La opción de que Galicia sea la puerta de entrada industrial de SAIC Motor (MG) en Europa ha pasado a un primer plano dentro de la estrategia del conglormerado chino. Lo que hace unos meses se veía como una posibilidad lejana se ha transformado en un escenario con opciones reales. La razón es el impulso por una combinación de intereses industriales, presión regulatoria en la Unión Europea y el buen momento comercial de la marca MG en el continente.
En este contexto, la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves (Plisan) se ha colocado en el centro del mapa. El grupo de origen chino, matriz de MG, ha multiplicado sus contactos con la administración gallega y ha realizado nuevas visitas técnicas sobre el terreno para evaluar si este polo logístico del sur de Pontevedra puede albergar su primera fábrica de vehículos en suelo europeo. Atento a todas las novedades porque MG es una firma inglesa que no fabrica en su país y sí podría hacerlo en España…
Visitas de alto nivel y foco en la Plisan…
La delegación de SAIC visitó Galicia para reunirse con la Xunta y la Autoridad Portuaria de Vigo, realizando además una inspección detallada de la Plisan. Analizaron el suelo disponible, las conexiones logísticas y los servicios del área para valorar su idoneidad como sede de una futura planta de automoción de gran escala.
El proyecto estudiado se basa en un modelo CKD, que permitiría montar en Galicia los vehículos enviados en piezas desde el país natal de SAIC Motor. Este enfoque, utilizado por otros fabricantes asiáticos, reduce la inversión inicial y facilita un aumento del contenido local de sus modelos en cuanto a proveedores. No obstante, en SAIC todavía comparan alternativas en España y en otros países de la UE.
Presión arancelaria y estrategia “Glo-cal” de SAIC…
El movimiento de SAIC no se entiende sin la nueva realidad regulatoria en Europa. La imposición de aranceles adicionales a los coches eléctricos importados desde China por parte de Bruselas ha acelerado los planes de varias marcas asiáticas para instalar capacidad productiva dentro de la Unión Europea. Esta vía permite proteger sus márgenes y sortear parte del impacto de los gravámenes que afectan a los vehículos fabricados íntegramente en territorio chino.
En el caso de SAIC, esta hoja de ruta se articula bajo una estrategia interna bautizada como “Glo-cal”, que busca combinar estándares globales de producto con una fabricación localizada cerca del cliente europeo. El objetivo es doble: mejorar la competitividad frente a competidores ya asentados en la región y reducir de forma notable los tiempos de entrega, un aspecto cada vez más valorado por los concesionarios y los compradores finales.
La compañía, que encadena más de un millón de vehículos vendidos al año fuera de China durante tres ejercicios consecutivos, considera a Europa y Reino Unido como piezas centrales de su expansión. En los últimos años ha puesto en marcha un centro de diseño en el continente, está levantando un centro de ingeniería europeo y, como siguiente paso, explora dónde ubicar una base productiva estable. Es en este apartado donde Vigo y su entorno compiten con otras plazas europeas por convertirse en el gran hub industrial de la marca.
Un ecosistema de automoción ya consolidado en Vigo…
Uno de los factores que más valoran en SAIC es el ecosistema industrial ya existente en el área de Vigo. La larga trayectoria de la planta de Stellantis en Balaídos ha generado durante décadas una densa red de proveedores de componentes y servicios muy especializados, acostumbrados a trabajar con estándares exigentes y cadencias de producción elevadas. Esa experiencia reduce riesgos para cualquier nuevo fabricante que decida instalarse en la zona.
El tejido auxiliar, muy cualificado y competitivo, es un argumento de peso frente a otros destinos que pueden ofrecer costes laborales algo más bajos pero carecen de una cadena de suministro tan asentada. Sin embargo, en el sector se da prácticamente por descartada la posibilidad de que SAIC utilice instalaciones ya existentes en Balaídos, ya que Stellantis mantiene una alianza industrial con Leapmotor, uno de los rivales directos del grupo chino. Esto refuerza la idea de que la Plisan sería la opción natural si el proyecto termina por concretarse en Galicia.
Más allá del músculo industrial, la logística marítima es un elemento vital. El puerto de Vigo cuenta con conexiones regulares con mercados como Reino Unido, donde MG conserva una fuerte presencia histórica y una red comercial consolidada. Esta puerta atlántica permitiría tanto la exportación de vehículos hacia el norte de Europa como su distribución al resto de España, aprovechando una ubicación que combina salida al océano con acceso razonable por carretera y ferrocarril.
Dimensión del proyecto y horizonte temporal…
El plan que baraja la empresa oriental contempla una superficie aproximada de 500.000 metros cuadrados en la Plisan. Sobre esa base se levantaría una factoría enfocada inicialmente en el ensamblaje CKD, con posibilidades de aumentar el nivel de integración local de componentes en función de la evolución del mercado y de los acuerdos con la cadena de suministro gallega y española.
Las primeras estimaciones apuntan a que esta instalación podría generar miles de empleos directos, a los que habría que sumar un número significativo de puestos indirectos vinculados a proveedores, transporte y servicios auxiliares. En el escenario más optimista que manejan las partes, si las negociaciones avanzan sin contratiempos y se obtienen las autorizaciones y apoyos necesarios, las primeras unidades podrían salir de la línea de montaje en el último trimestre de 2027.
