Los aficionados a la marca japonesa Mazda y en especial al carismático motor rotativo están en ese punto intermedio entre la confianza y la desconfianza, no saben si creer en la vuelta de este propulsor asociado al sustituto del RX-8 o no. Muchas informaciones confirman la llegada del sucesor del Mazda RX-8, una presentación que tendría lugar en el próximo año 2017 como bien comentó nuestro compañero Iñigo hace muchos meses atrás. Sin embargo, hoy tenemos nuevos detalles sobre el desarrollo de este propulsor rotativo sin cilindros.
Desde Australia y a través del portal World Cars Fans, hemos podido conocer que los planes iniciales de crear un motor de aspiración natural que desarrollase en torno a 306 CV para el eje posterior han sido, digamos, rechazado. Finalmente, todo hace indicar que el sucesor del Mazda RX-7 y Mazda RX-8 hará gala de un propulsor rotativo pero ayudado por un turbocompresor para rendir nada menos que 455 CV, un salto brutal de potencia si lo comparamos con los 231 CV que rendía el bloque Renesis.
Para acabar de una vez por todas con los clásicos inconvenientes de esta atípica arquitectura, el fabricante nipón pondrá toda la carne en el asador con la incorporación de todo tipo de tecnologías SkyActiv que solventarán problemas como el elevado consumo de combustible, aceite y la baja cifra de par que se asociaba a este tipo de bloques. Así de este modo, conseguirá pasar las estrictas normas de contaminación para poder llegar a las calles de medio mundo. En cuanto al chasis, reutilizará el del Mazda RX-8 aunque ampliamente modificado.
Por último, el fabricante del País del Sol Naciente ha registrado en las oficinas de patentes el nombre de Mazda RX-9. La llegada en el año 2017 no es baladí ya que coincidiría además con el 50 aniversario del primer motor rotativo desarrollado por Mazada, estrenado en 1967 por el Cosmo Sport 110S. Si todo esto es cierto, en el año 2017 nacerá el sueño de todo aficionado al mundo del motor. ¿Quién no ha soñado alguna vez con un Mazda RX-7?
Fuente – WCF