Nos toca devolver las llaves del Jeep Wrangler Unlimited Moab que nos ha acompañado durante esta semana, y la verdad es que nos da muchísima pena. Hemos disfrutado mucho de este coche que tiene varios defectos, pero también muchas virtudes. Es un coche que deberemos mirar sobre todo si vamos a hacer un uso offroad o de campo. Si somos unos urbanitas no creo que sea nuestro coche.
La gama Wrangler cuenta con dos carrocerías, la de tres puertas y la Unlimited de cinco. Bajo nuestro punto de vista la corta es más útil en campo y más bonita, pero la Unlimited es infinitamente más práctica en un uso diario (cinco puertas, más maletero cinco plazas en vez de cuatro), por contra haciendo el cabra por el monte su batalla más larga nos perjudicará. Aún así el Unlimited nos parece más adecuado.
En España se ofrece un único motor diésel 2.8 CRD de 200CV, que puede ir asociado a un cambio manual o automático. Nosotros nos decantamos por el automático por el echo de ser más cómodo en el día, al hacer off-road y de que el motor tiene más par que los manuales (50Nm más). Gasta más y es más caro en la adquisición, pero no creo que eso sean problemas en la compra de un Wrangler. Además, la palanca de cambios manual no es ninguna delicia, es para machos de verdad, ya que es dura y baila.
El Wrangler no destaca por ser un coche refinado o lujoso. Es un todoterreno puro con el que humillar a todos los propietarios de SUVs 4×2 o incluso algunos buenos todoterrenos. Si se desea es también un vehículo de trabajo de campo, lugar donde tener un vehículo robusto y capaz es imprescindible.