Conseguir una moto oficial de MotoGP es algo que queda muy lejos incluso para muchos coleccionistas con recursos. Las marcas suelen guardar sus prototipos, desmontarlos o cederlos con acuerdos muy restrictivos. Por eso llama tanto la atención que una de las máquinas más significativas de los últimos años en la categoría reina, la Aprilia RS-GP 20 de Aleix Espargaró, vaya a buscar nuevo dueño en una subasta internacional.
El piloto de Granollers ha decidido desprenderse de una de las joyas de su garaje. Se trata de la unidad con la que compitió durante la atípica temporada 2020, una moto que Aprilia le entregó en propiedad en 2022 como gesto de agradecimiento por su trabajo de desarrollo. Ahora, esa misma RS-GP se ofrecerá al mejor postor en un evento muy señalado para los aficionados a las motos históricas.
Una MotoGP de fábrica en la mítica «The Iconic Sale at Race Retro»
La protagonista de esta historia saldrá a la venta en la conocida subasta «The Iconic Sale at Race Retro 2026«, una cita referencia para coleccionistas que tendrá lugar del 20 al 22 de febrero en Stoneleigh Park, Warwickshire, en el Reino Unido. El lote será gestionado por Iconic Auctioneers, una casa especializada en vehículos de alto valor histórico y deportivo.
Según ha explicado Mark Bryan, responsable del departamento de motocicletas en Iconic Auctioneers, fue el propio Aleix quien contactó directamente para organizar la venta. Bryan subrayó lo excepcional de la operación: no es habitual vender una moto directamente para el piloto que la llevó en competición, ya que lo normal es tratar con coleccionistas o equipos. Este detalle aporta un componente emocional añadido que pocos lotes pueden igualar.
Además de la moto en sí, el paquete incluye la equipación completa con la que Espargaró disputó aquella campaña: el mono de cuero, las botas, los guantes y el casco. El conjunto se completa con la documentación oficial emitida por Aprilia y los albaranes que certifican su procedencia directa de la fábrica de Noale y de la colección personal del piloto.
Aleix Espargaró y su papel en el proyecto de Aprilia en MotoGP
La decisión de sacar a subasta esta RS-GP 20 tiene un fuerte simbolismo dentro de la trayectoria de Aleix Espargaró en MotoGP. El catalán llegó a Aprilia en 2017 y, desde entonces, fue el pilar sobre el que se construyó la progresión de la marca en la categoría reina. El proyecto pasó de rodar habitualmente en la parte trasera de la parrilla a pelear por podios y victorias de manera relativamente frecuente.

Durante ese periodo, Espargaró firmó tres triunfos en Grandes Premios y cinco pole positions, con su mejor curso en 2022, cuando cerró el campeonato en una destacada cuarta posición final. La temporada 2020, pese a no ser brillante en resultados, fue clave en la maduración del prototipo: el catalán terminó 17.º en la general, con un octavo puesto como mejor resultado en carrera, pero contribuyó a encaminar el desarrollo técnico hacia la moto competitiva que se vería poco después.
Su retirada como piloto a tiempo completo a finales de 2024 cierra una etapa muy importante para Aprilia, y la venta de esta RS-GP 20, uno de los hitos de su carrera con la firma italiana, se puede interpretar como el punto final simbólico a ese ciclo de evolución conjunta.
La Aprilia RS-GP 20: el gran salto técnico de Noale
La Aprilia RS-GP 20 no fue una moto más dentro del proyecto de la marca en MotoGP. Supuso un cambio de rumbo radical en su filosofía técnica, abandonando conceptos previos y estrenando un motor V4 a 90 grados completamente nuevo. Esta configuración, combinada con un chasis revisado y una aerodinámica mucho más estudiada, se considera el germen de la máquina ganadora que hoy compite al máximo nivel.
El bastidor, de doble viga en aleación ligera, se diseñó para sacar mejor partido del nuevo propulsor, mientras que el carenado y los apéndices aerodinámicos se optimizaron de forma notable respecto a las versiones anteriores. Aunque esta especificación solo compitió durante una temporada, muchos ingenieros señalan que sentó las bases del desarrollo posterior que ha permitido a Aprilia batirse con las grandes potencias del campeonato.