Aun con estas previsiones, las autoridades autonómicas y los agentes sociales gallegos intentan mantener los pies en el suelo. Reconocen que hay un cierto optimismo tras la nueva ronda de contactos y visitas técnicas, pero recuerdan que se trata de una decisión estratégica de gran calado para SAIC y que todavía quedan muchas variables por cerrar, desde la estructura de ayudas públicas hasta los compromisos de producción o la normativa medioambiental aplicable.
Competencia interna en España y pulso con Europa del Este…
Galicia no es la única región que pugna por esta primera planta europea de SAIC (MG). Dentro de España, la Comunidad Valenciana ha presentado alternativas en Sagunto y Cheste, aprovechando tanto la disponibilidad de suelo industrial como la pujanza de su sector automovilístico y la proximidad a su red portuaria. Cantabria y Aragón también han trasladado propuestas para acoger la inversión, tratando de explotar sus ventajas logísticas y sus propios polos de componentes.
En el plano internacional, Hungría y la República Checa figuran entre los países que más fuerte están sonando en los círculos de la automoción. Su principal baza reside en unos costes laborales inferiores a los de la cornisa atlántica, además de una posición más central en el continente que facilita la distribución por carretera hacia distintos mercados europeos. Al mismo tiempo, carecen de una salida directa al Atlántico como la que ofrece Vigo, un factor relevante para la estrategia logística de un grupo que mueve grandes volúmenes de vehículos y componentes por vía marítima.
La decisión final dependerá de un delicado equilibrio entre costes, logística y paquetes de ayudas. Cada gobierno regional y nacional implicado intenta poner sobre la mesa los mayores incentivos financieros y fiscales posibles, dentro de los límites marcados por la normativa comunitaria de competencia. SAIC, por su parte, evalúa con detalle no solo la factura inicial de la inversión, sino también la previsión de gastos operativos a medio y largo plazo, algo crucial en un sector tan ajustado en márgenes como el del automóvil.
MG se consolida en Europa y empuja la apuesta industrial…
El trasfondo comercial ayuda a entender por qué la compañía china está estudiando con tanto interés un despliegue productivo estable en Europa. Bajo el paraguas de SAIC, la marca MG ha protagonizado una de las irrupciones más rápidas en el mercado automovilístico europeo reciente, con una gama de modelos de precio ajustado que ha calado especialmente bien entre los compradores sensibles al coste total del vehículo.
En España, MG ha logrado matricular decenas de miles de unidades en muy pocos años, superando la barrera simbólica de los 100.000 coches vendidos desde su relanzamiento y rebasando ampliamente las previsiones iniciales. Esta fuerte expansión comercial sostiene la necesidad de disponer de una fábrica propia en el continente que permita acompañar el crecimiento sin depender exclusivamente de las exportaciones desde China, más expuestas a los vaivenes regulatorios y logísticos.
España parte con ciertas ventajas estructurales como potencial país anfitrión. Es el segundo mayor productor de automóviles de Europa, solo superado por Alemania, y cuenta con una fuerza laboral acostumbrada a trabajar para marcas internacionales. Además, el mercado español ha mostrado una elevada receptividad hacia las nuevas marcas de origen asiático, que ya acaparan una porción relevante de las matriculaciones, ayudadas por el factor precio y por una menor fidelidad histórica a las enseñas tradicionales.
En términos de costes, la Península ofrece una combinación de salarios, precio de la energía e infraestructuras competitiva frente a otras áreas del norte de Europa. Este entorno, unido a la disponibilidad de personal con experiencia en cadenas de montaje y en ingeniería de automoción, refuerza los argumentos a favor de una implantación industrial de SAIC en España, con Galicia intentando capitalizar esa posición mediante la propuesta de la Plisan.
Un proyecto reactivado tras un periodo de dudas…
No es la primera vez que se habla de una fábrica de SAIC o MG en territorio español. Ya en 2023 circularon anuncios e intenciones preliminares que finalmente quedaron en suspenso ante la incertidumbre regulatoria y los cambios de criterio sobre la respuesta europea a los vehículos eléctricos chinos. Esa etapa de dudas llevó a enfriar algunas conversaciones y a posponer decisiones de calado sobre nuevas inversiones.
En los últimos meses, sin embargo, el contexto ha cambiado. La reapertura de contactos con organismos como el Igape y la Autoridad Portuaria de Vigo apunta a una reactivación real del proyecto. SAIC ha deslizado además que planea lanzar hasta 17 nuevos modelos en Europa en los próximos tres años, lo que obliga al grupo a asegurar capacidad productiva y logística suficiente para evitar cuellos de botella. En ese escenario, Galicia aspira a convertirse en el gran nodo de entrada de esta nueva oleada de vehículos, incluso si en una primera fase la planta se limita al ensamblaje CKD.
Con estos elementos sobre la mesa, la opción de la Plisan como emplazamiento para la primera fábrica europea de SAIC (MG) se ha consolidado como una candidatura de peso, apoyada en un sector de automoción maduro, un puerto estratégico y un mercado receptivo. La decisión definitiva dependerá de cómo se resuelva la competición entre territorios, pero el movimiento del gigante chino confirma que Galicia ya no juega solo en la liga de las hipótesis, sino en la fase caliente de una negociación que puede marcar el futuro industrial de la región.
