Ayer comenzábamos la prueba de un coche que habitualmente consigue colarse en los primeros puestos de las listas de más vendidos. Hablamos del Dacia Sandero, un utilitario low cost que utiliza tecnología probada de Renault para ofrecer a su cliente un precio realmente ajustado. Ayer ya conocimos su diseño, habitabilidad y maletero.
Hoy toca ponerse a sus mandos y arrancar el motor 1.5 dCi de 90 caballos, el motor más potente en diésel, y más potente de la gama junto al bloque de gasolina también de 90 caballos. Es, sin ninguna duda, la opción perfecta para el que no quiere renunciar a un cierto nivel de respuesta y, a su vez, conseguir una cifra de consumo reducida.
4 alternativas mecánicas
La gama de motores del Dacia Sandero se compone de 4 alternativas, dos de gasolina y dos diésel. Es extremadamente fácil de recordarlos, pues los dos escalones de potencia coinciden en ambos casos. En gasolina tenemos un robusto 1.2 de 75 caballos que homologa una media de consumo de 5,8 l/100 km. Más arriba se encuentra un más moderno 0.9 TCe de 90 caballos, sobrealimentado de tres cilindros, con una media de consumo de 5 l/100 km. Es el mismo bloque que probamos meses atrás en el Renault Captur.
En el apartado diésel se echa mano de un mismo propulsor, conocido por sus bajos consumos, como es el 1.5 dCi. Se ofrece con potencias de 75 y 90 caballos, siendo este último el elegido para nuestra prueba. Ambos homologan 3,8 l/100 km de consumo medio.
1.5 dCi 90, consumo ajustado
Nuestro Dacia Sandero escondía bajo el capó el bloque diésel 1.5 dCi de 90 caballos. Es la joya de la corona de Renault en cuanto a consumos, y es que ya ha pasado por mis manos en distintas ocasiones y he quedado estupefacto siempre por su poca sed. En esta prueba ha quedado patente, y combina muy bien con un vehículo que adora la austeridad.
El refinamiento no es, en todo caso, una de sus virtudes. En el Sandero llegan al interior unas cuantas vibraciones y sonido, aunque hay que tener en cuenta que no se ha trabajado este apartado como en otras alternativas más caras para, precisamente, reducir al máximo el precio. De todos modos, no es ni mucho menos insufrible, simplemente está un escalón por debajo de sus competidores más caros.
Dejando de lado esto, es un bloque que se siente vivo más allá de las 1.500 vueltas, aunque obtendremos una respuesta mucho más viva si jugamos entre las 2.000 y las 3.000 vueltas. Cuenta con un modo ECO que podemos activar y desactivar que limita las capacidades del motor. Con él activado, las prestaciones en un uso normal apenas se resienten y, a cambio, obtendremos unos consumos más contenidos.
Con él desactivado sí notamos un motor más voluntarioso, sobre todo a la hora de realizar adelantamientos y afrontar repechos en carretera. De hecho, con el control de crucero activado, en algunas cuestas en autovía se le atragantaban con el modo ECO activado, mientras que con él desactivado subía sin problemas manteniendo la velocidad. En cierto modo es como si con el modo ECO activado tuviéramos un dCi 75 CV y desactivado un dCi 90 CV.
El cambio se deja a una caja manual de 5 velocidades cuyo tacto deja mucho que desear. La palanca no parece estar conectada a nada. Por otro lado, el motor no mueve mal las relaciones de cambio, pero sorprende en el paso de 4º a 5º siguiendo las instrucciones del indicador cambio óptimo, aproximadamente a 90 km/h, cuando el motor se queja en forma de vibraciones y mayor rumorosidad. Es conveniente apurar algo más la 4º.
Y llegamos al apartado consumos, un apartado que puede dejar sorprendido a cualquiera. En un recorrido mixto de casi 600 km el ordenador de a bordo declaraba una media de 4 l/100 km, una cifra excelente, buscando lógicamente la eficiencia, pero sin forzar y adecuando la velocidad al máximo de la vía. En ciudad el consumo puede rondar los 5,5-6 l/100 km, mientras que en carretera cae hasta acercarse a los 4 l/100 km. Tal vez con el sistema Stop-Start, del que no dispone, podría reducirse algunas décimas el consumo.
Dinámica comedida
Del mismo modo que el Dacia Sandero no es un portento en diseño, tampoco lo es en dinámica. Y es que no lo busca. El comprador no puede esperar un comportamiento deportivo, ni tampoco subirse al coche más cómodo, aunque su premisa va más por ese camino que por el otro.
