En el mundo del diseño automovilístico, pocos nombres evocan la extravagancia y la creatividad como el de Franco Sbarro. Este visionario suizo marcó los años 80 con creaciones tan únicas como el Sbarro Super Eight, un vehículo que combina la ingeniería de Ferrari con un diseño compacto fuera de lo común. Este modelo, presentado al mundo en el Salón de Ginebra de 1984, ha vuelto a captar la atención, y no es para menos: se trata de una unidad única con características y detalles que lo convierten en una verdadera obra de arte sobre ruedas.
Inspirado en el Ferrari 308 GTB, el Sbarro Super Eight se desmarcó de los compactos deportivos tradicionales de la época. En lugar de optar por motores sobrealimentados o configuraciones convencionales, este vehículo se construyó sobre una plataforma de Ferrari, específicamente acortada para lograr unas proporciones más compactas. Su corazón mecánico, un motor V8 atmosférico de 2.9 litros con 240 caballos de fuerza, se colocó en posición central-trasera, aportando un desempeño que lo acerca a los legendarios hatchbacks de rally como el Renault 5 Turbo o el Peugeot 205 T16.
El diseño del Sbarro Super Eight es único y rompedor…
La carrocería del Sbarro Super Eight, fabricada completamente en fibra de vidrio, destaca tanto por su ligereza como por su estética radical. Con líneas marcadas, angulosas y una trasera musculosa, el coche no pasa desapercibido. Detalles como los pasos de rueda ensanchados, las llantas BBS doradas de 15 pulgadas y las prominentes cuatro salidas de escape inclinadas hacia arriba subrayan su carácter deportivo.
Para muchos, el frontal del Sbarro Super Eight evoca recuerdos del Seat Ibiza de la época o incluso del Fiat Uno, mientras que su agresivo diseño general lo sitúa como un icono único. A diferencia de otros modelos de Sbarro, como el Super Twelve que utilizaba un motor Kawasaki de 12 cilindros, el Super Eight aprovecha la herencia de Ferrari para destacar también en el apartado mecánico.
Un interior con estilo retro
El habitáculo del Super Eight no desentona con el espíritu de los años 80. Los asientos, tapizados en cuero marrón, están acompañados de detalles en madera en el tablero y las puertas, creando un contraste elegante y deportivo. Además, el coche está equipado con un volante Momo y un sistema de sonido Clarion con reproductor de casetes, todo un lujo para la época. Aunque sea un vehículo único, no faltan detalles como elevalunas eléctricos, lo que demuestra la atención al confort de Sbarro.
El diseño interior no solo busca estética, sino también funcionalidad. A pesar de su configuración biplaza, el coche ofrece un espacio lo suficientemente práctico para el uso cotidiano, aunque claramente es un vehículo destinado más a ser admirado que a ser utilizado como medio de transporte diario.
Un pedazo de la historia a la venta
Esta joya automovilística ha cambiado de manos muy pocas veces a lo largo de sus 40 años de vida. Después de ser exhibido en el Museo Sbarro y formar parte de una colección privada en Suiza, el Super Eight ahora está disponible en subasta a través de Bring a Trailer. Lo más llamativo es que, pese a su exclusividad, el vehículo solo ha recorrido unos 30.000 kilómetros, lo que garantiza su excelente estado de conservación.
Actualmente, la puja más alta ronda los 110.000 dólares, pero se espera que el precio suba significativamente conforme avance la subasta. Regulado para ser matriculable en Europa y Estados Unidos, el Sbarro Super Eight no es solo un coche único, sino también un vehículo legal para uso en carretera, algo que añade aún más valor a esta pieza histórica.
Si alguna vez soñaste con tener un coche que combine la personalidad de un compacto deportivo con la mecánica de un Ferrari, esta podría ser tu oportunidad. Aún quedan algunos días para que finalice la subasta, y lo único seguro es que el próximo propietario de este Sbarro Super Eight no tendrá rival en exclusividad y diseño.
Con su icónica carrocería roja, su motor V8 y su historia única, el Sbarro Super Eight representa no solo una época de oro para los automóviles deportivos, sino también la capacidad de un visionario como Franco Sbarro de crear algo verdaderamente único. Un coche que marcó un antes y un después en los compactos deportivos y cuyo legado sigue vivo cuatro décadas después de su debut oficial.
Fuente – Bring a Trailer
Imágenes | Bring a Trailer