Volkswagen sigue avanzando en su apuesta por la movilidad eléctrica asequible, y una de las grandes preguntas que ha rondado en la industria del motor en los últimos meses ha sido si su futuro modelo urbano, el Volkswagen ID.1, contaría con versiones en las marcas hermanas Cupra y Skoda. Finalmente, la compañía ha despejado cualquier duda y ha confirmado que, al menos por ahora, este pequeño eléctrico no tendrá variantes bajo esas insignias.
El ID.1 se perfila como el heredero del e-Up!, con un enfoque totalmente eléctrico y un precio competitivo que rondará los 20.000 euros. Este modelo, cuya llegada está prevista para 2027, forma parte de la estrategia de la marca alemana de ofrecer vehículos accesibles dentro de su gama de eléctricos.
El Volkswagen ID.1 será ‘hijo único’ dentro del grupo…
Durante la presentación del prototipo ID. EVERY1, que adelanta las líneas del futuro ID.1, Volkswagen ha anunciado que ni Cupra ni Skoda tendrán su propia versión de este modelo, al contrario de lo que ocurrió en el pasado con el Seat Mii y el Skoda Citigo, que fueron variantes del e-Up! Este enfoque marca una clara diferencia.
Según ha explicado Kai Grünitz, director de desarrollo técnico de Volkswagen, la marca prefiere ver cómo evoluciona el mercado de los coches urbanos eléctricos antes de tomar una decisión sobre posibles derivados. En palabras del directivo, “si el mercado realmente crece, podremos decidir si traer modelos de Cupra o Skoda, pero todavía no”, lo que deja abierta una pequeña puerta para el futuro, aunque sin compromisos concretos en la actualidad.
El ID.1 y su papel en la electrificación de Volkswagen…
El ID.1 es un modelo clave en la estrategia eléctrica de la marca alemana. Utilizando la plataforma MEB revo con tracción delantera, se espera que ofrezca una autonomía superior a los 250 km y una potencia en torno a los 95 CV, características que lo convierten en un vehículo pensado principalmente para la ciudad.
Además, su tamaño de 3,88 metros de longitud lo sitúa en un punto intermedio entre el desaparecido e-Up! y el Volkswagen Polo, lo que lo posiciona como una alternativa ideal para quienes buscan un coche eléctrico compacto y accesible.
El lanzamiento de este modelo también forma parte de una estrategia más amplia del grupo Volkswagen para electrificar cada vez más segmentos del mercado. En 2026, llegará el Volkswagen ID.2, un modelo algo más grande y con un precio aproximado de 25.000 euros, mientras que el Cupra Raval y el Skoda Epiq se posicionarán en un segmento ligeramente superior, con propuestas diferenciadas en términos de diseño y enfoque.
Los próximos años serán clave para determinar si el ID.1 logra consolidarse en el mercado y si, eventualmente, el grupo decide ampliar la oferta con versiones adicionales bajo otras marcas. Volkswagen se centra en asegurarse de que este modelo sea un éxito antes de dar cualquier paso adicional.
Un factor económico clave en la decisión…
El posicionamiento dentro del grupo ha sido determinante en esta estrategia. Skoda, tradicionalmente ubicada como una alternativa más asequible dentro del conglomerado, podría haber tenido dificultades para comercializar un modelo de estas características sin incurrir en pérdidas. Esto ha llevado a descartar su implicación en este proyecto. En cuanto a Cupra, su enfoque deportivo y diferenciador dentro del grupo hace que los planes de la firma española pasen por eléctricos de un segmento superior, como el futuro Raval.
A medida que la industria automotriz se ajusta a las necesidades del mercado, el ID.1 representará una evolución significativa en la oferta de Volkswagen en términos de accesibilidad y diseño.
Producción aún sin confirmar…
Uno de los aspectos que aún está en el aire es la ubicación de la fabricación del ID.1. Los rumores apuntan a que la planta del Grupo Volkswagen en Palmela (Portugal) podría ser la encargada de montar este nuevo modelo. Esta instalación, que actualmente produce el Volkswagen T-Roc, se encuentra en una posición estratégica, cercana a las fábricas del grupo en Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona), así como a la gigafactoría de baterías de PowerCo en Sagunto.
Aunque Volkswagen no lo ha confirmado oficialmente, la elección de Palmela tendría sentido desde el punto de vista logístico y de costes. Otras opciones que han sonado incluyen la planta de Bratislava en Eslovaquia, aunque la decisión final aún no se ha hecho pública.
Fuente – Autocar
Imágenes | Volkswagen