, bastante brusco en otros modelos, aquí consigue hasta pasar desapercibido. Vamos, que a ojos de un experto, sin denominaciones a la vista, es complicado saber que estamos ante una mecánica de sólo 3 cilindros.
Su funcionamiento es agradable, con una parte baja un poco escueta pero un medio régimen muy lleno. Conviene circular por encima de las 2.000 vueltas si queremos respuesta pues las marchas son tirando a largas, aunque si seguimos los consejos de cambio óptimo de marcha siempre rodaremos por debajo de esa cifra. Se nota algo el retardo del turbo cuando pisamos el acelerador, pero nada especialmente destacable. La potencia es suficiente en cualquier circunstancia y sólo puede que sus 220 Nm de par máximo se atranganten cuando vayamos verdaderamente cargados. En ese caso conviene bajar las marchas necesarias para no quedarnos colgados.
La caja de cambios de 6 relaciones hace muy bien su trabajo. Tiene un tacto bastante acertado, si no me equivoco algo menos duro que en MINI, y con un guiado fiel. Algunos se quejarán de una marcha atrás que sigue el mismo guiado de la primera velocidad, a mí me parece que tiene un tope lo suficientemente duro. De las 6 relaciones la última permite rodar muy bajo de vueltas a alta velocidad y, a veces, tendremos que reducir un par de marchas para aliviar al motor en subidas.
El consumo sí ha resultado muy favorecedor. Homologa 4,9 l/100 km, una cifra que no hemos conseguido ni de lejos. El ordenador arrojaba una media de 6,1 l/100 km al término de nuestros 600 kilómetros de prueba. En ciudad es complicado bajar de 8 l/100 km, pero en carretera consigue sonrojar a algún que otro diésel con cifras entre los 4,5 y 5 l/100 km. El modo Eco Pro ayuda a reducir el consumo pero, ojo, a costa de perder una respuesta magnífica cuando vamos en modo Confort o Sport.
¿Espíritu dinámico?
BMW presume, incluso en sus anuncios, de un espíritu dinámico. Si te digo que un monovolumen no es el paradigma de la deportividad sabes que no te estoy mintiendo. Por eso BMW tenía la labor de convertir su primer monovolumen no en un deportivo, sino en un coche que te involucra en la conducción. ¿Lo ha conseguido?
Creo que sí. De hecho creo que estamos ante uno de los monovolúmenes más dinámicos del mercado, y eso que nuestra unidad no contaba con la suspensión deportiva. En este aspecto precisamente parece que BMW ha conseguido dar con la clave, con un tarado cómodo que a la vez maneja bien las inercias del coche, aunque el cambio de apoyo no es todo lo rápido que podríamos esperar. Personalmente no me importaría incluso un grado menos de dureza para un coche de este tipo.
Junto a esa suspensión llega una dirección bastante directa para lo que se suele estilar en este segmento que, si bien no trasmite demasiado al conductor, tiene un buen peso y con el modo Sport activado mejora la sensación. Por tanto tenemos un monovolumen que mantiene a raya el balanceo y mete al conductor en la ecuación de la conducción.
¡Pero es que es de tracción delantera! Bueno, tampoco he dicho que sea deportivo, ni divertido, pero sí más dinámico que sus rivales, incluso algo más que el Ford C-MAX. Y hablando de tracción delantera, creo que BMW ha acertado con esta configuración. Libera espacio en el interior, que es la base de un buen monovolumen, y en una conducción normal no supone ninguna pérdida de prestaciones.
Es más, puede que sólo sea por el motor de nuestra unidad, el menos potente con este combustible, pero he comprobado que hay que ser muy bruto o rodar muy fuerte para notar pérdidas de tracción preocupantes. Las mismas que tendríamos de ser trasera, vaya. Además, todo va tan filtrado que los movimientos parásitos de la dirección quedan reducidos a una mera anécdota y la acción del control de tracción es imperceptible.
Otro de los detalles presentes es el punta tacón automático. Este sistema iguala las revoluciones en reducciones o a la hora de subir marchas. Seamos sinceros, es un sistema que funciona francamente bien, pero está afinado de manera que si somos demasiado rápidos con el cambio eliminaremos su eficacia e incluso notaremos algún tirón.