Me ha sorprendido el tarado de la suspensión. Busca la comodidad de los pasajeros, pero no ha conseguido una puesta a punto del todo equilibrada. En badenes y zonas rotas resulta un pelín seca, mientras que en curvas deja balancear significativamente la carrocería. Es como si hubieran querido reducir el balanceo a costa de sacrificar en comodidad. En todo caso, el comportamiento es bastante noble y acertado para su comprador objetivo.
La dirección, por su parte, no transmite nada. Movemos el coche a través de un volante con un aro muy fino y una asistencia notable. Esto es bastante interesante en ciudad y maniobras a abaja velocidad, pero una vez en carretera si nos deja una cierta sensación de flotabilidad. Es un tacto equiparable al de la caja de cambios.
Una vez en carretera, la insonorización es suficiente. El ruido del motor apenas se percibe a menos que le exijamos, y será el ruido de rodadura el que más penetre en el interior. Por otro lado, y enlazando a lo que antes decíamos del modo ECO, podemos circular sin problema por autovía o autopista con él conectado. Será en subidas cuando veamos que el motor no responde de forma suficiente y será cuando debamos desactivarlo. Esto es trasladable a un viaje en el que vayamos cargados.
Por tanto, el Dacia Sandero no es un coche que impresione en ningún apartado además del consumo. Y es que se postula como un coche sencillo, con lo imprescindible, y sin aspiraciones a nada más que ser un medio de transporte asequible y de bajo consumo. Una alternativa óptima para el que no busque algo más en un coche. Los que gusten de una estética campera o se atrevan a salir esporádicamente al campo por pistas sencillas pueden optar al Sandero Stepway, unos 1.000 euros más caro que el Laureate disponible con los motores más potentes en gasolina y diésel.
Cerramos por hoy la prueba del Dacia Sandero 1.5 dCi de 90 caballos para, mañana, repasar la gama, el equipamiento y los precios, terminando con una pequeña valoración final que sitúa al Sandero frente a su comprador objetivo.
Me parece un gran coche, por lo que ofrece y el precio del que parte!!
el único miedo que me da es que no sea tan seguro en caso de colisión…
Al mes de entregármelo ya envié una relación de fallos en este coche; como son que el tablier te deslumbra completamente haciendo muy peligrosa la conduccion, los elevalunas estan en un lugar inaccesible, se han olvidado de las asas de sujecion de los pasajeros traseros y del piloto, el interruptor ECO
no se ve en marcha, la suspension y los asientos son superduros lastimandote la espalda si estas un poco delicado, he tenido que desinflar las ruedas un poco. El consumo es excesivo, he probado en carreteras secundarias y consume 6.3 l/100 sin pasar de 2000 rpm; en autopista se dispara a mas de 7 l/100 y te mueres porque si pasas de 2500 rpm aun sube mas. Le falta una marcha mas larga en la quinta marcha.
El modelo es Dacia Sandero Stepway TCe 90 cv gasolina
Decirles que pronto hara un año que lo tengo y estoy arrepentido de haberlo comprado. Se me ponen los pelos de punta pensando en un viaje para ver los nietos de Barcelona a Cordoba
Saludos Miguel
Pues nosotros en mi empresa disponemos de dos Stepway TCe de 90cv señor Miguel y lo que usted comenta no nos pasa en ninguna de nuestras dos unidades. En circulación por autovia/autopista a ritmo alegre bajo nuestros cálculos (No lleva ordenador) ronda los 6 litros, a ritmo alegre y legal, y en carreteras secundarias algo menos, poco mas de 5 litros. En ciudad no pasa de unos 7 litros, por lo cual el consumo, para un gasolina de 90cv es fantástico. Hombre para circular a 150 no se el consumo…. pero si se tiene algo de cariño a la cartera y a los puntos del carne es mejor no pasar de 130 de aguja. El interior es cómodo y sobre los elevalunas, cuando alguien va a una concesión a ver el coche ANTES DE COMPRARLO se da cuenta de la situación de los elevalunas….algo que no debía de haberle extrañado al recibir su vehículo nuevo……
Por precio, consumo, equipamiento y prestaciones, es muy buen coche. Yo viajo con el de Madrid a Lugo 2 veces al mes……y no se me ponen los pelos de punta. Hágaselo mirar si a usted le ocurre eso……
Sr. Cesare no puedo contestar como yo quisiera, no hay espacio si decirle que no tengo que mirarme nada caballero.Tengo carnet y coche desde 1968, así que debería retirar lo que me mire que? Es una frase despectiva sobre mi persona que no creo merecer. No creo que usted me pueda enmendar la plana en automóviles.
Tengo el catálogo en mano y el consumo marca 5.8 l urbano en frío y ya caliente 4.7 l ciclo mixto.
Yo tengo ordenador y nunca bajo de 7.5 l caló con una media de velocidad de 32 km.
Otra cosa es trabajar con el vehículo a diario.
Reciba un saludo Sr. «mirador»