Desde un punto de vista histórico, esta unidad representa el punto de inflexión en la evolución de Aprilia en MotoGP. En 2020 los resultados no reflejaron del todo el salto cualitativo que se estaba produciendo, pero el trabajo en aquella RS-GP 20 fue determinante para el rendimiento que llegaría en años posteriores.
Estado de la moto y componentes de competición de primer nivel
Uno de los aspectos que hacen especialmente atractiva esta pieza es su estado de conservación. La moto se presenta prácticamente igual que cuando terminó su vida en pista, sin transformaciones posteriores para exhibición ni adaptaciones para uso civil. Esto incluye tanto su configuración mecánica como su imagen exterior, que mantiene el carenado de fibra de carbono con los alerones empleados en aquella campaña.
Entre los componentes más destacados figura un sistema de escape Akrapovič específico de MotoGP, diseñado para maximizar el rendimiento del motor V4. La parte ciclo se confía a una suspensión Öhlins de especificación de fábrica, ajustada a las necesidades de Espargaró, mientras que la frenada corre a cargo de pinzas Brembo de alto rendimiento y discos delanteros de carbono, el estándar en la categoría reina.
Todo ello se integra en una carrocería fabricada íntegramente en fibra de carbono, con un nivel de acabados propio de un prototipo de Gran Premio. Para los coleccionistas europeos, acostumbrados a ver estas motos solo en televisión o detrás de las vallas de un box, poder acceder a una unidad que conserva tantos elementos originales de competición es algo muy poco habitual.
La electrónica Marelli, un «unicornio» en el mercado
Si hay un elemento que convierte a esta RS-GP 20 en una rara avis dentro del mercado de prototipos, ese es su sistema electrónico. Normalmente, cuando una marca libera una moto de MotoGP, retira la electrónica sensible y la sustituye por unidades más básicas o directamente deja el conjunto inoperativo. En este caso, la moto mantiene la electrónica Marelli original, tanto a nivel de hardware como de software.
El propio Mark Bryan ha insistido en que este detalle es muy poco común: la mayoría de los prototipos que llegan al mercado lo hacen ya desprovistos de su corazón electrónico de fábrica. Aunque la moto funciona, ponerla en marcha no es tan sencillo como girar una llave; según se ha explicado, sería necesaria la asistencia de técnicos de Aprilia para arrancarla y configurarla correctamente, manteniendo los protocolos habituales de este tipo de máquinas.
Para el eventual comprador, este punto tiene una doble lectura. Por un lado, aumenta de forma notable el valor coleccionista, al conservarse un componente clave de la moto tal y como compitió. Por otro, refuerza el carácter de pieza de colección que se usa, sobre todo, para exhibición, dado que su puesta en marcha y mantenimiento requieren un nivel de apoyo técnico muy especializado.
Precio estimado y valor para coleccionistas en Europa
Las previsiones de venta sitúan a esta Aprilia RS-GP 20 de Aleix Espargaró en una horquilla económica muy elevada, acorde con su singularidad y procedencia directa del piloto. Las estimaciones manejadas por Iconic Auctioneers hablan de una cifra que podría moverse entre aproximadamente 340.000 y 450.000 euros, aunque otras fuentes elevan ese rango hasta los 350.000-470.000 euros en función del interés que despierte durante la puja.
En cualquier caso, se trata de una cantidad que, dentro del mercado europeo de motos de competición, encaja con lo que supone adquirir un prototipo auténtico de MotoGP aún conservando tantos elementos originales. No es solo una máquina de altísima tecnología, sino también un testigo directo del proceso que llevó a Aprilia a dar el salto definitivo en la categoría reina, pilotado por uno de los nombres clave de este proyecto.
Los responsables de la subasta recuerdan que, más allá del precio final, lo verdaderamente excepcional es el acceso. En palabras de Mark Bryan, localizar y comprar otra moto de MotoGP es prácticamente imposible: la mayoría no llega jamás al mercado abierto, se queda en manos de las fábricas o se mueve en círculos muy restringidos de coleccionistas de primer nivel.
Para cualquier aficionado a MotoGP en España o en el resto de Europa, la venta de esta RS-GP 20 supone una de esas raras ocasiones en las que una moto de la parrilla da el salto al mercado público. Con su motor V4 a 90 grados, la electrónica Marelli original, la suspensión y frenos de fábrica, la equipación completa de Aleix y la documentación que certifica cada paso de su historia, esta Aprilia se presenta como una pieza prácticamente irrepetible dentro del coleccionismo moderno de motos de competición.