El modo Sport es seguramente el que más te va a gustar. En este modo la dirección de torna algo más dura pero, sobre todo, el perezoso motor en modo Eco Pro se vuelve más agresivo, más avispado, y bastará con rozar el pedal del acelerador para que quiera tirar de ti. Desde luego la diferencia entre los tres modos en más que evidente, más allá de las décimas de más o de menos en el consumo.
Es cómodo, por tanto, y cuenta con un magnífico aislamiento acústico. Es un buen monovolumen. Tal vez si lo juzgamos como BMW, con todo lo que ello supone, tradición, valores, pensemos que es el BMW menos BMW de todos. Porque lo es. Pero si lo juzgamos como producto, como monovolumen, entonces estamos ante un trabajo bien hecho.
Concluyendo
Entrar a valorar al BMW Serie 2 Active Tourer es harto complicado. Y verás por qué. Se trata de un primer producto de una marca en todos los sentidos. Quiero decir, no se puede comparar a productos anteriores, ni tampoco a otros productos de la gama actual. No tiene ningún tipo de competencia en casa y, por si fuera poco, quiere introducir unos valores BMW muy alejados de los valores de cualquier otro competidor.
No me cabe duda de que es uno de los más dinámicos de la categoría, pero me pongo en la piel de un comprador y probablemente el aspecto dinámico sea una de mis últimas prioridades en un monovolumen. Sí lo son el consumo, la calidad, la habitabilidad o el equipamiento.
En todos esos aspectos el Active Tourer tiene algo que decir. Y habla claro. La calidad es la propia de BMW, con un interior bien acabado y un equipamiento que puede ser tan grande como nuestra cartera decida abrirse. Si de espacio hablamos, pocas pegas le caen a un habitáculo que acoge cómodamente a 4 pasajeros.
El motor tricilíndrico del 218i Active Tourer ha demostrado hasta qué niveles de refinamiento pueden llegar estas nuevas mecánicas pequeñas. Los 136 caballos me parecen suficientes y consiguen un consumo bastante contenido que ronda los 6 litros. Tampoco creo que la tracción delantera sea una razón disuasoria para el comprador tipo de un monovolumen.
¿Entonces? BMW intenta diversificar la gama, llegar a nuevos segmentos y captar nuevos clientes. Vamos, hacer más dinero. Esta ha sido su alternativa y, siendo sinceros, es todo un acierto. Si nos ponemos en la piel de un purista de BMW tal vez la infidelidad haya llegado al seno de BMW. Es, sin ningún tipo de duda, el BMW menos BMW de todos. No nos saca una sonrisa ni esperamos insistentemente a la próxima vez que lo vayamos a coger. Aquí no ocurre eso y, dicho sea de paso, tampoco en buena parte de la gama del fabricante.
Pero como monovolumen es un producto redondo. Cuenta con todas las claves y puede jugar con el cliente que no busca un coche familiar extremadamente burgués y confortable, sino un pequeño extra de picante en forma de un coche que, tímidamente, te introduce en eso que llamamos conducir.
Equipamiento BMW Serie 2 Active Tourer
La gama Serie 2 Active Tourer se compone de una versión base a la que se le puede sumar el equipamiento de 4 acabados, además de una lista amplia de equipamiento opcional.
