Retomamos hoy nuestra prueba del SEAT Toledo 1.6 TDI 90 CV DSG. Si ayer analizábamos el diseño y la habitabilidad, donde el espacio era la nota predominante, hoy toca ponernos a sus mandos y comprobar qué tal se comporta el nuevo motor TDI de 90 caballos que acaba de salir al mercado.
El Toledo cuenta con una gama de motores diésel y gasolina desde los 85 caballos hasta los 122. Gama que se ve complementada con transmisiones manuales y una automática de doble embrague como la que hemos probado. Nuestro motor TDI de 90 caballos es ahora mismo el acceso a la gama en motorizaciones diésel.
Gama de motores
Por ahora el SEAT Toledo ofrece 5 opciones de propulsor. Tres alternativas gasolina y dos diésel. La más básica corresponde al 1.2 de 85 caballos, mecánica reservada a las versiones básicas con un consumo medio homologado de 5,1 L/100 km. Por encima está el 1.2 TSI de 105 caballos, algo más de potencia y respuesta con un consumo medio exactamente igual.
El más potente en gasolina corresponde al 1.4 TSI de 122 caballos. Es la opción más poderosa de toda la gama y se asocia únicamente al cambio automático de doble embrague DSG. Los consumos restan contenidos, con una media de 5,8 L/100 km. La gama diésel consta de un solo motor con dos potencias.
El 1.6 TDI con 90 caballos es el que hemos probado, disponible con caja manual de 5 velocidades y automática DSG, con un consumo medio de 4,4 L/100 km. Por encima la versión de 105 caballos con un consumo mixto de 3,9 L/100 km con Start/Stop.
1.6 TDI 90 CV, ¿la opción lógica?
Nos sentamos en el asiento del conductor y accionamos el arranque con llave para poner en marcha el 1.6 TDI 90 CV que hoy nos ocupa. El motor cobra vida de una forma relativamente suave, no olvidemos que se trata de un motor diésel de cuatro cilindros al que, tal vez, le falte algo de trabajo en insonorización. Dicho esto, el resultado es convincente.
Y convence más aún una vez en marcha, donde el motor será apenas audible a menos que le exijamos, como todos. Junto a la caja automática DSG, la respuesta es inmediata, se elimina esa falta de respuesta a muy bajas vueltas del 1.6 TDI con cambio manual, y el paso de una marcha a otra, hasta 7, es sencillamente inapreciable.
Sin embargo, esta caja DSG 7 tiene un par de inconvenientes. El primero es la suavidad en maniobras a baja velocidad, cuando una vez vamos soltando el freno arranca de forma algo abrupta. Nada que no lleguemos a dominar con un par de horas de uso. El segundo es una cierta lentitud a la hora de elegir bajar de marcha. La caja mantiene una marcha más larga de lo debido demasiado, y nos obligará a pegar un pisotón al acelerador para remediarlo.
Dos pegas que casi se ven eclipsadas con la inmediatez y disposición de la respuesta del motor, y es que en algo más de 700 km de prueba jamás eché en falta algo más de potencia. Y este resultado se ve beneficiado por unos consumos realmente contenidos, en cierto modo también gracias a su comedido peso.
Tras una semana de pruebas el ordenador de a bordo erogó un consumo mixto de 4,8 L/100 km, cifra realmente atractiva para el bolsillo y que encandilará, sobre todo, a los que más utilicen las vías rápidas. Gracias a la séptima marcha, en autopista conseguí medias cercanas a los 4,5 L/100 km, mientras que en ciudad nos movíamos entre los 6,5 y 7,5 L/100 km. ¿La pega? La ausencia de Start/Stop, que habría rebajado alguna décima el consumo en este último escenario.
Rutero y polivalente
El SEAT Toledo se presenta como una alternativa económica para familias que busquen un coche espacioso a la vez que compacto. Precisamente, ese título de compacto es el que hace de él un coche polivalente, puesto que no nos planteará problemas a la hora de circular por zonas estrechas como ciudades, con la misma o más capacidad de carga que algunos coches de mayor tamaño.
Además, esa batalla alargada respecto al Ibiza de la que hablábamos al principio, modifica su comportamiento para convertirse en un coche más estable y neutro. También menos ágil, pero no es su condición. Esto lo convierte en un coche rutero, con el que realizar largos desplazamientos por carretera y utilizarlo, a su vez, como coche de diario en la congestionada ciudad.
Por otro lado, si bien me ha convencido su dirección, el tacto del freno y la respuesta del motor, me deja un sabor agridulce el tarado de la suspensión. Es firme, el coche no balancea demasiado en tramos de curvas pero sí buscaría, personalmente, un punto más de suavidad que permitiera afrontar zonas bacheadas y rotas con mayor dulzura. Las llantas de 17 pulgadas con un perfil minúsculo son en parte culpables. En todo caso no es un coche incómodo, en absoluto.
¿Y el motor en carretera? Suficiente. Son 90 caballos, no podemos esperar grandes alardes en prestaciones, pero el motor cumple. Esta caja DSG, además, nos facilitará los adelantamientos con cambios de marcha instantáneos, y será únicamente cuando llevemos el coche muy cargado cuando podríamos notar una falta de respuesta. No ha sido mi caso aun cargando el coche con cuatro pasajeros, sin maletas.
En definitiva, se trata de un coche muy cumplidor pero, sobre todo, ahorrador. Es un coche perfecto para un uso diario y para escapadas de fin de semana o grandes viajes, todo sin buscar grandes prestaciones o un comportamiento ciertamente deportivo, aunque no se mueve nada mal en tramos revirados, con tendencia al subviraje, como suele ocurrir.
Con estas palabras despedimos al SEAT Toledo TDI 90 CV DSG por hoy, no sin antes recordaros que es candidato a Coche del Año en Internet CAI 2013 y que puedes ganar un iPad Mini votando a tus favoritos. Mañana retomamos la prueba con nuestra última parte donde analizaremos el equipamiento, los precios y sacaremos conclusiones sobre el nuevo integrante de la familia SEAT.
Más información – Prueba SEAT Toledo 1.6 TDI 90 CV DSG, diseño exterior e interior