Serie 2 Active Tourer
- Reposabrazos delantero
- Llantas de 16 pulgadas
- Volante deportivo en cuero
- Sensor de lluvia y luces
- Paquete de compartimentos
- Portón del maletero de apertura eléctrica
- Retrovisores ajustables y plegables eléctricamente
- Climatizador bizona
Advantage
- Sensor de aparcamiento trasero
- Control de crucero
- Volante multifunción
- Faros antiniebla
- Faros LED con contenido ampliado
- Llantas de 16 pulgadas
- De serie en 225i
Luxury
- Llantas de 17 pulgadas
- Moldura interior de madera
- Tapicería de cuero
- Línea cromada exterior
- Asientos delanteros calefactados
- Línea Luxury
Sport
- Llantas de 17 pulgadas
- Moldura interior en negro intenso
- Tapicería de tela
- Asientos deportivos
- Paquete de iluminación
- Línea Sport
M Sport
- Llantas de 17 pulgadas
- Moldura interior Aluminio
- Tapicería tela/Alcantara
- Línea Shadow Line Individual
- Paquete aerodinámico M
- Asientos deportivos
Precios BMW Serie 2 Active Tourer
Modelo | Potencia | Cambio | Precio |
---|---|---|---|
218i Active Tourer | 136 CV | Manual 6v | 28.650 euros |
218i Active Tourer | 136 CV | Automático 6v | 30.876 euros |
220i Active Tourer | 192 CV | Automático 8v | 33.350 euros |
225i Active Tourer | 231 CV | Automático 8v | 38.750 euros |
225i xDrive Active Tourer | 231 CV | Automático 8v | 40.950 euros |
216d Active Tourer | 116 CV | Manual 6v | 28.050 euros |
218d Active Tourer | 150 CV | Manual 6v | 30.450 euros |
218d Active Tourer | 150 CV | Automático 8v | 32.845 euros |
220d Active Tourer | 190 CV | Automático 8v | 36.050 euros |
220d xDrive Active Tourer | 190 CV | Automático 8v | 38.450 euros |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4 estrellas
- Excelente
- BMW 218i Active Tourer
- Reseña de: Eduardo Lausin
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Espacio interior
- Refinamiento de la mecánica
- Relación confort/dinámica
Contras
- Precio elevado
- Equipamiento de serie algo justo
- Visibilidad frontolateral
fenomenal artículo
Se agradece Gonzalo. Un saludo
Quien lo pillada
reservame uno
A ver si con el nuevo negocio que he conseguido de ofrecer lo que se o lo que hago bien como un minijobs consigo pasta y me compro ese pepino de coche! Ojalaaaa!
Buenas tardes Gonzalo. Actualmente tengo un Opel Zafira Tourer 2.0 CDTI 130CV que me está empezando a dar problemas tras 4 años, probablemente por los trayectos que hago entre semana (75% del uso) (fin de semana y viajes aparte, el otro 25%):
– Mañanas: 10 km mixto, parando el coche a los 7 km.
– Mediodia: 6 km mixto, dos veces, maximo 100-110 km/h.
– Tardes: 6 km mixto, maximo 100-110 km/h.
En total, hago unos 15.000 km /año (20.000 como mucho).
Me cuadra el Serie 2 Gran Tourer (no el active), y pregunté en BMW sobre los problemas del diesel. Me dicen que es como si no fuera con ellos, que no sufren de problemas de filtros de partículas, EGR, regeneraciones de filtro, etc…
Como soy bastante escéptico al respecto y en invierno por los trayectos que hago creo que el diesel no llega a calentar lo suficiente para alcanzar temperatura de régimen, me planteo de manera muy seria la compra en gasolina.
He leido tus impresiones respecto al 218i (el Gran tourer tiene algo más de peso). En principio me decantaría por éste, porque por potencia 136Cv me parece más que suficiente para uso diario, aunque tengo la duda en viajes, con control de velocidad 130-140 km/h y no sé si sería mas recomendable el 220i, y si con este motor se disparan los consumos mucho. Tampoco se si me pierdo el 218d, que por lo visto es el superventas.
No me importa un consumo algo más elevado que el diesel, a cambio de no estar al servicio del coche con las regeneraciones, conducción en marchas más cortas un tiempo, y de la teórica fiabilidad del gasolina.
Te agradecería por favor tus impresiones y consejo.
Un saludo,
Alberto
Me sigue resultando incómoda la visibilidad frontón lateral sobretodo en curvas y pasos de peatón, además me gustaría que estuviese un poco más separado del suelo, o sea, un poco más alto, no he podido saber a que distancia en cm está el chasis del suelo. Y la guantera la veo un poco escasa de espacio para meter toda la documentación.
Yo había mirado el nissan qashqai n-conecta pero al querer un coche con gasolina, me pareció un poco pequeño en motor